ERC se mantiene en el 'no' a la investidura de Pedro Sánchez tras la primera reunión de los equipos negociadores. PSOE y ERC han coincidido en mantener la interlocución y se volverán a reunir en el Congreso el próximo 3 de diciembre, tras la sesión de constitución de las Cortes. La voluntad de las dos formaciones es mantener después de esa cita una tercera en Barcelona. Las dos partes reconocen la necesidad de mantener el “diálogo” con el objetivo de solventar el “conflicto político” en Catalunya. El reconocimiento de una crisis “de naturaleza política” era una de las condiciones que había trasladado el partido de Oriol Junqueras a los socialistas en los últimos días. Fuentes de ERC subrayan que es importante que el PSOE reconozca que es un conflicto de naturaleza política.
Socialistas y republicanos han informado de su primer encuentro a través de sendos comunicados en los que han trabajado más de una hora desde que ha terminado la cita. Ambos textos reconocen que hay una voluntad de seguir hablando, pero constatan “diferencias” entre las dos partes que llevan al grupo que pilota Gabriel Rufián a mantener el rechazo a la investidura de Sánchez, que necesita la abstención de los trece diputados independentistas para que salga adelante.
El PSOE asume, como pretendía ERC, que el problema en Catalunya es un “conflicto político” y también acepta implícitamente una mesa entre gobiernos al plantear “encauzarlo desde el diálogo y el entendimiento institucional”, según figura en el comunicado de Ferraz, que insiste fundamentalmente en la necesidad de desbloquear el país con la investidura. “Aunque los diagnósticos de las partes no son coincidentes, sí comparten la necesidad de poder retomar la vía del diálogo entre partidos e instituciones, así como implicar en ésta a la sociedad civil. Un diálogo que debe ser abierto y sincero”, reza el texto de ERC.
El PSOE apuesta por el “entendimiento institucional”
Los republicanos catalanes, por su parte, aspiran a que esa “mesa de negociación” se base en “cuatro pilares”: “Que sea entre gobiernos, sin apriorismos ni temas vetados, con calendario y con garantías de cumplimiento”.
La formación independentista no plantea específicamente la autodeterminación ni la amnistía, dos temas que el PSOE ha dejado claro que rechazará de plano. No obstante, el Gobierno de Sánchez ya permitió que el Govern lo planteara en la primera reunión de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat del año pasado.
Los equipos conformados por Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa por parte del PSOE y de Gabriel Rufián, Marta Vilalta, y el diputado en el Parlament, Josep María Jové, por parte de ERC se han reunido durante cerca de dos horas y cuarto en una sala del Congreso de los Diputados. Esta vez el encuentro no se ha producido en el espacio reservado para el PSOE en el edificio de la Carrera de San Jerónimo, como ha sucedido en otras negociaciones, sino en un espacio neutral.
Los representantes republicanos han tirado de simbología con tres bolígrafos por la libertad de Carme Forcadell, la expresidenta del Parlament condenada por el Tribunal Supremo, y con agendas tipo 'moleskine' como la que fue hallada por la policía en casa de Jové, uno de los negociadores. Esa libreta, usada por el entonces máximo colaborador de Oriol Junqueras para tomar notas sobre el procés, fue una de las pruebas principales en el inicio de la investigación sobre la causa contra el independentismo. Jové está además imputado en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por su presunta participación en los preparativos del 1-O.
Negociación en dos fases
A la cita para abordar formalmente la investidura de Pedro Sánchez ambas partes han llegado con buena parte del camino allanado. Los republicanos catalanes han llegado con un planteamiento de mínimos para facilitar la gobernabilidad. Rufián explicó en su última rueda de prensa que necesitaban el compromiso del PSOE de fijar un calendario para la resolución del conflicto catalán, pero no pondrán en esta fase exigencias como la autodeterminación o la amnistía para los líderes independentistas.
Esa propuesta causó un cierto optimismo en el Gobierno, que ha dado la máxima relevancia a esta reunión entre partidos y que deja para una segunda fase la negociación sobre la resolución del problema territorial. La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, aseguró esta mañana que “hay puntos en común para tener un gobierno progresista”. La dirigente socialista reconoció que, tras la investidura, se abordará la siguiente negociación: “Esto es de lo que vamos a hablar y naturalmente encontrar cauces que nos permitan, más adelante, a corto y medio plazo, encontrar una salida viable y necesaria a la situación de Catalunya”.