“El periodismo catalán tiene dificultades para establecer una agenda propia. Hay un efecto pinza entre el poder político mayoritario (CiU) y las redes sociales, en las que los soberanistas están muy movilizados”. Las palabras de Juancho Dumall, director adjunto de El Periódico de Catalunya, resumen una campaña electoral donde la cuestión soberanista ha dominado entre los políticos, en los medios y en la red.
El debate catalán ha estado plagado de propaganda y manipulación, pero también de una información muy polarizada por el sesgo plebiscitario de la consulta. Cuando los ciudadanos han votado, la realidad ha vuelto a ser más compleja y diversa que las columnas de la prensa y el flujo de Twitter. ¿Representan los medios y el periodismo catalán a la sociedad o están atrapados en una agenda partidista?
A Vicent Partal, director de Vilaweb, le sorprendió la virulencia de la prensa de Madrid y las reacciones “poco elegantes” de algunos medios catalanes. La Brunete mediática volvió a cargar contra el nacionalismo, esta vez apoyada por medios de otra orientación editorial pero críticos también con el soberanismo. El borrador policial sobre la presunta corrupción de Artur Mas y Jordi Pujol publicado por El Mundo fue el arma de destrucción masiva que, como en las acusaciones de Bush contra Irak, se fue desvaneciendo una vez conseguido el objetivo.
“Los medios españolistas venden un relato maniqueo y reduccionista, que no cala en Catalunya”, opina Àlex Gutiérrez, jefe de Medios del diario Ara y presidente de Escacc, una fundación de estudio de la comunicación en Cataluña. Los datos lo confirman: los diarios, la radio y la televisión en catalán ganaron audiencia durante la larga campaña electoral. Las ediciones en castellano de los diarios catalanes y la prensa de Madrid perdieron lectores, con excepción de El País, según los datos de EGM y del Baròmetre de la comunicació i la cultura, el principal estudio de audiencia catalán.
Los analistas repiten la conclusión sobre las elecciones: el soberanismo centra un debate donde la crisis económica y los recortes en el Estado de bienestar son la cuestión de fondo, tanto para quienes están a favor de la independencia como los contrarios. Resultado: CiU ha perdido su órdago por la mayoría absoluta, los soberanistas de siempre ganan escaños y los pequeños partidos crecen tanto a favor como en contra de la independencia. Reflejo de una sociedad compleja y lejos del pensamiento único que a veces proyectan tanto los medios como las redes sociales.
“Aunque diarios como el nuestro intentaron que el debate en la campaña fuera más allá del soberanismo, de hecho, creamos una sección llamada 'La Catalunya recortada', hay que reconocer que el eje soberanismo/independentismo fue el que más interés despertó en los medios”, explica Dumall. Para Partal, la cobertura de los medios “en general fue bastante adecuada” y no cree que los resultados electorales tengan impacto en una reflexión o cambio de orientación editorial en los medios. Las columnas y editoriales de estos días le dan la razón.
El director adjunto de El Periódico no concuerda. “El impacto ha sido fuerte entre quienes apostaban claramente por una mayoría excepcional de Convergència. Ahora viviremos unas semanas de resituación, una especialidad de la prensa catalana, con larga tradición. Creo que diarios como el nuestro, más de centroizquierda y no nacionalistas, lo tienen más fácil, pero para otros será complicado”.
En audiencia los medios soberanistas ganan. Las públicas TV3 y Catalunya Ràdio, además de RAC1, la radio de La Vanguardia, son los principales beneficiados. Con una caída general en la audiencia de diarios, La Vanguardia –impulsada por su edición en catalán, ya mayoritaria– y Ara crecen según los datos del Baròmetre. El EGM mejora los resultados de El Periódico y no de La Vanguardia.
Entre la prensa de Madrid sólo El País, con larga tradición en Cataluña y el diario estatal con una visión más moderada, aumentó lectores –en EGM y Baròmetre– frente a las pérdidas de El Mundo, ABC o La Razón.
En la caída de la prensa influye su propia crisis y la visión de un exceso de proximidad entre políticos y periodistas, sobre todo columnistas. Desde Ara, Gutiérrez cree que esa contaminación “se deja notar sobre todo en los grandes medios tradicionales”. Partal reconoce que “partidos minoritarios como Ciutadans, la CUP o Solidaritat tienen muchos problemas para ser vistos”.
La realidad y la gente son más ricas que la visión propuesta desde los medios. Un diagnóstico compartido. “Los medios catalanes tienen que seguir explicando el país desde la complejidad. Los resultados de las elecciones refuerzan esta noción: los catalanes no han optado por el modelo mesías sino que, muy a la catalana, han preferido el todos juntos”, afirma Gutiérrez. Para Juancho Dumall, “la sociedad catalana es plural y muy compleja, aunque fuera de Catalunya se siga con los tópicos reduccionistas”.
El director adjunto de El Periódico hace una lectura política útil también para los medios: “Bajan los partidos de orden (CiU, PSC) y suben los partidos de protesta (Ciudadanos, CUP, Esquerra), menos implicados en tareas de gobierno y, por tanto, vírgenes en la gestión de la crisis”.
Muchos ciudadanos reclaman también medios con otra visión, donde las minorías críticas no sean ahogadas por el pensamiento mayoritario. El resultado de las elecciones en Cataluña, como antes las gallegas, vascas y las últimas generales, repite la demanda de otras voces y visiones. Más pluralismo, más cercanía, más información sobre la vida cotidiana. Un periodismo más apegado al público y más independiente del poder.