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Rajoy se juega en las andaluzas su apuesta personal por Moreno Bonilla

Para contrarrestar la inmadurez y el desconocimiento de su candidato en Andalucía, Mariano Rajoy y todo su Gobierno se han volcado en arropar a Juan Manuel Moreno Bonilla en su carrera hacia la Junta más que en ninguna otra campaña. Desde que empezó, el presidente se ha trasladado al sur cuatro veces y ha implicado en el empeño a medio gabinete. A pesar del entusiasmo por convertirlo en rival de Susana Díaz, las encuestas dan por hecha una derrota del PP que salpicará de lleno al Gobierno central. La presidenta de la Junta, que descarta que Rajoy sea “tonto, pero sí indolente”, utiliza la previsible derrota para seguir haciendo oposición contra el presidente: “Tiene el miedo en el cuerpo porque sabe que después va él”.

Si Moreno es el candidato del PP es porque así se decidió en Moncloa hace poco más de un año, cuando las preferencias de Rajoy se impusieron a las de María Dolores de Cospedal. Las aspiraciones del PP regional y de la secretaria general de encumbrar a José Luis Sanz, alcalde de Tomares (Sevilla), se estrellaron contra las directrices del presidente y obligaron a Sanz a dar un paso atrás ya con los avales en la mano y un día antes de que empezara el congreso.

Pero si alguien en Moncloa peleó para dar la oportunidad a Moreno y convencer a Rajoy fue Soraya Sáenz de Santamaría, que logró colocar a otro miembro del clan de los sorayos, como se conoce en el PP y en el Gobierno a quienes más amigos son de la número dos de Rajoy. Ella, que trata de mantener su imagen impoluta a base de subrayar su cargo y distanciarse de los problemas de corrupción de su partido, se ha metido en el papel de mitinera para impulsar a su protegido.

“Menuda campaña te espera, bonita”

El “menuda campaña te espera, bonita” con el que la vicepresidenta se dirigió a la presidenta de la Junta en un acto de campaña dejó a muchos con la boca abierta. En Huelva, en un desayuno con militantes, Sáenz atacó a Díaz para alabar el papel de Moreno en el primer debate en canal Sur junto al candidato de Izquierda Unida, Antonio Maíllo. “Este se ha venido totalmente arriba”, señaló entonces la vicepresidenta en referencia a su candidato.

No ha sido la única vez que se ha permitido el desparpajo y un cierto punto de chulería para atacar a su rival. Después de la nueva intervención de Moreno en el siguiente debate, el del pasado lunes, la vicepresidenta se permitió recordar hasta cinco veces que ella ya había alertado a Díaz sobre el crecimiento de Moreno. La agresividad de Díaz y las continuas interrupciones a su contrincante contribuyeron a subrayar más el tono de por sí tranquilo que caracteriza al del PP. De ahí que la vicepresidenta insistiera en que la socialista perdió el debate: “Se lo dije, señora Díaz, no me diga que no se lo dije, tuvo una semana para prepararlo”.

El éxito de Arenas, la medida del batacazo

Más allá de los convencimientos, ninguna encuesta anticipa una victoria del PP y la mayoría le auguran una horquilla que no excede de los 39 escaños. La referencia para medir la gravedad del batacazo electoral será el resultado obtenido por Javier Arenas en las pasadas elecciones, cuando el PP obtuvo un 40,66% de los votos y 50 escaños, aunque no pudo pactar con nadie. El último sondeo del CIS pronosticó una debacle para el PP, ya que la caída dejaría a los conservadores con 16 escaños menos que en 2012.

Precisamente Arenas, que va en el número 4 de la lista por Almería, tiene asegurada su entrada en el Parlamento andaluz. Según fuentes de la formación, su presencia asegura el control del partido en el caso de que la derrota de Moreno sea peor de la esperada aunque el candidato se ha comprometido a quedarse en la oposición y no intentar impulsar de nuevo su candidatura en Madrid.

Rajoy reflexiona en Valencia

Obligado por la jornada de reflexión, Rajoy tendrá este sábado la mente puesta en la siguiente cita, la del 25 de mayo. El presidente, que no ha viajado a la Comunidad Valenciana en el último año más que para actos institucionales, respaldará a Rita Barberá para que sea reelegida como alcaldesa de la capital. La excusa es la presentación de las grandes líneas del programa para las municipales, aunque la falta de un gesto similar con Alberto Fabra ha sentado mal en el entorno del president de la Generalitat.

Génova, que informó el lunes de este acto en Valencia, avisaba a última hora de que el acto de promoción de Barberá pasaba a convertirse en una convención de dos días a partir de este viernes. Las jornadas, bautizadas con el lema del PP de “Aún queda mucho por hacer”, girarán en torno al municipalismo, y serán clausuradas por Rajoy y Cospedal.