“Estamos aguantando bien”. La frase resume el sentir en Unidas Podemos en el ecuador de la campaña, a la luz de las encuestas que mejoran las previsiones que manejaban hace algunas semanas. A pesar de ese avance, la partida parece abocada a un ajustado empate final en tres principales plazas en juego: las ciudades de Madrid y Valencia, además de la Generalitat Valenciana. Allí, unos pocos votos decidirán, según la mayor parte de los sondeos, si esa pelota suspendida en el borde de la red cae en un lado u otro de la pista el próximo domingo. Y para las opciones de la izquierda la clave es lo que le ocurra a la coalición que forman Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde.
La entrada o no de la alianza en esos parlamentos y ayuntamientos desencadena diferentes escenarios. En la ciudad y la Comunidad de Madrid, el objetivo de las fuerzas progresistas divididas en tres –Más Madrid, PSOE, Podemos-IU– es derrotar a la derecha gobernante. En la Comunitat Valenciana y en su capital, en cambio, el temor se fundamenta en la posibilidad de perder dos gobiernos muy importantes para la izquierda tanto por población como por su valor simbólico también de cara a las generales de finales de año.
En la Comunidad de Madrid, la candidatura que encabeza Alejandra Jacinto rondaría según las últimas encuestas el 5% (4,9%, según 40db; 6,6%, según el CIS), un porcentaje que garantiza su presencia en la Asamblea. La victoria en este caso sería evitar la mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso. El peligro para Unidas Podemos en este caso es mayúsculo porque si la lista no supera ese umbral, la coalición desaparecería de uno de los parlamentos autonómicos más importantes del país. Hace dos años, en mayo de 2021, Pablo Iglesias decidió dejar la vicepresidencia del Gobierno para ponerse al frente de esa lista ante el riesgo de quedar fuera de la Asamblea. Terminó consiguiendo un 7% de los votos y diez escaños.
La pelea discurre en paralelo a la del Ayuntamiento de la capital, donde la izquierda tiene mejores opciones y Unidas Podemos, menos que perder. Ya en 2019, tras la salida de Íñigo Errejón de Podemos para formar Más Madrid, Podemos, que cuatro años antes había integrado la lista de confluencia de Ahora Madrid, decidió no concurrir por su cuenta (Izquierda Unida presentó una lista que no consiguió los votos suficientes para entrar al Consistorio). La entrada ahora de Podemos-Izquierda Unida-Alianza Verde podría acarrear que José Luis Martínez-Almeida, el alcalde del PP, pierda su sillón en Cibeles.
Para ello tendrían que darse varias condiciones. La primera, que Más Madrid, con Rita Maestre a la cabeza, y el PSOE, con Reyes Maroto, movilicen a sus respectivos electorados. La segunda, que la candidatura que encabeza Roberto Sotomayor rebase ese 5%, que le granjearía automáticamente entre tres y cinco escaños. Por último, es importante saber qué pasa con Begoña Villacís, que se encuentra en la misma situación que Podemos-IU-Alianza Verde y lucha por superar la barrera mínima para entrar. La combinación que devuelva a la izquierda al Gobierno local es complicada pero no imposible: un desempeño pobre de Almeida y la desaparición de Ciudadanos sumada a una buena elección de Maestre, Maroto y Sotomayor.
En Podemos están contentos con el desempeño de sus candidatos, que lideran la lista en la que también van miembros de Izquierda Unida y Alianza Verde. Consideran que han conseguido colocar mensajes importantes como el del dinero que cobró el hermano de la presidenta madrileña, Tomás Díaz Ayuso, por un contrato con la Comunidad de Madrid en lo peor de la pandemia. Y sobre todo el debate por la vivienda en una de las ciudades de España con los precios del alquiler disparados. Alejandra Jacinto, que encabeza la lista a la Comunidad de Madrid, fue abogada de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) antes de entrar en política.
Si la primera semana de campaña las líderes de Podemos centraron sus esfuerzos en Valencia (donde abrieron la campaña), con actos durante esos días de Ione Belarra, Irene Montero, Pablo Echenique o Victoria Rosell, en esta segunda parte se enfocarán en Madrid. Este domingo, la secretaria general de Podemos encabezó un acto en el barrio de Acacias en el que estuvieron Jacinto y Sotomayor junto a Carolina Cordero, Yolanda Rodríguez o Carlos Carvajal. El martes, Belarra dará un paseo por Getafe por la mañana y por la tarde estará en Alcorcón. El cierre de la campaña, el viernes, será también en la capital.
En Valencia, claves para mantener el Botànic
Además, las miradas se dirigen a Valencia. El PP ha consignado que si consigue recuperar la alcaldía y la Generalitat allí tendrá a tiro las generales (siempre que mantuviera asegurado, también, el gobierno de Madrid). Las encuestas arrojan de nuevo una pelea ajustadísima, que se decidirá por pocos votos y en la que de nuevo será determinante si entra o no Unidas Podemos.
En la Comunitat, en 2019, Unides Podem-EUPV obtuvo un 7% de los votos, que se tradujeron en 8 escaños. La suma de las izquierdas (PSOE, con 27; Compromís, con 17; y los 8 de Unides Podem) alcanzó 52 escaños, dos por encima de la mayoría absoluta, y permitió renovar el Pacte del Botànic, esta vez con los de Héctor Illueca dentro del Gobierno. Las encuestas rebajan en esta ocasión a UP en torno a ese umbral del 5%. Si no entra y además lo hace con un porcentaje cercano a esa barrera, hasta 100.000 votos podrían escaparse entre los dedos de la izquierda y devolver la región a la derecha.
En la ciudad, las encuestas pronostican un escenario similar al de 2019. Entonces, la suma de Compromís y PSOE logró la mayoría absoluta por solo un escaño, pero la diferencia entre bloques fue de apenas 200 votos. Entonces, Unides Podem no entró en el Ayuntamiento por poco: obtuvo 16.000 votos, un 4,2% del total, que no se tradujeron en concejales. Las encuestas actuales les sitúan esta vez ligeramente por encima del 3%.
Esta semana, Yolanda Díaz entrará en campaña en esa región. El miércoles viaja a Alicante, donde apoyará a Héctor Illueca en un acto de campaña organizado por Unides Podem. La vicepresidenta apoyará así a quien fuera su director general de Inspección de Trabajo en el Ministerio antes de convertirse en vicepresident de la Generalitat. Y un día después estará con el alcalde de Valencia, de Compromís, Joan Ribó.
La presencia de la vicepresidenta segunda está medida. Illueca tiene más posibilidades de entrar en la Comunitat que Pilar Lima (Podemos) en València. Por otro lado, Ribó necesita concitar todo el apoyo posible para que esos 200 votos de diferencia que hubo en 2019 a favor de la izquierda no se den la vuelta. El dirigente de Compromís estuvo en la presentación de Sumar, el dos de abril, en el polideportivo Magariños de Madrid, pero no lo hizo Joan Baldoví, el candidato a la Presidencia de la Generalitat de la coalición valenciana. El acto con el regidor, además, no será un mitin organizado por Compromís sino un evento promovido por la plataforma Comissió Ciutat Port, en contra del proyecto de ampliación del Puerto de Valencia, al que también está invitado Unides Podem.
Los partidos de la coalición confían en que los días que quedan de campaña sirvan para aumentar sus opciones. A Podemos le suelen funcionar bien las campañas y las expectativas serán mejores si el eje del debate político deja de girar en torno a ETA y los pactos con EH Bildu y pasa a centrarse más en asuntos concretos como la vivienda, de la que los partidos de la coalición pueden sacar pecho por haber formado parte activa en la aprobación de la primera ley que amparará a comunidades y ayuntamientos para poder regular el precio del alquiler.