Sánchez, sobre los indultos: “Ayudar a resolver problemas no representa un coste, el coste sería dejar las cosas como están”
Pedro Sánchez ha vuelto a mandar señales inequívocas de su intención de conceder los indultos a los líderes independentistas encarcelados por el procés como una forma de resolver el conflicto político en Catalunya. “La decisión la tomaremos en conciencia, no pensando en los afectados sino en los millones y millones de catalanes y españoles que quieren vivir en paz”, ha afirmado este lunes. “Ayudar a resolver problemas no representa un coste. El coste para el país sería dejar las cosas tal y como están, enquistadas en el año 2017, y eso no se lo merece ni Catalunya ni el resto del país”, ha aseverado en una rueda de prensa junto a su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, en el marco de una cumbre entre ambos países celebrada en Alcalá de Henares.
El presidente ha asumido el desgaste electoral que pueda acarrear para el PSOE la decisión de conceder el indulto parcial para los líderes independentistas que están en prisión desde 2017. Así lo habían hecho en los últimos días otros miembros del Gobiernos. El mensaje que envía el Ejecutivo es que la medida de gracia permite abrir un tiempo nuevo en Catalunya, no tanto para los líderes del procés sino para los ciudadanos catalanes, y especialmente, los independentistas. “La decisión que vaya a tomar el Gobierno cuando el Ministerio de Justicia eleve al Consejo de Ministros la concesión o no será una decisión que nos permita transitar de un mal pasado a un futuro mejor”, ha afirmado.
“Abrir un futuro de convivencia”
“Recuerdo que en el discurso de investidura hablé de que era necesario retomar la vía política, que después de muchos años de desencuentro, de judicialización de la crisis en Catalunya, había que retomar la vía política, la senda de la reconciliación, el diálogo y el pacto dentro de los márgenes que nos permite la Constitución”, ha rememorado Sánchez: “Dije que teníamos que recomenzar, volver a ese punto en el que ambas partes nos dejamos de escuchar y de entender razones y argumentos de la otra parte para poder llegar a un acuerdo y dije que la resolución de esta crisis después de más de diez años larvada no iba a ser inmediata, iba a exigir paciencia, negociación empatía y generosidad”. A partir de ahí, Sánchez ha asegurado que se “reafirma” en esa intervención así como en lo que dijo en el Congreso sobre los indultos.
Para Sánchez ahora es fundamental “superar el desgarro emocional, social y político” que supuso el 2017, año en el que se produjo la declaración unilateral de independencia, y “abrir un futuro de convivencia”. “Será una decisión que abra una nueva etapa [ha dicho en referencia a los indultos] que deje atrás un mal pasado que no enorgullece a nadie”, ha dicho el presidente, que se ha referido a quienes en ese momento tenían el poder tanto en Moncloa [el PP] como en la Generalitat [Junts y ERC].
“Construirse, armarse, fundamentarse bien”
En lo que no ha querido entrar es en el detalle de la fecha en la que el Consejo de Ministros decidirá sobre los indultos. “Lo importante es dejar trabajar al Ministerio de Justicia”, ha dicho el presidente sobre los expedientes, que tienen que “construirse, armarse bien, fundamentarse bien”, según ha explicado. En la elaboración de los expedientes están trabajando el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, pero también la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños. La preocupación del Gobierno es que el Tribunal Supremo, que se ha opuesto a la medida de gracia, encuentre un resquicio para tumbar los indultos, que PP, Vox y Ciudadanos ya han anunciado que recurrirán.
Tampoco ha especificado cuándo pretende reunir a la mesa de diálogo con la Generalitat. Sí ha dejado claro que primero mantendrá un encuentro en Moncloa con el presidente, Pere Aragonés, al igual que con la madrileña, Isabel Díaz Ayuso, como protocolariamente corresponde por su reciente elección. Fuentes de Moncloa precisan, no obstante, que la intención es que primero se concedan los indultos y, después, en la primera quincena de julio, se reúna la mesa bilateral Gobierno-Generalitat que Sánchez ha asegurado que espera que se reúna “muchas veces”. Ese es el organismo que PSOE y ERC pactaron de cara a la investidura de Sánchez y en el que pretenden encontrar una solución para el “conflicto político” en Catalunya, aunque los puntos de partida son muy distantes y en el seno del Ejecutivo central son escépticos respecto a un acuerdo que satisfaga al Govern.
Sánchez ha reiterado su intención de modificar el Código Penal para rebajar las penas por sedición después de que El País haya publicado que la intención del Gobierno es llevar a cabo esa reforma ya para cargarse de razones frente al Tribunal Supremo en su argumentación de los indultos. “España en 2017 aprendió una lección. Vimos cuan desacoplado estaba el Código Penal en relación a esos delitos respecto a otros códigos penales de otros países europeos. El Gobierno siempre ha mostrado su voluntad de actualizar esos delitos al Código Penal y homologarlos a países más avanzados en términos democráticos”, ha señalado.
También se ha pronunciado sobre la crisis con Marruecos después de que el Ministerio de Exteriores de ese país haya advertido de que el problema no solo tiene que ver con la acogida del líder del Frente Polisario sino con la posición de España sobre el Sáhara Occidental, que es la que mantiene la ONU en sus resoluciones. Sánchez ha rechazado que el reino alauí hiciera hace dos semanas una dejación de funciones en el control de las fronteras, en este caso con Ceuta, al dejar pasar a 10.000 inmigrantes por lo que el presidente del Gobierno ha considerado una “discrepancia en política exterior”.
“Si lo que está diciendo es que ha usado la inmigración, el asalto, me parece inaceptable y rechazo esa declaración. No es admisible que haya un Gobierno que diga que se abren las fronteras para que entren 10.000 inmigrantes por discrepancias en política exterior”, ha expresado el presidente en una rueda de prensa junto a su homólogo polaco, que ha mostrado su apoyo a España en relación a la “vecindad sur”.
Sánchez ha lanzado, además, una advertencia al reino alauí al recordarle que la relación que mantienen ambos países es “estratégica” y que Marruecos “no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España para muchas de sus demandas”. “España es un socio imprescindible”, ha advertido.
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