En Guadarrama, ante José Mª Aznar y la plana mayor de la fundación FAES, Mariano Rajoy ha presumido de que su gobierno no ha debilitado la política social en aras de la recuperación económica. El presidente ha asegurado que es “una enorme falsedad” acusarlo de anteponer la salida de la crisis a los derechos de los españoles y a los servicios públicos como la atención médica o educativa.
Según ha asegurado Rajoy en la clausura de la undécima edición del campus, la sanidad “es más universal que antes porque no hay copago sanitario sino farmacéutico y eso ya existía antes”, y en materia educativa ha aumentado el presupuesto dedicado a becas. “Se atiende a los inmigrantes ilegales en unas condiciones al menos iguales que en otros países europeos”, ha presumido sin hacer ninguna referencia al hecho de que los inmigrantes en situación irregular no tienen derecho a la tarjeta sanitaria o a los retrasos en el cobro de las ayudas al estudio. “Hay quien dice que la recuperación se ha hecho a costa de la política social y no es cierto”, ha mantenido.
Mientras consigue que los primeros indicios de recuperación económica se traduzcan en mejoras reales para la situación de los españoles y creación de puestos de trabajo, Rajoy ha recetado optimismo y autoestima con el argumento de que “España es una gran nación” y de que “si nos visitan al año 60 millones de personas, será por algo”. Con estos ejemplos y el de tener “un estado del bienestar como no tiene casi nadie en el mundo” ha llamado a los españoles a un “patriotismo sereno, cívico y orgulloso”.
Además del consabido resumen de la gestión del Ejecutivo desde que tomó posesión en diciembre de 2011 y su ya tradicional explicación de cuando se daba por hecho el rescate, Rajoy ha presumido de sus reformas y se ha referido a las que vendrán. Entre ellas, una posible modificación legal para cambiar el método de elección de los alcaldes para que gobierne el partido más votado.
“He lanzado la idea de que el alcalde sea el cabeza de la lista más votada. No tiene ningún sentido que sea el segundo, el tercero o el cuarto”, ha dicho. El presidente no ha avanzado ningún detalle más sobre esta reforma ni sobre el excesivo número de aforados que hay en España entre políticos, jueces y fiscales. Se ha limitado a recordar que ha pedido al PP “que se abra un debate”, sobre el que se insistirá el próximo fin de semana en la escuela de verano que organiza el partido en Madrid.
Ante las sospechas de oportunismo con las que se ha sido acogida la iniciativa por parte de los otros partidos, Rajoy ha asegurado estar dispuesto “a escuchar a todos” para llegar a un acuerdo y ha retado a un debate serio en el que espera tener la “ayuda” del resto de partidos, especialmente del PSOE: “Vamos a comprobar que es más fácil opinar que decidir y criticar que construir”.
Como José Mª Aznar había aprovechado durante la presentación para referirse al “desafío secesionista que sufre España que pone en cuestión la Constitución, la unidad y la continuidad histórica”, Rajoy ha insistido en que no va a variar su posición. “Ese referéndum no se puede celebrar y no se va a celebrar”, ha zanjado. En esta cuestión, confía en que el PSOE no se mueva de los planteamientos en los que coincidía con Alfredo Pérez Rubalcaba, pero ha reconocido que va a tener que esperar a que el principal partido de la oposición “resuelva su situación”.