“El rey no me ha ofrecido formar Gobierno”. El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy, ha reconocido que no tiene apoyos para intentar la investidura. “Sea cual sea la decisión que adopte su majestad el rey, la respetaré”, ha afirmado en relación a la posibilidad de que el jefe del Estado encargue al candidato socialista, Pedro Sánchez, formar Gobierno.
Con la vicepresidenta, la secretaria general del PP y su jefe de gabinete sentados en primera fila, Rajoy ha explicado a los periodistas que en esta ocasión no ha tenido que declinar el ofrecimiento porque Felipe VI no se lo ha llegado a realizar. Aun así, ha negado que vaya a tirar la toalla después del segundo viaje fallido a Zarzuela. “¿Tiene posibilidades?”, se le ha preguntado. “Yo creo que sí, por eso mantengo mi propuesta y la de mi partido. Estamos en la misma situación que el 20 de diciembre. El PP ha ganado las elecciones y en ningún caso vamos a traicionar su confianza por enjuagues”.
Lo que no ha dicho esta vez con tanta contundencia es lo que afirmó cuando acabó su anterior visita al rey. En esa ocasión, el presidente aseguró que él no había cambiado de idea sino que no había dicho cuándo aceptaría ya que sólo un día antes había respondido con un “evidentemente” a si se sometería a la investidura. Como viene haciendo en las últimas semanas, el presidente en funciones ha vuelto a echar la culpa a los socialistas de su situación: “No puedo ser investido si no tengo entendimiento con el PSOE. que se niega de forma sistemática no al acuerdo, que puedo entenderlo, sino al diálogo, que no puedo entenderlo”.
“Sin el PSOE, el PP no puede formar este Gobierno que es el mejor para la defensa de los intereses españoles”, ha afirmado Rajoy. “Yo veo dos opciones, la que nosotros hemos propuesto, y la del radicalismo apoyada por partidos radicalmente contrarios a la Constitución. Le he dicho al rey que hoy no tenemos los apoyos, pero que vamos a esperar cómo se suceden los acontecimientos, y no renunciamos a lo largo de este proceso a presentarnos si el rey lo estima oportuno”.
Rajoy ha insistido en que solo un acuerdo del bipartidismo con la formación de Albert Rivera supone una apuesta “sensata”. “Le he explicado a su majestad el rey mi posición: el resultado de las urnas manda un mensaje nítido, que los españoles quieren que dialoguemos y nos entendamos para formar un Gobierno con el apoyo suficiente. Mi propuesta de Gobierno y del PP desde el 21 de diciembre es un Gobierno presidido del PP con el PSOE y Ciudadanos. Creo que este Gobierno tiene todo el sentido porque estas tres fuerzas políticas están de acuerdo en la unidad de España, la soberanía nacional, nuestra posición en Europa, en el euro, en la lucha contra el terrorismo y la creación de empleo”.
Las ventajas de esa gran coalición constituirían la seguridad de poder hacer “las grandes reformas que se necesitan en España para muchos años” y el respaldo mayoritario de ambas Cámaras. Además, en su opinión, es el mensaje de estabilidad que esperan el resto de países y las instituciones europeas.
La otra opción, la de que los socialistas llegaran a algún tipo de pacto con Podemos, IU y partidos independentistas, supone para el presidente en funciones “una alianza experimental y no de progreso”. En ese caso, no ha considerado posible que pueda mantenerse el crecimiento de la economía y la creación de empleo así como defender la unidad de la nación española y la lucha contra el terrorismo.
A propósito de la regeneración política por la que claman todos los partidos, Rajoy no ha reconocido estar inhabilitado para liderar un nuevo Ejecutivo a pesar de que la corrupción azota a su partido a muchos niveles. Obligado a responder por Rita Barberá, cercada por la detención de todo su equipo en el Ayuntamiento de Valencia, Rajoy ha repetido que la situación de la exalcaldesa “será la misma que cualquier militante del PP”.
Como han hecho los dirigentes de su partido en los últimos días, Rajoy ha derivado toda la responsabilidad al PP de Valencia: “A partir de ahora, la propia organización regional será la que vaya tomando las decisiones. Tanto el partido en esa comunidad como en su estructura nacional espera que Barberá dé el paso de ofrecer explicaciones públicas sobre su vinculación con la trama y las sospechas de financiación ilegal. La consigna repetida es que eso se producirá en cualquier momento aunque la senadora no ha mostrado signos de querer hacerlo.