Rajoy y Sánchez se reúnen para no ponerse de acuerdo en nada
La foto previa a la reunión entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy resume el clima de frialdad y la distancia que hay entre ambos. Aunque el presidente en funciones sí ha estrechado la mano a Sánchez cuando solo estaban presentes sus respectivos equipos, en el momento de repetirlo ante las cámaras el líder del PP ha preferido ajustarse la americana a corresponder al saludo del socialista, que ha tenido que retirar su mano tendida. Según han explicado después fuentes de Moncloa, ha habido un segundo apretón al terminar la conversación, pero la cita ha sido de trámite y ha durado una media hora. A tenor de lo explicado por Rajoy al terminar, la conversación ha consistido en una especie de diálogo de sordos.
“Yo le hablé de mi fórmula de gobierno y él no me habló de nada, tampoco yo le pregunté”, ha sido el resumen del jefe del Ejecutivo en funciones. Con este panorama, ambos han vuelto a poner de manifiesto que el acuerdo entre ellos es imposible aunque Rajoy no ha tirado la toalla del todo ya que ha insistido en que va a trabajar “para que el PSOE facilite un gobierno del PP” porque considera que aún “hay tiempo”. El líder del PP ha asegurado que sigue sin renunciar a la investidura mientras espera a ver “cómo evolucionan los acontecimientos”, es decir, si Sánchez consigue pasar el trámite o no.
“No descarto presentarme a la investidura porque la opción que defiendo todavía no se ha votado en la Cámara”, ha asegurado Rajoy antes de insistir en que no se arrepiente de haber declinado el ofrecimiento del rey: “No, hice lo que tenía que hacer. No hay precedente de un presidente que se presente a la investidura no haya sido elegido. Hice algo de lo que por supuesto no tengo que arrepentirme, no he engañado a la gente. Si hay otros que los tenga, me parece estupendamente, pero yo no tenía los votos. Si los tengo, puedo intentarlo, pero tampoco voy a tomar el pelo a la gente”.
Así, ha vuelto a insistir ante Sánchez en que la gran coalición de sus partidos con Ciudadanos es “lo mejor para España”. Toda la respuesta del secretario general del PSOE sobre el documento remitido este jueves con la oferta de cinco grandes pactos de Estado ha sido que lo había recibido. “No ha hecho ningún juicio de valor sobre el mismo”, ha explicado.
Rajoy se ha visto obligado a contestar a varias preguntas sobre la corrupción de su partido a raíz del reciente registro en la sede del PP madrileño por las sospechas de financiación ilegal y del caso de Rita Barberá. Sobre la responsabilidad de Esperanza Aguirre como presidenta del partido en Madrid, Rajoy ha respondido tirando de su argumentario sobre su disposición a estudiar más medidas para intentar atajarla y el hecho de que no haya habido “impunidad para nadie”. “No tengo nada más que decir sobre la señora Aguirre, lo que no se puede es condenar a la gente sin saber de qué se le acusa.
En cuanto a la exalcaldesa de Valencia y a la pregunta concreta de si había hablado con ella, el líder del PP ha sido aún más esquivo. “Sobre ese asunto ya he dicho lo que tenía que decir”, ha zanjado. A pesar de la cascada de casos que han azotado a su partido, él ha negado sentirse “acorralado” por el problema.
Dado que es tanta la distancia que los separa, la mayor parte de la conversación se ha centrado en la importancia de mantener una posición común sobre la unidad de España y las ansias independentistas de Cataluña y han comentado el próximo Consejo Europeo que tendrá lugar en Bruselas los próximos días 18 y 19 de febrero. A la espera de que el ministro de Asuntos Exteriores comparezca en la comisión del Congreso el día 17 para acordar con los grupos una posición común, Rajoy ha explicado que lo único que le ha pedido a Sánchez es que el presidente del Gobierno “no puede ir a una reunión con un mandato cerrado porque entonces no puede hablar”, por lo que ha pedido un margen de flexibilidad para poder tomar “las decisiones que correspondan”.