Rato se defiende argumentando que devolvió el dinero de la tarjeta 'black'
Rodrigo Rato quiere que la justicia tenga en cuenta que él devolvió el dinero que gastó con su tarjeta black de Bankia ahora que se acerca el momento de sentarse en el banquillo. Su defensa ha presentado un escrito, al que ha tenido acceso eldiario.es, en el que asegura que “dicho inciso supone tanto como aclarar la conducta del señor Rato en relación con los hechos que se describen”.
El abogado de Rato se refiere a los hechos que describe el juez Fernando Andreu en su auto de pase a procedimiento abreviado, el equivalente al procesamiento cuando los delitos que se aprecian conllevan penas inferiores a nueve años, dictado el pasado 23 de diciembre.
El magistrado concluye que los hechos investigados podrían constituir los delitos de administración desleal, respecto de aquellos imputados que ocuparon cargos en los Consejos de Administración de ambas entidades, o de apropiación indebida en el resto de supuestos.
Andreu no entra a describir la conducta de cada uno de los 66 imputados y, pese a que así lo admite la defensa de Rato, ésta añade que la devolución del dinero es “un elemento esencial” para “ejercitar adecuadamente el derecho de defensa” del que fuera presidente de Caja Madrid y Bankia y por ello pide que el juez realice tal aclaración.
Es más, la defensa de Rato pone en valor que la devolución del dinero se produjo “con antelación a la incoación de la presente pieza separada” del caso Bankia. El escándalo de las tarjetas estalló en octubre de 2014. Para entonces, el expresidente de la entidad ya había devuelto 54.000 euros. Debido a una filtración, Rato sabía que la entidad desarrollaba una investigación interna. De esta manera, Bankia adjuntó a su informe original sobre el caso de las tarjetas que Rato ya había devuelto el dinero.
Según la propia versión de Bankia, su actual dirección supo de la existencia de las tarjetas ‘black’ por una información de eldiario.es de diciembre de 2013. En uno de los denomiandos correos de Blesa se revelaba la existencia de los plásticos opacos al fisco. El resultado de la auditoría interna fue trasladado al FROB y de ahí a la Fiscalía Anticorrupción. Nacía el caso de las ‘tarjetas black’ con la constatación de que Rato había devuelto el dinero gastado con su plástico de Bankia.
No así con el dinero gastado en la etapa de Caja Madrid, un total de 44.200 euros. Su heredera, la Fundación Caja Madrid no se ha personado en la causa como perjudicada, ni ha articulado un mecanismo para recuperar los fondos.
Para gastos personales
El juez dio el pasado 23 de diciembre un plazo de diez día a las partes para presentar los escritos de acusación o bien, de sobreseimiento de la causa. En el auto, Andreu afirma que “en un principio” (1994) las tarjetas tenían por objeto “hacer frente a los gastos de representación o relacionados con actividades profesionales”, pero que se terminaron entregando los plásticos a miembros del Consejo de Administración, la Comisión de Control y la alta dirección “con unos fines completamente distintos” a los citados gastos de representación. En total, la investigación ha podido identificar el gasto de 15,2 millones de euros con las tarjetas de forma irregular.
Además, las tarjetas se aprobaron en consejos de administración, lo que convritió su entrega “en una remuneración irregular”. “Se podía disponer de su saldo libremente, sin necesidad de justificar el concepto por el que se disponía de cada tarjeta, y todo ello teniendo en cuenta que, según se informa por Bankia, junto a estas tarjetas, los consejeros o ejecutivos disponían de otra tarjeta de empresa”, describe el magistrado. Los plásticos, continúa, no tenían “soporte contractual, ni previsión estatutaria”.