Sánchez alerta de un “recorte obsceno de derechos a cambio de votos” tras el acuerdo de PP y Vox en Extremadura

“Ha ocurrido lo que sabíamos que iba a ocurrir”. Así se ha pronunciado Pedro Sánchez después de que la líder del PP en Extremadura, María Guardiola, haya llegado a un acuerdo para gobernar con Vox, pese a haberse rebelado hace tan solo unos días. “Allí donde pueda gobernar porque den los números, gobernarán”, ha dicho enviando un claro mensaje al electorado progresista en una rueda de prensa en Bruselas en las que en algunos momentos se ha quitado el traje de presidente y se ha puesto el de candidato.

“Debemos tomar nota de lo que está ocurriendo con los acuerdos que están alcanzando Feijóo y Abascal”, ha agregado Sánchez, que ha asegurado que lo importante es el “para qué” y no el “con quién” dibujando la estrategia frente al ataque por sus pactos con las fuerzas independentistas. “Una cosa es pactar con partidos recortes en derechos a cambio de votos y otra cosa es pactar con partidos para avanzar en derechos”, ha dicho antes de referirse a las primeras medidas que se han adoptado en municipios gobernados con la extrema derecha en los que el PP ha aceptado borrar las banderas LGTBI de las instituciones.

“Quitar una bandera LGTBI es quitar derechos, no reconocer unos derechos que están reconocidos por ley”, ha condenado Sánchez, que más allá del “reproche”, ha asegurado que “causa sonrojo” y que algunos colegas europeos, que no ha detallado, que están “francamente sorprendidos y contrariados con la involución que se está produciendo en ciertos debates en los que España había sido un ejemplo y ahora, desgraciadamente desde el 28 de mayo, está siendo un contraejemplo”.

Sánchez ha insistido en que “allí donde haya un gobierno de coalición” de PP y Vox “ese territorio va a retroceder y, en consecuencia, España va a retroceder”. El líder socialista, que adelantó las elecciones generales tras la derrota en las municipales y autonómicas, se ha mostrado hasta cierto punto optimista en un momento en el que el PSOE empieza a coger aire. Así, su análisis es que el 28 de mayo hubo “una hipermovilización del electorado del PP y Vox” y un “retroceso” del progresista que, a su juicio, quedó reflejado en al caída de la participación. No obstante, ha sostenido que la pérdida de poder institucional obedece a la “división a la izquierda” del PSOE que considera que ahora se puede revertir porque “hoy hay un único proyecto” en referencia a la plataforma Sumar que lidera Yolanda Díaz. “Vamos a ganar las elecciones”, ha respondido a una pregunta sobre el eventual relevo al frente de la presidencia española de la UE.

Aunque ha insistido en que no debe caer en la “autocomplacencia”, ha sacado pecho del crecimiento económico de España, que es el país de los grandes de la UE con una menor evolución de la inflación, bajando del umbral del 2% y situándose en la tasa más baja desde 2021. Por eso ha reiterado que no se debe “derogar lo que funciona” en referencia a la enmienda a la totalidad de su gestión que el PP dice que hará.

No obstante, ha aprovechado para pronunciarse sobre el cambio de posición de Feijóo respecto a la reforma laboral, que ahora dice que es “sustancialmente buena” y que dejará “intacta”. “Es curioso que hayan pasado de derogar el sanchismo a reconocer que la reforma laboral es buena para España”, ha dicho “con sarcasmo” el presidente del Gobierno, que ha ironizado sobre el hecho de que el PP ahora “se acuerda” del diputado Alberto Casero, cuyo error en la votación permitió sacar adelante ese texto pactado con sindicatos, patronal y la Comisión Europea.

Sánchez se ha pronunciado así en una rueda de prensa en Bruselas tras participar en la reunión del Consejo Europeo, que ha acabado sin conclusiones de la parte de migración por la rebelión de Hungría y Polonia contra el pacto migratorio allanado por los 27. Tras la cumbre, el presidente del Gobierno pondrá rumbo a Ucrania, donde pasará el primer día de la presidencia rotatoria de la UE que España asume a partir de este sábado. La visita, que responde a una invitación de Volodímir Zelenski, tiene una importante carga simbólica. “Esto dice mucho de lo importantes que los próximos seis meses van a ser para Europa”, le dijo el presidente ucraniano a los líderes de la UE en su intervención por videoconferencia el jueves.