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Sánchez y Díaz se vuelcan en la calle para combatir la desafección y las encuestas

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, el pasado julio, en el Congreso.

Iñigo Aduriz

11 de septiembre de 2022 21:44 h

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Con las encuestas en contra que vaticinan ya un triunfo de la derecha –con el PP a la cabeza– en el caso de que se produjesen ahora unas elecciones generales, la izquierda en el Gobierno se enfrenta además a un complejo último año de legislatura marcado por la creciente inflación y la crisis energética causada por la guerra de Ucrania. El propio presidente, que descarta que España vaya a sufrir cortes de suministros, sí admitió este martes en el Senado que “tenemos un futuro inmediato plagado de incertidumbre que va a depender de cosas que se nos escapan a los gobiernos de la Unión Europea porque van a depender de Putin. Lo que estamos haciendo es prepararnos para lo peor”, reconoció Pedro Sánchez en su comparecencia.

En este contexto, tanto Sánchez como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, líder del espacio de Unidas Podemos que aspira a aglutinar en torno a su proyecto político –si finalmente confirma ese paso– a todo el electorado que se sitúa a la izquierda del PSOE, han decidido salir a las calles y poner en marcha sus respectivas iniciativas de escucha ciudadana, que se intensificarán este otoño.

El objetivo es reconectar con los votantes progresistas, luchar contra la desafección ciudadana generada por el desgaste de cuatro años en el Gobierno y tratar de dar la vuelta a los sondeos tanto de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo –la izquierda se juega mantener el poder en un puñado de comunidades– como para las generales de diciembre de 2023. Los socialistas y los partidos que apoyan a Díaz confían en poder reeditar la coalición de la presente legislatura y frenar las opciones de llegar a la Moncloa al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que podría necesitar la ayuda de la extrema derecha de Vox.

Ambos espacios consideran imprescindible el contacto directo con el electorado de izquierdas. Díaz fue la pionera iniciando en julio Sumar, el proceso de escucha a la sociedad civil tras el cual decidirá, a finales de este año, si finalmente concurre como candidata a la Presidencia del Gobierno como le piden Podemos, IU, En Comú, Más País y otros partidos a la izquierda del PSOE. Sánchez, por su parte, consciente de que su vicepresidenta segunda le gana en todas las encuestas en popularidad y simpatía por parte de la ciudadanía, también ha puesto en marcha su propio plan de escucha, que le llevará a protagonizar más de 30 actos en las calles de aquí a diciembre.

Díaz: “Se suma desde abajo y escucharnos es fundamental”

Díaz reivindica esa fórmula “frente a las decisiones que se toman en los despachos de las capitales sin hablar con la gente”, tal y como explicó sábado de la semana pasada en el acto de Sumar que protagonizó en la comarca de O Courel, en Lugo. Desde allí volvió a mandar un mensaje a las formaciones políticas que aspiran a formar parte de este proyecto, y que Díaz quiere que tengan un papel secundario. “No se suma desde arriba, se suma desde abajo. Y escucharnos es fundamental para cambiar las cosas”, agregó.

Es un mensaje muy similar al que lanzó este viernes en Bilbao, donde Díaz mantuvo encuentros con representantes de pymes y cooperativas de transformación social así como con agentes culturales. Ese formato de reuniones con representantes de la sociedad civil llevará a la vicepresidenta a viajar por todo el país durante los próximos cuatro meses, mientras compagina la compleja construcción de ese proyecto político con su labor en el Gobierno como ministra de Trabajo en un contexto económico adverso.

“Impulsamos un movimiento ciudadano, desde la sociedad, en el que el protagonismo es vuestro, no nuestro. Vosotros vais a sumar”, les dijo Díaz el pasado 8 de julio a las más de 5.000 personas que acudieron en Madrid al primer acto de Sumar. “No va de partidos, no va de siglas, va de inteligencias colectivas, de pensar un país mejor. Va de presentar un proyecto de país para la próxima década”, añadió, para zanjar: “Tenemos más de un año para pensar en el país que queremos”.

Sánchez, por su parte, se plantea una escucha más dirigida a los votantes tradicionales de su partido que, según explican desde la dirección socialista, tras cuatro años de Gobierno se encuentran en muchos casos en la abstención, por lo que es necesario movilizarlos. Hasta diciembre, el presidente del Gobierno protagonizará 30 actos del PSOE por toda España. El primero tuvo lugar el pasado fin de semana en Sevilla, donde Sánchez se presentó como el presidente “de la gente” frente a la “derecha dócil con los poderosos”. El líder socialista arrancó una campaña con la que pretende afianzar su giro a la izquierda en la carrera preelectoral y defender la gestión del Gobierno “frente a los agoreros” de la derecha. “Cueste lo que cueste”, dijo, el PSOE defenderá a la clase media y trabajadora, también en un guiño al electorado más a la izquierda que el tradicional nicho de votantes socialistas.

El PSOE defiende que Sánchez “es una persona cercana”

Fuentes de la dirección socialista reconocen la intención del jefe del Ejecutivo de volcarse para hacer frente a las encuestas que le sitúan por debajo del PP, “reconectar con la gente” y recuperar al electorado el PSOE sea una “fuerza ganadora” en el nuevo ciclo electoral que comenzará en mayo con los comicios autonómicos y municipales y concluirá en diciembre, con las generales.

El objetivo, apuntan desde la Ejecutiva socialista, es “llegar al mundo local”. Pero como reconoce la dirección del PSOE, Pedro Sánchez “quiere salir del papel estrictamente institucional” que, según apunta, le ha caracterizado en los últimos meses. “Viene a por todas, a recorrer todos los pueblos y las calles de España”, apuntan en Ferraz. La idea es buscar “una relación más directa con los ciudadanos”, también para confrontar con su principal rival electoral, el que pueda surgir de Sumar, el proceso de escucha puesto en marcha por la vicepresidenta Yolanda Díaz.

Se trata, insiste Ferraz, de “conectar directamente con la gente” y “que cada ciudadano tenga la posibilidad de tocar al presidente, escuchar al presidente, sin la mediación de los poderes fácticos”. La estrategia socialista consiste en destacar que Sánchez “es una persona cercana”, que necesita un “contacto piel con piel con la gente”. La “cercanía del presidente” será, de hecho el “elemento fundamental” de la precampaña electoral que se ha puesto en marcha ya, con el inicio del curso político, y que le llevó el pasado martes a mantener un acto con ciudadanos en la Moncloa.

“Vamos a por todas”, insiste Ferraz, que considera que, según las encuestas, el voto que les hizo ganar elecciones hace cuatro años se ha ido a la abstención, por lo que “no es un voto perdido” sino que hay que activarlo. En el contexto de esa gira, la dirección del PSOE prevé un gran acto el 28 de octubre coincidiendo con el 40 aniversario de la victoria de Felipe González en las generales de 1982. Aunque el equipo de Sánchez es consciente de las dificultades de lograr una mayoría absoluta como la de aquel triunfo, también considera imprescindible reivindicar el legado en el Gobierno del PSOE para enfrentarse al nuevo ciclo electoral con una mayor fortaleza y mantener el poder en el conjunto del Estado pero también en comunidades y ayuntamientos.

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