La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha advertido hoy al presidente del Parlament, Roger Torrent, de las consecuencias que podría tener para él amparar una investidura que no se ajustara a lo que le ha trasladado el Tribunal Constitucional.
Sáenz de Santamaría ha recordado a Torrent la posición del TC en declaraciones a los periodistas tras participar en la sesión de control al Gobierno en el pleno del Senado.
Al plantearle si el Parlament podría investir simbólicamente a un presidente de la Generalitat, ha asegurado: “Sin incumplir las decisiones del Tribunal Constitucional, no. O sea, Torrent sabe lo que le ha dicho el TC”.
Ha añadido que los parlamentos están para investir a diputados que cumplen la ley y acuden ante la institución correspondiente para defender su mandato.
Y ha recordado que Puigdemont está huido de la Justicia y con una orden de busca y captura por delitos de rebelión, sedición, malversación, prevaricación y desobediencia.
En la misma línea que la vicepresidenta, fuentes del Gobierno han llamado la atención sobre el escenario en el que puede encontrarse Torrent si acepta una investidura simbólica porque puede estar entrando en una situación muy delicada.
Añaden que el Ejecutivo tiene análisis sobre las diversas hipótesis que se están manejando para la investidura de un president y avisan de que determinadas decisiones pueden conllevar un uso de dinero público que tendría consecuencias.
De momento, el Gobierno está a la espera del informe de los letrados del Parlament sobre cuándo empezaría a correr el plazo para una nueva convocatoria electoral.
A partir de entonces las fuentes citadas consideran que los grupos del Parlament podrían instar a Torrent a actuar forzando la convocatoria de una reunión de la Mesa de la institución.