Vuelta a la normalidad en el Congreso de los Diputados. Como cada miércoles, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez han protagonizado un enfrentamiento plagado de acusaciones mutuas. Y también el presidente del Gobierno ha vuelto atender a los periodistas, como hace desde las elecciones del 24M tras las que el PP implantó una nueva política de comunicación. No obstante, Rajoy ha huido de los medios cuando le han preguntado por las críticas de José María Aznar: “Sólo estoy descontento con una cosa que es evidente, que es que las decisiones de los tribunales de justicia se le deben atribuir a quien las toma y no a otras personas distintas y el Gobierno no ha tomado ninguna decisión en esta materia”, ha sido su respuesta.
Rajoy ha asegurado que el Gobierno “no tiene nada que ver” con la imputación de Artur Mas por la convocatoria de la consulta del 9N y ha dicho que es “profundamente injusto” que se intente atribuir al Ejecutivo esa decisión: “Aquí hay separación de poderes”. “Es una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña”, ha explicado en los pasillos del Congreso. “En una democracia las decisiones judiciales se respetan, nos gusten o no nos gusten”, ha continuado el líder del PP, que considera que el presidente catalán en funciones lo que tiene que hacer es “comparecer y explicar” lo que le pregunten los jueces como han hecho dirigentes de “otras fuerzas políticas”, entre las que se encuentra su partido.
Hasta ahí ha estado cómodo Rajoy ante los periodistas que, a continuación, le han preguntado por las críticas de Aznar por la debacle del PP en Cataluña: “Sólo estoy descontento con una cosa que es evidente, que es que las decisiones de los tribunales de justicia se le deben atribuir a quien las toma y no a otras personas distintas y el Gobierno no ha tomado ninguna decisión en esta materia”, ha respondido.
A pesar de la insistencia de los periodistas, que le han recordado que la pregunta era sobre el expresidente, Rajoy se ha marchado. Pero no lo ha hecho continuando su camino por el pasillo, que estaba abarrotado de cámaras y micrófonos: se ha girado, ha entrado en la sala del “escritorio”, donde los periodistas siguen por la televisión la sesión de control, y ha salido por la siguiente puerta -separada por apenas dos metros- para huir del grupo que le estaba interrogando.
Esa actitud contrasta con la que ha mantenido en la tribuna, desde la que ha acusado a Pedro Sánchez de hacer una comparecencia sin preguntas “de la que no se enteró nadie” para analizar los resultados de los comicios este domingo. Esa era su ataque al líder del PSOE, que previamente le había reprochado que los españoles no tuvieran su análisis de lo acontecido en Cataluña hasta 24 horas después y “forzado” por los medios a los que respondió a dos preguntas.
El resto del 'cara a cara' entre Rajoy y Sánchez ha discurrido entre acusaciones continuas: a las críticas por el “inmovilismo” que hace el líder del PSOE, el presidente le ha reprochado su “equidistancia” en Cataluña y ha sugerido que los socialistas no saben qué quieren hacer cuando hablan de reforma de la Constitución. En la primera sesión de control tras las elecciones catalanas , Rajoy ha asegurado que ha “cumplido” con su “obligación” como presidente del Gobierno y ha insistido que se trata de hacer cumplir la ley. También se ha mostrado dispuesto a “hablar” para tratar de solucionar el problema de Cataluña.
Rajoy dice que siempre estuvo dispuesto a hablar con Mas
“Jamás el presidente de la Generalitat podrá decir que yo no le he atendido cuando quiso hablar conmigo”, ha respondido al diputado de Unió Josep Sánchez Llibre, que le ha exigido “valentía y coraje”. “Es la hora de los estadistas, no de los dirigentes de partido”, ha expresado el parlamentario catalán, que ha solicitado también una “oferta política” para que “dialogando entre todos” se encuentre una solución al problema de Cataluña.
Sánchez también ha interrogado al presidente sobre el 27S. “El Gobierno va a hacer lo que ha hecho hasta ahora, es decir, nada”, ha señalado el líder socialista, que ha acusado al PP de “incapacidad” para “ver” y “solucionar” los problemas. “Los españoles exigen capacidad de negociación y también cumplimiento de la ley”, ha resumido Sánchez, que ha presumido de que PSOE se adelantó y “dijo hace tiempo que la reforma constitucional es necesaria imprescindible”. El candidato socialista se ha colocado en la Moncloa: “Me comprometo ante esta Cámara y los españoles a reconstruir la unidad de España”.
Rajoy también ha reprochado a Sánchez esa actitud y le ha recriminado que se situara en el “equidistancia” durante la campaña del 27S. Según el presidente, el PSOE usa la propuesta de reformar la Constitución como un “eslogan”. Así, ha instado al candidato socialista a decir qué quiere modificar. “Necesita decir qué quiere reformar porque si no vamos a pensar que estamos ante un mero eslogan y que usted no sabe qué quiere reformar, que es lo está ocurriendo”, ha dicho Rajoy para quien el PSOE, “con tal de criticar al Gobierno”, es capaz de saltarse sus convicciones “si es que las tiene”.