Los resultados de las elecciones del 26M dejan otro mapa, el del poder local y autonómico por género. A la espera de resolver varios pactos, los datos muestran que los gobiernos de las comunidades autónomas y los principales municipios del país están, muy mayoritariamente, en manos de hombres. Solo el 23,07% -13 de las 52 capitales de provincia y capitales de comunidades autónomas- podrían estar gobernadas por mujeres. En el caso de que se cumpla la parte alta de esa horquilla de probabilidad y esas 13 ciudades fueran gobernadas por alcaldesas, se trataría de un registro idéntico al de las municipales de 2015. De cumplirse las previsiones más bajas, solo seis alcaldías tendrían al frente mujeres. Lo mismo sucede con las comunidades autónomas: cuatro estaban gobernadas por presidentas en 2015, y cuatro podrían estarlo este 2019.
De las 50 capitales de provincia y las dos ciudades que no lo son, pero ostentan la capitalidad de una comunidad autónoma (Santiago de Compostela y Mérida), solo 13 podrían quedar gobernadas por alcaldesas este 2019. De ellas, solo seis tienen ya asegurada una mujer al frente: A Coruña, Castellón, Girona, Lugo, Segovia y Toledo. Las siete restantes dependen de los posibles pactos que se den y, en algunos casos, parece poco probable que tengan como resultado la combinación que pondría al frente una alcaldesa. Son Zaragoza, Santander, Teruel, Huesca, Cuenca, Ciudad Real y Santa Cruz de Tenerife. Esto haría que el balance de las municipales de 2019 fuera peor que el de las de 2015 en términos de representación femenina.
A los números hay que añadir la pérdida de Manuela Carmena en Madrid y de Ada Colau en Barcelona, que tendrá un impacto mediático y de visibilidad más difícil de cuantificar. Las dos principales ciudades pasan a estar en manos de hombres. La politóloga Berta Barbet afirma que la representación de las mujeres no se va a ver tan mermada pero sí la visibilidad. Con los resultados de Madrid y Barcelona, “vamos a tener menos alcaldesas presentes en los medios”.
El panorama autonómico no es mucho mejor. Tres comunidades autónomas -Madrid, Baleares y La Rioja- estarán gobernadas por presidentas. En Navarra y Melilla cabe la posibilidad de que haya pactos que pongan al frente a una mujer. Serían, por tanto, como mucho cuatro comunidades y una ciudad autónoma las que quedarían en manos de presidentas. En 2015, eran cuatro regiones las que tenían presidentas al frente: Navarra, Andalucía, Baleares y Madrid.
“Tenemos una legislación que ha conseguido grandes cosas, como la obligatoriedad del respeto del principio de participación equilibrada en las listas electorales”, dice la presidenta de Fundación Mujeres, Marisa Soleto, que señala, no obstante, que el feminismo ya denunció en su momento que salvo que se obligue a que las listas sean cremallera (alternancia de mujeres y hombres), será difícil conseguir una representación de 50%. A partir de ahí, apunta a la responsabilidad de los partidos: “Son quienes eligen a sus cabezas de lista. Tenemos que exigirles que adapten sus procesos y normas internos para corregir estos sesgos”.
“Es probable que los partidos hayan hecho más esfuerzo en poner mujeres en los espacios donde hay más atención para evitar las críticas por su masculinización y en otros espacios, como las listas municipales, no se hayan esforzado tanto a pesar de la infrarrepresentación, lo que podría explicar por qué estos espacios siguen siendo un reto”, dice por su parte Barbet.
Posibles pactos locales
Lo más probable que la popular Emma Buj revalide la alcaldía de Teruel después de que el PP haya sido la fuerza más votada en los comicios. Buj podría volver a convertirse en alcaldesa de la ciudad y lo más factible es que busque para ello los apoyos de Ciudadanos y el Partido Aragonesista (PAR) o Vox. No obstante, y aunque parece difícil, el PSOE también podría sumar con la formación naranja y el Partido Aragonés (PAR), un acuerdo que llevaría a la alcaldía a Samuel Morón.
Otra de las capitales de provincia en las que se perfila que una mujer ya elegida en 2015 repita en la alcaldía es Segovia, donde el PSOE de Clara Luque, actual regidora, es el partido más votado. Los socialistas necesitarán el apoyo de Podemos-Equo e Izquierda Unida (IU) para que sea posible.
También puede repetir en la alcaldía de Santander la popular Gema Igual. El PP ha sido la fuerza más votada pese al desgaste electoral y, si pacta con Ciudadanos y Vox, podrá resistir en la ciudad cántabra. Eso sí, la formación naranja aún no ha desvelado sus cartas y podría también decantarse por el PSOE, en segunda posición, para propiciar un cambio. Aunque no es lo más probable, en ese caso se alzaría con el control del consistorio un hombre, el socialista Pedro Casares.
Otras alcaldías en manos de mujeres no están tan claras. Es el caso de Huesca y Zaragoza. En la primera, lo más factible es que repita el candidato socialista Luis Felipe, después de que el PSOE haya ganado las elecciones municipales. Sin embargo, el bloque de derechas suma mayoría absoluta, por lo que podría perder el bastón de mando si no le apoya Ciudadanos. En ese caso, gobernaría la ciudad la popular Ana Alós. En Zaragoza también es viable que se haga con el Ayuntamiento una mujer, la socialista Pilar Alegría. Eso si pacta con Ciudadanos y el bloque de derechas no desaloja a la izquierda, puesto que este equilibrio también alcanza mayoría con la suma del PP, la formación naranja y Vox. De ser así, sería alcalde el popular Jorge Azcón.