La primera sesión de control al Gobierno del mes de mayo en el Congreso de los Diputados ha estado marcada este miércoles por la resaca de las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo en las que arrasó el PP de Isabel Díaz Ayuso. Además, durante toda la sesión y en los pasillos del hemiciclo sobrevuela ya la amenaza del adelanto electoral en Catalunya por la falta de acuerdo para formar el Govern entre las fuerzas independentistas.
Por los últimos movimientos en la política catalana, miembros del Ejecutivo de Pedro Sánchez sospechan que los catalanes están abocados a volver a las urnas en verano. “Lo deducimos por los movimientos externos”, señalaba una de las integrantes del Consejo de Ministros. “Una vez que Junts ha roto la negociación y ERC ha dicho que con el PSC 'no', veo poco margen”, apuntaba otro miembro del Gobierno, que en conversación informal con periodistas aventuraba que esas nuevas elecciones serán el 18 o el 19 de julio.
En el Ejecutivo lamentan que desde el partido republicano estén “jugando” a que haya elecciones “antes de que gobierne el PSC” de Salvador Illa, primera fuerza de Catalunya en las elecciones del 14 de febrero. Según explicó este miércoles un ministro, los socialistas han ofrecido a ERC “hacer un gobierno de izquierdas” incluso abriéndose a integrar a los republicanos en esa nueva Generalitat. “Pero con con nosotros no quieren ni hablar”, lamentaba.
Moncloa no teme esos nuevos comicios porque los ministros socialistas consideran que “si hay elecciones los catalanes votarán a quien sí quiere gobernar”, que a su juicio es Illa. Su lectura de las negociaciones entre las fuerzas independensitas es que “Junts pensaba que podía estirar la negociación y han agotado la paciencia de ERC”. La conclusión es que esos dos partidos “no se soportan” y que “no hay hoja de ruta compartida” por lo que el escenario más probable que maneja el Gobierno es que haya elecciones.
La “hoja de ruta del reencuentro”
La situación en Catalunya se colaba en el Pleno del Congreso durante una pregunta parlamentaria realizada por el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, a Pedro Sánchez. “Llegados a este punto a lo mejor en Catalunya se podría pensar en un Gobierno de izquierdas porque hay una mayoría parlamentaria liderada por quien ganó”, le respondía el presidente del Gobierno al dirigente republicano, al que ha asegurado que el Ejecutivo mantiene la “hoja de ruta del reencuentro” en Catalunya para tratar de buscar una solución al conflicto político.
Rufián, por su parte, se ha reivindicado frente a las críticas de Junts por el diálogo emprendido con el Gobierno. “Son tiempos curiosos en que ultraderecha y derecha a veces coinciden en acusaciones con el independentismo de derechas. A este grupo y a mí nos llaman filosocialistas por apostar por el diálogo, por la política con ustedes”, ha dicho el diputado catalán, que ha asegurado que hizo el discurso “más salvaje” contra los socialistas por “regalar” el Gobierno a Rajoy y que tiene “familiares” víctimas de las “traiciones” de los socialistas en los años 90.
“Lo que no entiende esta derecha que grita, el independentismo de derechas, no es que queramos hacer política porque seamos lo mismo que ustedes. Queremos hacer política con ustedes porque somos lo contrario a ustedes porque de eso va esto. No creo en ustedes, creo en el momento histórico que nos ha tocado vivir. No creo en su voluntad creo en su necesidad”, ha dicho Rufián, que ha reconocido que Sánchez preferiría un mayor peso de Ciudadanos en el Congreso. “Lo que no haga ahora, no lo va a hacer con un Gobierno de PP y Vox y, si no, pregúntele a Zapatero”, le ha advertido sobre el conflicto catalán.
Al mismo tiempo, durante el Pleno el PP trató de hacer valer su triunfo en las elecciones madrileñas. “En un año y medio de legislatura usted ya es un pato cojo, pero deje de meter la cabeza en el suelo como una avestruz”, le ha dicho Pablo Casado a Sánchez, acusándole así de estar ya desgastado como presidente, y tras reprocharle el batacazo del PSOE en las elecciones madrileñas con “el peor resultado de su historia” y tras haber sido “sorpasado por Errejón”, ha dicho, en alusión a Más Madrid.
Rivera y Zapatero reaparecen durante el debate
Ante la euforia de los populares, que ya se ven en la Moncloa por las últimas encuestas que auguran que podrían ser primera fuerza tras el impulso en Madrid, Sánchez ha avisado al líder del PP de que “sus urgencias no son las de los españoles”. “Le miro, le escucho atentamente y pienso que la historia se repite. Se le está poniendo cara de Albert Rivera”, ha afirmado Sánchez, a lo que Casado le ha respondido: “Señor Sánchez, a usted se le está poniendo cara de Zapatero”.