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Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias se disputan la centralidad del triángulo

Vistalegre alumbró los tiempos de la centralidad del tablero en el lenguaje político. Podemos defendía que la izquierda y la derecha eran “una metáfora” y que reivindicarse de izquierdas los situaba en “el extremo del tablero que interesaba al régimen”. Al modo del 15M, Pablo Iglesias y su equipo preferían otras referencias: arriba-abajo, 99%-1%...

La campaña electoral del 20D evidenció un tablero mediático de cuatro, pero del resultado no se desprende que se haya “pateado” hasta el punto de quebrar el bipartidismo representado por PP y PSOE: no salen los números para una investidura sin el concurso de PP y PSOE.

El tablero, aun “pateado”, está dibujando tres opciones de investidura: PP-PSOE-Ciudadanos –la preferida de Mariano Rajoy–; PSOE-Ciudadanos-Podemos –la apuesta de Pedro Sánchez–; y PSOE-Podemos-confluencias-IU-nacionalistas –propugnada por Pablo Iglesias–.

“La política tiene mucho de geometría, y siempre manda quien está en el ángulo superior del triángulo”, afirma una dirigente de IU. Y, de momento, Sánchez y Rivera están disputando esa centralidad del triángulo. Pero no sólo: la oferta de Iglesias a Sánchez también intentaba situar a Podemos en ese espacio: a un lado, el PSOE; al otro IU, ERC y nacionalistas.

El candidato del PSOE, por su parte, está decidido a pedir que Ciudadanos se incorpore a las negociaciones propuestas por Podemos para decidir la configuración de un virtual Gobierno alternativo al PP, si el rey decide encargarle esta semana que intente defender una investidura. Se trata de un movimiento muy complejo, que obligaría al PSOE a conseguir que se entiendan dos formaciones que ya se han vetado mutuamente. El acercamiento a Ciudadanos calmaría la preocupación que entre algunos barones ha generado la propuesta de Podemos, evidenciada en el Comité Federal del PSOE de este sábado, donde algunos dirigentes socialistas parecían más cómodos con la idea de Felipe González de dejar gobernar al PP que intentarlo con Podemos –calificado como “leninismo 3.0” por el expresidente–.

Mientras tanto, Rivera ha emplazado a Rajoy y Sánchez a sentarse a negociar un Gobierno a tres esta misma semana: “Es el momento de pactar un Gobierno para una segunda Transición, por encima de los tacticismos”.

Pero esa disputa por la centralidad del triángulo lleva, irremediablemente, a mandar a otros al espacio exterior.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, reivindica los 250 diputados que suman PSOE y Ciudadanos para lograr un Gobierno “constitucional” y pone como ejemplo el pacto para conformar la Mesa del Congreso. Es decir, deja fuera a Podemos y coloca a Ciudadanos en el centro del triángulo. 

La opción de Sánchez, de “mirar a izquierda y derecha”, se encuentra con que dos de esas esquinas no quieren formar parte del triángulo: tanto Ciudadanos como Podemos han descartado un acuerdo que implique al otro. “La opción de ponernos de acuerdo con los dos no es posible”, ha asegurado Pablo Iglesias ante los medios antes de la primera reunión del grupo que lidera en el Congreso este lunes. “Una cosa es legislar y otra ser socios de Gobierno”, ha puntualizado Rivera, en referencia al acuerdo a dos bandas que plantea Sánchez con Podemos y su partido.

Y tanto Rivera como Iglesias han emplazado este lunes a iniciar las conversaciones y elegir: el primero, a Rajoy y Sánchez; el segundo, a Sánchez.

La visita este martes a Zarzuela de Sánchez y Rajoy puede desencadenar la cuenta atrás. Y quien conquiste la centralidad del triángulo será decisivo para que no se repitan las elecciones y se haya Gobierno.