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Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

Rajoy: “Los europeos tenemos por delante un mañana colmado de días azules y soleados”

EUROPA PRESS

CUACOS DE YUSTE (CÁCERES) —

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha destacado este juevs que la entrega del Premio Europeo Carlos V de la Academia Europea de Yuste al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, constituye un “acto de europeidad” y una invitación a la “reflexión sobre Europa y su construcción”, en la que el galardonado ha jugado un papel de “primer orden” durante la última década.

Rajoy ha sido el encargado de pronunciar la 'laudatio' del premiado y en ella ha indicado que, como señalara la propia Academia en 2012 en su Declaración 'Europa: una cultura para la solidaridad', Europa es “más una idea que una realidad geográfica o económica” y por ello, ha apuntado, requiere “de acción, de compromiso para su realización en la historia, mas también de reflexión, de recogimiento, de maduración para su alumbramiento”.

Según ha puesto de relevancia el presidente, “visión y ambición” son los vectores de “toda acción humana para la realización de una idea”, y para Rajoy “no hay mejor lugar para reflexionar” que el Monasterio de Yuste -lugar en el que se ha desarrollado la entrega del premio- a donde Carlos V, “un hombre que ha hecho la Historia, decide retirarse precisamente para reflexionar sobre la historia que ha hecho”.

“Carlos V fue un europeo: por de dónde venía, en su propia historia personal y familiar, y, sobre todo, por a dónde quiso ir. Pretendió la universalidad para afrontar un tiempo de mudanza. Heredó vastísimos territorios, en cuyos dominios no se ponía el sol. Podía haber hecho de ese mundo su mundo, prolongando el carácter diferencial del mundo hispánico como mundo de frontera; pero no se limitó a ello”, ha destacado.

En su 'laudatio', Mariano Rajoy también ha destacado que el emperador Carlos V supo ser un “gobernante universal porque apostó por Europa”. “De tal manera que no puede entenderse la Europa de hoy y el mundo de hoy sin la España de entonces y no puede entenderse la España de entonces sin la figura de Carlos V”, ha indicado.

Asimismo, ha considerado que “no puede tampoco entenderse ni la España de hoy ni el Portugal de hoy sin Europa”, algo que, como ha indicado, le complace poder afirmarlo en presencia del primer ministro de Portugal, su “buen amigo”, Pedro Passos Coelho, en un año en el que se conmemora el centenario de la primera Gran Guerra que “devastó” a los pueblos de Europa, pero también en el décimo aniversario de la ampliación “más ambiciosa” de la Unión Europa, aquella que permitió “coser las dos Europas”.

“España y Portugal estuvieron ausentes en el momento fundacional de la construcción europea. A causa de ello, en la Península Ibérica, Europa no sólo ha sido una idea; también y, sobre todo, fue un sueño. Un sueño y una motivación, la encarnación del cambio que para nosotros queríamos, de la voluntad de participar con los otros europeos en un proyecto común del que la historia nos apeó durante un período de común aislamiento y que fue una injusticia que la posterior historia corrigió con creces”, ha aseverado.

Para Rajoy, Europa fue el “argumento de la esperanza” con que españoles y portugueses quisieron salir de “la noche de los tiempos” y hacer la transición hacia la democracia. “Europa fue el faro que guió nuestra navegación e iluminó nuestro camino, la luz con que quisimos ahuyentar a los demonios de la historia, la misma que inspiró nuestros pasos y nos condujo hacia el puerto al que queríamos llegar”, ha indicado.

En esta línea, hace treinta años, según ha afirmado Rajoy, no se quería construir “una democracia y un estado cualquiera, sino un estado miembro de la Unión Europea”. “No queríamos una Europa que empezara en los Pirineos. No queríamos aquella 'Jangada de pedra' imaginada por quien fuera miembro de esta Academia y Premio Nobel de Literatura, José Saramago, para meditar sobre nuestro ser diferencial”, ha indicado.

Europa es un barco y Durao Barroso, su piloto

Como ha indicado el presidente del Gobierno de España, se quería en aquellos momentos embarcarse en el “barco europeo”, y participar en “su navegación, darle rumbo y sentido y enfilar a toda máquina hacia la fijación de las reglas de una gobernanza mundial basada en los principios de libertad, justicia, cohesión y solidaridad que son precisamente los principios sobre los que se asienta la Unión Europea”.

“Ese barco europeo, al que continuando la tradición de nuestros Magallanes y Elcano, nos subimos españoles y portugueses en 1986, necesita de personas para guiarlo. Durante los últimos diez años el piloto de esta nave europea ha sido José Manuel Durao Barroso, cuya trayectoria política simboliza de manera ejemplar el paso del navegar hacia Europa al navegar de Europa; de soñar en Europa a hacer Europa”, ha aseverado el presidente español.

Así ha dicho que, de primer ministro de Portugal a presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso ha guiado “con mano firme” la nave europea durante una década; el mismo tiempo, por cierto, que un antecesor suyo, Jacques Delors, primer galardonado con el Premio Europeo Carlos V, ha recordado Rajoy.

“José Manuel Durao Barroso ha ensanchado los límites de Europa hasta sus actuales veintiocho miembros, ha visto nacer el Tratado de Lisboa, verdadero pacto refundador de la Europa reconciliada tras la caída del Muro, ha afrontado la mayor crisis económica financiera de las últimas décadas reforzando y ampliando la zona euro, ha proyectado el protagonismo de Europa en la fijación de las reglas de la nueva gobernanza mundial y ha apostado sin ambages, como hizo en su discurso del 12 de septiembre de 2012, por la unión política de Europa”, ha valorado.

De este modo, con la concesión del Premio Europeo Carlos V a José Manuel Durao Barroso, se reconoce, ha dicho, el “rol fundamental insustituible” que desempeña la Comisión Europea en el “corazón del sistema institucional de la Unión Europea”, pero también “simboliza el protagonismo de una generación de mujeres y hombres portugueses y españoles en la conducción y navegación de Europa, hombres y mujeres que personificaron la vuelta a Europa y el deseo de quedarse para siempre implicándose profundamente en la hermosa aventura común de trabajar por la convivencia y el bienestar de todos los habitantes de nuestro continente”.

“Sé que si perseveramos, desde la solidez de nuestras convicciones y la firmeza de nuestros principios junto con el resto de los europeos en ensanchar los caminos de la libertad, la justicia, la cohesión y la solidaridad, los europeos tendremos por delante un mañana colmado de días azules y soleados porque ni el mundo ni nosotros podemos prescindir del proyecto de integración europeo ni de los valores que encarna”, ha resaltado el presidente español.

Así, para Rajoy, Durao Barroso ha contribuido con “su compromiso, su trabajo y su talento” a hacer realidad un “anhelo compartido por la mayoría de españoles”, entre los que se encuentra el mismo, según ha dicho, en concreto, al “logro de hacer realidad la irreversibilidad del proyecto europeo. Ya no hay marcha atrás, lo único que queda es caminar hacia delante”.

Durao Barroso se suma con este Premio Europeo Carlos V a un elenco de personalidades entre las que se encuentran Jacques Delors (1995), Wilfried Martens (1998), Felipe González (2000), Mijaíl Gorbachov (2002), Jorge Fernando Branco de Sampaio (2004), Heltmul Kohl (2006), Simone Veil (2008) y Javier Solana (2011).