La guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz en 1992, opinó hoy que la renuncia del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, es “inevitable”, máxime después de que el Supremo autorizó al Congreso para que determine si retira la inmunidad al mandatario.
“Yo creo que la renuncia del presidente es inevitable, a menos que los guatemaltecos estén dispuestos a sentar un precedente de impunidad y de permitir que la persona más alta de su diligencia nacional (...) esté vinculada al crimen organizado”, declaró Menchú a Efe.
La Corte Suprema de Justicia de Guatemala resolvió este miércoles dar trámite a una denuncia por corrupción presentada por el diputado opositor Amilcar Pop contra el presidente Pérez Molina por un caso de corrupción en el Seguro Social.
Los 13 magistrados del Supremo tomaron la decisión por unanimidad, dijo el presidente del organismo, José Baquiax, y afirmó que el expediente del caso se remitirá “inmediatamente” al Congreso.
Al Parlamento “le corresponde formar una comisión” para determinar si le retira la inmunidad a Pérez Molina, cuyo mandato termina en enero de 2016, añadió Baquiax.
Menchú subrayó que, en caso de que Pérez Molina no renuncie, existe el peligro de que la crisis actual se extienda al próximo Gobierno, y de que se levanten más movimientos sociales en los próximos meses.
Por ello, abundó, “no hay otra alternativa” que la renuncia de Pérez Molina, máxime si los ciudadanos guatemaltecos están a favor de la transparencia.
Ante los recientes escándalos de corrupción en Guatemala Menchú, al igual que sectores civiles y miles ciudadanos en la calle, ha pedido la dimisión de Pérez Molina, quien ha descartado esa posibilidad y ha renovado su gabinete con la promesa de buscar la transparencia.
Para Menchú, el mandatario “sabía lo que pasaba” en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y “a todas luces no es inocente”.
La líder indígena reconoció que la decisión del Supremo es “consecuente” con la defensa de la institucionalidad de la democracia, y con quitar la etiqueta de “narco-Estado” que ostenta Guatemala, según dijo.
No obstante, Menchú apuntó que el Congreso es un ente “verdaderamente manejable”, principalmente en período electoral, porque, dijo, los diputados temen que se aplacen los comicios previstos en septiembre próximo.
Menchú también criticó la supuesta intervención de la embajada de Estados Unidos, que expresó su apoyo al presidente guatemalteco.
“Aquí hay algo que se está cocinando desde la Embajada (de EEUU) y, lamentablemente, la decisión del Congreso no dependerá de la independencia de los diputados sino de la Embajada”, lamentó.
En este sentido, indicó que el Parlamento debería retirarle la inmunidad a Pérez Molina, pero, actualmente, el ente está “en su peor momento”.