Sánchez anuncia ante Zelenski el envío de más de 200 toneladas de armamento y colaboración con la Corte Penal Internacional
Más apoyo militar y cooperación en la investigación de los crímenes de guerra. En una visita relámpago a Kiev el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha anunciado este jueves ante el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, un nuevo envío de armamento a Ucrania a través del buque Ysabel que se encuentra camino de Polonia con 200 toneladas de municiones y otro material militar, 30 camiones y 10 vehículos ligeros. “Es la mayor entrega hecha hasta ahora”, ha subrayado Sánchez en la rueda de prensa donde ha comparecido junto al presidente ucraniano y a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en una sala de la residencia presidencial, en medio de fuertes medidas de seguridad, tras la reunión que los tres mantuvieron durante más de una hora. Sánchez también ha asegurado que España contribuirá con un equipo multidisciplinar de ocho expertos del Ministerio de Interior y 39 forenses el trabajo de la Corte Penal Internacional para la investigación de los crímenes de guerra que las tropas rusas hayan podido cometer. “Las atrocidades no pueden quedar impunes”, ha dicho Sánchez. “Putin tendrá que rendir cuentas por sus crímenes”.
“Hoy desde Kiev quiero decir que los ucranianos no están solos, Europa está con vosotros y el mundo no os abandonará”, ha declarado Sánchez, en la que es la primera visita de un presidente del Gobierno español a Ucrania, organizada en coordinación con el Gobierno danés. Junto a la primera ministra danesa, llegaron esta mañana a la capital ucraniana tras un viaje de 12 horas en un tren especial nocturno desde Polonia. En la estación les ha recibido la vice primera ministra de Asuntos Europeos, Olha Stefanishyna. Antes del encuentro con Zelenski los dos se han desplazado hasta la ciudad de Borondyanka, a unos 40 kilómetros de la capital, donde vieron el alcance de la destrucción en la ciudad y escucharon de primera mano el relato de los vecinos que vivieron bajo la ocupación rusa.
“Nos hemos conmovido y emocionado”, ha admitido Sánchez hablando de los testimonios de los habitantes sobre el trato de las tropas rusas, la imposibilidad de recuperar los cuerpos de sus compatriotas o de rescatar a gente que acabó muriendo. “Un potencial genocidio”, lo ha definido el presidente del Gobierno en su comparecencia, que ha sido principalmente en inglés. “No solamente estamos hablando de crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra. Será la Corte Penal Internacional la que tendrá que certificarlo pero yo en mi primera intervención he abierto la puerta a ello”, ha dicho contestando a una pregunta directa de los periodistas, quienes han tenido que entregar sus dispositivos móviles antes del acceso a la rueda de prensa, por razones de seguridad. Por esa misma razón, Moncloa ha difundido posteriormente las imágenes que no se han emitido en directo.
Sánchez se ha comprometido en varias ocasiones a prestar toda la ayuda militar y humanitaria que reclame el Gobierno de Zelenski, a pesar de que el envío de armamento de forma bilateral genera discrepancias en el seno del Gobierno de coalición por el rechazo de Unidas Podemos. Pero desde Moncloa siempre han defendido que la política exterior la dirige el presidente. La ayuda humanitaria para Ucrania alcanza ya los 31 millones de euros, la mayor cifra que se ha dado en bloque para un país. De ellos, 23 millones son para las consecuencias directa del conflicto y ocho millones están destinados a apoyar a los países fronterizos para la acogida de los refugiados. Antes de partir hacia Ucrania, el presidente visitó el miércoles el centro de acogida de refugiados de Málaga, tras haber estado anteriormente en los de Madrid, Alicante y Barcelona. Unos 137.000 ciudadanos ucranianos han llegado a España desde el 24 de febrero, en su mayoría mujeres y niños, y de ellos más de 60.000 se han acogido a la orden de protección temporal.
La visita de Sánchez y de la primera ministra danesa se produce en el marco del apoyo que líderes europeos quieren mostrar a Ucrania frente a la invasión rusa. Los primeros en acudir a la zona en conflicto fueron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Layen, y el alto representante, Josep Borrell. También viajaron al país en las últimas semanas los presidentes de Polonia, las repúblicas bálticas y Reino Unido, además del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que este miércoles en Kiev comentó ante Zelenski que las sanciones a Rusia acabarán afectando al gas y el petróleo, un asunto que divide a la UE especialmente por las resistencias de Alemania. Ni Sánchez ni Frederiksen se han pronunciado hoy abiertamente sobre la inclusión de un embargo al petróleo y gas rusos en la sexta ronda de sanciones que los socios europeos están negociando. “La posición más importante de la Unión Europea es la unidad. Con esta unidad hemos sido capaces de aprobar cinco paquetes de sanciones económicas. Es importante mantener la unidad porque es el principal activo que tenemos frente a Putin. Hablaremos de ellos y creo que las sanciones y la fuerza de nuestra unidad representan algo”, ha dicho Sánchez, en la misma línea de su homóloga danesa.
“Putin trataba de dividirnos y en esto ha fracasado. Ucrania es parte de Europa”, ha comentado Frederiksen. Un mensaje repetidos varias veces durante la comparecencia en la que Zelenski ha agradecido el apoyo recibido. “Es un gran honor para nosotros tener países de dos regiones diferentes de Europa, una señal potente”, ha dicho antes de explicar que gran parte de la reunión que han mantenido se ha centrado en la que es la principal petición de Kiev ante la “batalla del Donbás”: más armas y, sobre todo, más armamento pesado.
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