La cesión de diputados o senadores para que un partido ayude a otro que no reúne los requisitos suficientes exigidos por el reglamento y pueda formar de esa manera grupo propio no es una fórmula nueva ni única de esta legislatura. Ha sido utilizada en anteriores ocasiones tanto en el Congreso como en el Senado.
Sin embargo, no hay ninguna regla que regule esta figura. Simplemente, es una práctica que las mesas de ambas Cámaras autorizan “en casos excepcionales” para favorecer la formación de grupos y evitar un Grupo Mixto excesivamente abultado. El PNV ha utilizado la fórmula en más de una ocasión en el Senado y también Coalición Canaria en el Congreso.
El artículo 23 del reglamento del Congreso establece que se puede formar grupo con cinco diputados, siempre y cuando se haya conseguido en las elecciones generales un 15% de los votos correspondiente a las circunscripciones donde se haya presentado candidatura o un 5% de los votos en el conjunto del territorio. En el Senado el listón es más alto y se requieren 10 senadores para configurar un grupo.
Los partidos que no logran estos requisitos pasan a formar parte del Grupo Mixto, un destino que todos quieren evitar ya que supone no tener voz propia en la Junta de Portavoces, tener que repartirse los tiempos de intervención en los debates, limitar al mínimo la capacidad para presentar iniciativas, y tener que compartir la subvención fija que otorga el Parlamento a cada grupo –más de 28.000 euros mensuales– para gastos de intendencia.
El temor a que este grupo termine por inflarse y sea ingobernable ha propiciado que las mesas de las dos Cámaras sean flexibles y cedan a esta práctica. La cesión es temporal. Una vez constituido el grupo, los parlamentarios prestados regresan al cabo de un tiempo de nuevo a su bancada de origen.
Coalición Canaria con el Partido Aragonés
Los nacionalistas canarios fueron los primeros en obtener grupo parlamentario propio con un escaño prestado temporalmente por otro partido. Fue en 1993, la última legislatura de Felipe González. Entonces, los cuatros diputados de Coalición Canaria (CC) pudieron formar grupo propio junto al único diputado del Partido Aragonés Regionalista (PAR), José María Mur. Los servicios jurídicos del Congreso estudiaron el caso ya que si Mur decidía marcharse después al Grupo Mixto, el grupo formado de prestado quedaría disuelto y los cuatros diputados nacionalistas canarios pasarían también al Mixto.
La Mesa decidió finalmente, con el apoyo del PSOE, CiU y PNV y las reticencias del PP, que Mur podría dejar CC en la primera semana del segundo periodo de sesiones y admitir que los canarios mantuvieran su grupo. Esa extraña forma de interpretar las reglas no escritas abrió un precedente y la puerta para que otros partidos pudieran a partir de entonces acogerse a esa fórmula o similares.
De hecho, CC repitió la operación en 1996 tras la victoria de José María Aznar en las urnas. El líder del PP necesitaba los votos de los cuatro diputados nacionalistas canarios para su investidura y su grupo no puso esta vez ningún reparo para que hubiera un préstamo y facilitarles tener grupo propio. De esta forma, los dos diputados de UPN –aliados del PP en Navarra–, se integraron en el grupo canario durante el primer periodo de sesiones. En 2000 se repitió una situación similar nuevamente con tres diputados de UPN.
Sin embargo, en el año 2000, la Mesa del Congreso impidió al BNG formar grupo con el apoyo de sendos escaños de CiU y PNV porque no alcanzaba el 15% de porcentaje de apoyo necesario en las circunscripciones donde se presentaban. La decisión fue recurrida por los gallegos al Tribunal Constitucional, sin éxito.
En 2004, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Coalición Canaria consiguió nuevamente formar grupo propio gracias a un acuerdo con el PSOE y a la incorporación temporal –hasta el segundo periodo de sesiones– de dos diputados socialistas por Toledo.
En el Senado, el PNV ha recibido asimismo en legislaturas anteriores varios préstamos de los socialistas para evitar acabar en el Grupo Mixto. Allí la exigencia de un mínimo de 10 parlamentarios para formar grupo propio ha propiciado acuerdos similares a los de Coalición Canaria en el Congreso.
En esta nueva legislatura, los siete senadores del PNV tendrá grupo propio en la Cámara Alta con la ayuda de dos representantes de CC y la senadora navarra de Cambio-Aldaketa. Y ERC y Democracia y Libertad harán lo propio gracias al préstamo de dos senadores del PSOE. El PP ahora encuentra esto repudiable.
El PSOE, sin embargo, rechaza la última propuesta de Podemos y las confluencias para que puedan tener grupos diferenciados en el Congreso. La líder de Compromís, Mónica Oltra, ha planteado que los socialistas cedan un diputado a las confluencias para que puedan articularse de forma independiente en la Cámara Baja, pero es un extremo que rechaza el partido de Pedro Sánchez. Los socialistas sostienen que el problema para que dispongan de distintos grupos no estriba en el número de diputados sino en razones legales establecidas en el Reglamento del Congreso.
Esta práctica ha sido también duramente criticada por Ciudadanos. El partido de Albert Rivera considera que “si no es fraude de ley, se le parece mucho” y ha advertido de que propondrán que se prohíba en la reforma del reglamento del Congreso que todos los grupos quieren impulsar ahora.