Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han vuelto a enfrentarse en un 'cara a cara' en el Senado protagonizado por los reproches con una diferencia respecto al anterior: que ambos han comenzado una negociación para la renovación del Poder Judicial que tanto Moncloa como Génova ven salvaguardada a pesar del tono del debate. Precisamente el bloqueo en la judicatura ha sido uno de los pocos asuntos que ha quedado aislado, como ha reconocido el presidente, “en aras de preservar ese espacio”. Sánchez ha aprovechado para contraponer su plan anticrisis, que ha cuantificado en 35.000 millones de euros hasta diciembre, a la “respuesta neoliberal” que dio el PP a la crisis financiera. El líder de la oposición no ve el plan del Gobierno y le ha reclamado que retire los Presupuestos Generales del Estado. De hecho, ha instado a “cambiar” el Gobierno para negociar unas nuevas cuentas públicas con el PP, una oferta que ha sido rechaza en el instante por el presidente, que ha insistido en defender a su “equipo”.
Aunque Sánchez ve “datos esperanzadores” en la contención de la inflación, no quiere lanzar las campanas al vuelo consciente de que la guerra en Ucrania puede provocar “retrocesos”. De lo que se ha mostrado convencido es que España no entrará en recesión y que será una de las economías que más crecerá el próximo año. Ahora bien, admite que “con las cifras actuales no hay nada que celebrar”. “Los desafíos están lejos de disiparse, pero nuestro rumbo es el adecuado. Las medidas que estamos adoptando están funcionando. Lo dicen los datos y los organismos internacionales. No vamos a caer en autocomplacencia o el triunfalismo, pero no podemos abonar el miedo”, ha afirmado el presidente del Gobierno, que se ha comprometido a no “edulcorar” la situación y a poner todos los recursos disponibles para “proteger a la mayoría social”.
Sánchez ha defendido que las medidas que ha adoptado para la “intervención” de determinados sectores han permitido mantener la inflación en el 9% y que no se disparara hasta el 13%.
El presidente ha reconocido que el Ejecutivo cometer “errores” al no tener un “manual de instrucciones” frente a la pandemia o la guerra y ha asegurado que “no se dará por vencido”. “Tenemos un único empeño, que es sacar a España de estas situaciones difíciles. No vamos a parar hasta lograrlo. (...) Tenemos un plan para hacerlo posible y al mejor equipo para llevarlo a cabo”, ha sentenciado el líder socialista tras felicitar a su gabinete, especialmente a las tres vicepresidentas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, que se ha emocionado.
El presidente ha insistido en que “la respuesta” a la crisis que deja la guerra debe asemejarse a la que se dio durante la pandemia y ha hecho una especial mención a la “corresponsabilidad fiscal”. “Lo que debemos hacer es repartir de forma justa los costes de esta crisis para que, a diferencia de la crisis financiera, no caiga sobre los hombros de los ciudadanos de a pie. Esta vez el ajuste debe producirse por la vía de los ingresos y no de los gastos”, ha aseverado antes de insistir en que “una parte del sector privado” –en referencia a las empresas energéticas y las financieras que se están viendo beneficiadas de la situación– “tienen el deber moral de devolver a la sociedad una parte de lo que recibieron durante la pandemia”. De ahí el impuesto especial para los próximos dos años que se está tramitando ya en el Congreso.
Sánchez ha aprovechado para atizar al PP, especialmente por el legado que dejó en la crisis de la anterior década. “¿Dónde podríamos estar si entre 2012 y 2018 España no hubiera contado con un Gobierno que se hubiera disparado al pie de su generación de renovables? Perdimos un tiempo precioso. En el país del sol, se gravó al sol”, ha dicho entre aplausos de la bancada socialista sobre las medidas de Mariano Rajoy. “¿Cómo habría sido nuestra respuesta frente a la pandemia con los 30.000 sanitarios que se recortaron durante la respuesta neoliberal a la crisis?”, se ha preguntado tras afear a Feijóo, sin citarle, por decir que “hablar de pobreza es un debate antiguo”. “Es un debate de rabiosa actualidad”, ha asegurado Sánchez, que también ha reclamado al PP que “rectifique” por haber calificado la excepción ibérica que permite a España y Portugal tener un precio del gas con el que se produce la electricidad más bajo que el resto de países del entorno en un momento en el que la propia Comisión Europea apunta a esa dirección como solución para el conjunto de la UE.
Feijóo pide unos nuevos Presupuestos
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha realizado la réplica más agresiva de las que ha protagonizado desde que asumió su posición al frente de la oposición al Gobierno. Pese a quejarse amargamente en las últimas semanas del “tono” utilizado por Sánchez en el anterior cara a cara en el Senado, el pasado mes de abril, este martes ha atacado al presidente, del que ha puesto en duda su solvencia o su buena fe. Precisamente lo que hizo Sánchez con él hace un mes y que tanto molestó en la sede nacional del PP, en la madrileña calle de Génova.
Feijóo ha calificado las cuentas públicas de 2023, que se han comenzado a debatir en el Congreso, las “hipotecas generales del Estado”. El líder del PP ha calificado los Presupuestos como “otra mentira que condiciona el futuro de todos”. “En nombre de la gente no voy a callarme”, ha dicho, para señalar que el Ejecutivo ha “errado en todas las previsiones”.
“Por preguntarlo en términos de un gran estadista”, ha dicho irónicamente Feijóo en referencia a Sánchez: ¿Que el Gobierno haya fallado siempre que construya sus últimos Presupuestos sobre previsiones desmontadas, será insolvencia o mala fe?“.
“Ha registrado unos Presupuestos ficticios”, le ha espetado. “Permítame que le pida formalmente que lo retire. Rehágalos, hablemos y tráigalos a las Cortes”, le ha dicho. Esta ha sido la única propuesta de la primera réplica de Feijóo, quien ha insistido a Sánchez en que “cambie el Gobierno”. “Aterrice. Nada indica que vayamos a mejorar a corto plazo. Es imprescindible madurez y dejarse de mantras infantiles”, ha contestado.
Sánchez ironiza con la “experiencia” de Feijóo
“Muchas gracias por todas sus propuestas”, ha comenzado Sánchez en su réplica en la que ha insistido en que seguirá con el “equipo” liderado por las tres vicepresidentas y ha ironizado en varias ocasiones con la “experiencia” de la que presume Feijóo: “Usted que es una persona tan experimentada, que tantos Presupuestos ha hecho, ha hecho muchos, pero se le olvida decir que triplicó la deuda publica en Galicia”. En su extensa respuesta al líder de la oposición, Sánchez le ha vuelto a afear que sugiera que el Gobierno “se forra” con la recaudación obviando que un 50% de los impuestos como el IVA o el IRPF van a parar a las arcas de las autonomías.
También le ha reprochado que se refiera a previsiones económicas “erróneas” cuando Rajoy se equivocó en los proyectos presupuestarios en esa dirección. “Aumentaron en un 32% la deuda pública”, le ha recriminado el presidente, que ha explicado que el crecimiento en esta ocasión obedece al incremento del gasto público por la pandemia. “El Gobierno entre 2020 y 2022 va a gastar 85.000 millones para combatir el COVID. Dígame entonces, señor Feijóo, usted que me preprocha el alto nivel de deuda, ¿qué partidas eliminaría? ¿Los ERTE?”, le ha preguntado entre varios interrogantes. “Nos endeudamos para proteger empleos, comprar vacunas y defender a la clase media y trabajadora de nuestro país. Ustedes compraron un banco malo y nos dejaron una herencia envenenada de 35.000 millones de euros”, ha agregado el socialista, que ha recordado que es la cifra desplegada ahora para enfrentar las consecuencias de la guerra.
Feijóo se queja de tiempo... pero gasta un 50% más
El líder del PP, que a la entrada del Pleno había asegurado que no tenía intención de cambiar de tono sobre lo vivido hace un mes, ha salido a su segundo tono de réplica con la misma agresividad que en el primero. Feijóo ha reprochado al presidente el haberle lanzado “muchas preguntas” y no tener tiempo para responderlas, pese a que el presidente del Senado, Ander Gil, le ha dado al jefe de la oposición un 50% más del tiempo total que podía gastar.
“Ha hecho tantas preguntas que el presidente del Senado habilitará un plazo adicional para contestárselas”, ha asegurado nada más retomar la tribuna de la Cámara Alta. “No me venga con la trampa de que me hace preguntas y no me da tiempo a contestarlas”, ha reprochado.
En su primer turno, Feijóo tenía 15 minutos, pero ha utilizado 19, cuatro más de lo previsto. Pero ha sido en la dúplica cuando se ha extendido mucho más de la cuenta: de cinco minutos, a 13. En total, 30 minutos sobre los 20 que la Junta de Portavoces determinó para cada portavoz, sin que se registrara ninguna queja por los partidos.