Un segundo ministro francés, el de Educación, Benoît Hamon, ha pedido al presidente François Hollande un giro en su política para estimular la oferta en lugar de dar prioridad al recorte del gasto, y parar los pies a la canciller alemana, Angela Merkel, en la fijación de la política europea.
“Merkel no puede seguir siendo la que lleva la batuta de la orientación europea”, subraya en una entrevista publicada hoy por “Le Parisien” Hamon, que se queja de que al imponer las políticas de austeridad, “Alemania sirve a sus intereses personales, no a los de Europa”.
Además de criticar una estrategia alemana que a su juicio entraña un riesgo de deflación, considera que “la reactivación de la demanda es la condición del éxito de la política de la oferta que se ha hecho desde hace dos años” en Francia.
A ese respecto, reclama medidas en favor del poder adquisitivo de los consumidores porque “no se les puede vender nada a los franceses si no tienen ingresos suficientes”.
Con la presentación pública de estas posiciones, el titular de Educación se alinea explícitamente en la línea disidente del ministro de Economía, Arnaud Montebourg, que en otra entrevista publicada ayer por “Le Monde” instaba a su Gobierno a dejar en un segundo plano la reducción del déficit público.
Montebourg hacía un llamamiento para “subir la voz” a Alemania, y más en concreto a “la derecha alemana” de Merkel, que “ha impuesto a toda Europa la política de austeridad”, además de alertar de un “grave riesgo de deflación” en la zona euro, que necesita una acción del Banco Central Europeo (BCE), que debe comprar deuda pública.
Hamon se muestra totalmente solidario con el ministro de Economía y señala que “no estamos lejos” de los parlamentarios de la mayoría socialista que han manifestado su descontento con la política de Hollande, que esta misma semana ha subrayado que va a continuar, igual que su primer ministro, Manuel Valls.
El titular de Educación, igual que ha hecho Montebourg, puntualiza que su voluntad no es liderar un movimiento de oposición dentro del Ejecutivo, sino ponerse “al servicio de una unión de la izquierda y pesar dentro del Gobierno”.
Y así, sobre todo, marca diferencias con los ecologistas que decidieron salir del Gobierno en la remodelación del pasado mes de abril.
La exministra ecologista de Vivienda Cécile Duflot ha publicado esta semana un libro que constituye una carga en profundidad contra el jefe del Estado y contra Valls.
Hollande, en una primera reacción a la salida ayer de Montebourg, quiso mostrarse conciliador y reiteró su voluntad de convencer a sus socios comunitarios para dar un giro a la política europea y “convencer” a sus socios de la UE de “dar prioridad al crecimiento”.