- Moncloa fundamenta su negativa en la Carta Magna
Pasaban dos minutos de la una y media cuando Artur Mas compareció en la sede de la Generalitat en Madrid. Había mantenido una reunión de dos horas con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Serio, de pie, posó ante las decenas de los fotógrafos que lo rodeaban antes de comenzar una rueda de prensa que por primera vez se produce fuera de La Moncloa. Todo un síntoma. Evidenciado por los gestos, el tono, la seriedad y la frialdad con la que se expresó el president Mas.
Sus primeras palabras fueron en catalán: “Si bien el pacto fiscal era el más importante, había otros temas que puse sobre la mesa al presidente del Gobierno. Uno es el de la tesorería general [liquidez], hasta qué punto las administraciones pueden disponer de recursos para que los pagos sean lo más normalizados posibles. Es un tema con muchas consecuencias negativas, y es un tema de máxima preocupación para todos. Junto con el reparto de esfuerzos para cumplir con el déficit. El esfuerzo del Gobierno central es inferior al que se obliga a los gobiernos autonómicos. Si España estaba peor que otros países de la UE y se le ha dado más tiempo, cómo puede ser que las autonomías no tengan también más tiempo. Es injusto”.
E insistió: “Si todos queremos dirigirnos por el camino de la UE, los esfuerzos en el Estado español deben ser basados en la lealtad institucional, y ahora se está pidiendo más a las autonomías que al Gobierno central. Provoca una serie de tensiones que se podrían haber evitado con un reparto más justo. Esto es básico para la Conferencia de Presidentes del 2 de octubre”.
Estatus diferente
Pero la miga era el pacto fiscal, “el gran tema”. “Lo que les tengo que decir es que no ha ido bien. Es triste, porque creía que era importante que esto fuera bien para Cataluña y su relación con el resto del Estado y que se abriese una puerta para hablar a fondo del pacto fiscal, una aspiración ampliamente compartida en Cataluña. Es un tema de tener un estatus diferente en el conjunto del Estado, más de acuerdo con nuestra identidad. El sistema español nació para resolver los problemas de Cataluña y el País Vasco, y más de 30 años después, los que están más insatisfechos son los que tenían motivos para crear autonomía en el Estado. El pacto fiscal era una forma para avanzar con fórmulas diferentes. Pretendíamos poder hablar de estas aspiraciones de autogobierno. Hemos hablado del pacto fiscal porque nuestra voluntad era de pacto. La intención era que se nos escuchara y avanzar y llegar a satisfacer estas aspiraciones catalanas, ampliamente compartidas por la sociedad”.
De acuerdo con un comunicado difundido por Moncloa tras la reunión, “el presidente Rajoy ha mostrado su oposición a la propuesta por no ser compatible con la Constitución española, que todos los gobernantes están obligados a cumplir y hacer cumplir”.
Y explicó los motivos, después, en castellano: “Cataluña se ha dedicado los últimos 30 años en implicarse en España, por el euro, por su riqueza y progreso. Creíamos que nos entenderían y nos mirarían con amabilidad. Pero sólo se nos ofrece ir tirando en el día a día. Se ha perdido una oportunidad histórica. Hemos hecho todo el esfuerzo posible hasta el último minuto. Pero no ha sido posible. No me siento contento, porque sé que todo esto trae problemas de muchos tipos, y como represento al pueblo de Cataluña, el pueblo de Cataluña transformará esta decepción en una ilusión y compromiso de futuro”. ¿Qué le ha pedido Rajoy? “Lo único que me ha pedido es que ayudemos a la situación crítica de España. Y nosotros ayudamos más que los partidos estatales cuando están en la oposición. Es lógico que lo pida como presidente del Gobierno. También me ha dado a entender que su 'no' estaba compartido por el PSOE”.
Reflexión, debate y decisiones
¿Y a partir de aquí?: “Visto que hoy no ha ido bien, habrá que hacer una reflexión a fondo en Cataluña. La semana que viene hay un debate de política general y espero que haya una reflexión serena de todos los partidos, no una reacción de agravio o victimismo. Pero como me he encontrado que la respuesta va a ser siempre la misma, no nos podemos dar de cabeza contra la pared. No tiene sentido obcecarse. El presidente Rajoy sí me ha dicho que podríamos ver cómo se mejora el sistema de financiación en 2013, el régimen común. No se cubren los objetivos ni las ilusiones. Es lo de siempre. Así, toca el debate en Cataluña, reflexión serena y decisiones a partir de la semana que viene. No he venido aquí a dar respuesta de lo que vamos a hacer en Cataluña, lo que hagamos en el futuro lo diré en Cataluña a partir de la próxima semana”.
No obstante, en relación a este punto, el comunicado de Moncloa recuerda que el actual sistema de financiación “fue promovido y aprobado en el año 2009 por la Generalitat de Cataluña”.
Mas también diagnosticó que la “imposiblidad de negociar” cargue “de razón” a quienes son independentistas: “Cataluña con estos 'nos' no puede quedarse sin futuro, tiene que marcar un proyecto lo más amplio posible”. Y se acordó del Estatut: “Tuvimos un pacto en 2006, que acabó cepillado y mutilado por el Constitucional, y aquello no fue neutral. Aquel poso sigue en Cataluña, ampliado, y si por la vía de la negociación al final no se puede conseguir nada... Lo que no podemos permitirnos es quedarnos sin proyecto ni futuro”.
Pero rechazó hablar de ruptura: “Cataluña haga lo que haga seguirá en el euro y en Europa. No son rupturas, son evoluciones. Las estructuras de los Estados evolucionan, como evidencia el mapa europeo. Muchas veces han sido integraciones, ampliaciones, siempre con diálogo. No sé qué decisión se tomará en Cataluña, pero como consejo general, creo que no hay que hablar de ruptura total, sería un error, porque dentro del marco europeo no puede haber rupturas totales. Hablamos de estructuras de Estado, pero no nos hemos vuelto locos, hablamos en el marco natural nuestro, que es la UE, el euro, y queremos seguir estando ahí. Las decisiones que tomemos tienen que estar en ese marco”.
Constitución insalvable y referéndum
A las preguntas de los periodistas, reconoció que todas las decisiones electorales “están abiertas”. En cuanto al marco constitucional, afirmó que “la Constitución casi siempre se relee en clave centralista. Hay pueblos que se sienten nación, eso no se cambia con una Constitución, ni metiendo miedo. No lo cambiaron ni las dictaduras”. Y fue más allá: “Si las Constituciones no se adaptan y en Cataluña de forma pacífica y mayoritaria quiere emprender un camino de futuro, no puede ponerse la Constitución como una pared insalvable: se hace un camino imposible. Me he encontrado un dique de contención. En ninguna parte se dice que no pueda haber una relación de biteralidad, sólo se dice que debe haber un margen de solidaridad”.
Mas quiso poner en contexto la cuestión catalana: “Hay problemas de soberanía en Europa, y Cataluña tiene que estar viva. Hay un tema de soberanía. Mi opinión sobre la carta del rey es no sentirnos aludidos. Porque también puede ser una quimera encajar bien Cataluña sin tocar nada. Nosotros no hemos planteado ninguna quimera, sino un pacto fiscal votado por el 70% del Parlament. Esto no puede ser una quimera y no nos damos por aludidos”.
Según Mas, “no hay marco legal que pueda detener la voluntad democrática y pacífica de un pueblo. España no es un Estado dictatorial, impera la ley, forma parte del euro, en estas condiciones si el pueblo decide de forma ampliamente mayoritaria y pacífica evolucionar a un futuro diferente, no puede haber una ley que lo detenga. Habría que explorar otras vías. Se puede hablar de un referéndum. Si España es una democracia como es, y todos hemos contribuido, la norma no podrá siempre una pared que anule el sentimiento y el proyecto”.