El abogado de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, ha manifestado que su clienta se encuentra “muy débil físicamente”, tras visitarla este lunes en el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac) donde está ingresada. También ha ratificado que pedirá que se se reconsidere la decisión de trasladarla a la prisión de A Lama (Pontevedra).
Mientras, a preguntas de los periodistas, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, ha reiterado que esta decisión corresponde a Instituciones Penitenciarias. “Supongo que por razones que convienen a los presos”, ha apostillado.
Sobre la medida, en declaraciones a Europa Press, el letrado ha dicho que, al no existir una comunicación del traslado desde Teixeiro (A Coruña) a la cárcel de A Lama por escrito, esto le impide formalizar cualquier tipo de recurso.
Por ello, ha señalado que su intención es formalizar este miércoles, ante la dirección de la prisión, que se reconsidere el traslado, entre otros argumentos, porque, a su juicio, con ello, se “dificulta el derecho de defensa” que ejerce en su caso.
Sobre la decisión del traslado, que por parte de Instituciones Penitenciarias han confirmado que está preparado a la espera de que los médicos den el alta a Rosario Porto, ha asegurado que se enteró por su clienta, ingresada desde el pasado viernes en el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña tras una ingesta de pastillas.
“ABSOLUTAMENTE HUNDIDA”
Frente a las manifestaciones de Instituciones Penitenciarias, según las cuales Porto habría respondido mal a la medicación que se le está dando, el letrado ha reiterado que su clienta le confirmó que tomó los fármacos tras comunicarle que la iban a trasladar.
Así, ha indicado que “ella estaba dando señales”. “Está absolutamente hundida y no tiene fuerzas para seguir adelante”, ha resumido Gutiérrez Aranguren quien ha admitido que se lo “esperaba”.
Mientras, tras visitarla este lunes en el Chuac, ha afirmado, sobre su estado, que se encuentra “muy débil físicamente” y que no pudo mantener una conversación con ella, más que intercambiar algunas palabras. Además, ha confirmado que estaba sin respiración asistida.
Sobre el alta a su clienta, ha recalcado que él no recibe información a este respecto y que tampoco por parte de Instituciones Penitenciarias le dicen “nada”.
NEGATIVA A RECONOCER EL ASESINATO
En cuanto al traslado, lo ha vinculado con la negativa de su clienta a reconocerse como autora del asesinato de su hija adoptiva, Asunta Basterra, unos hechos por los que ella y su exmarido, Alfonso Basterra, cumplen una condena de 18 años de prisión.
“No progresa, es la expresión oficial”, ha apuntado. Así, ha explicado que, en estos casos, se pide a los presos, como parte del tratamiento que reciben, que reconozcan los hechos. “Pero ella dice que no fue”, apunta en línea con el testimonio que mantuvo Rosario Porto durante el juicio.