El voto del PP en contra de la reforma laboral parte en dos a su electorado
Los votantes del PP se dividen sobre la decisión tomada por Pablo Casado de rechazar la reforma laboral, en contra de lo que le pidió el Gobierno, la patronal de empresarios y hasta FAES. Solo tres puntos separan a quienes respaldan el 'no' al real decreto de quienes creen que su partido debería haberlo apoyado. Entre el total de encuestados, la norma suscita un aprobado general y hay una censura a los partidos que se posicionaron en contra.
Es lo que se desprende de la encuesta realizada por Simple Lógica para elDiario.es, y en la que se ha preguntado a los encuestados sobre las posiciones que tomaron los distintos partidos en la votación del pasado 3 de febrero en el Congreso, donde la reforma laboral que deroga la anterior del Gobierno de Mariano Rajoy salió adelante por un solo voto.
En todos los casos, los votantes apoyan la posición tomada por sus partidos. En mayor o menor medida respaldan su voto en la cámara baja, pero en el caso del PP la distancia que separa ambas posiciones es muy pequeña. Un 43,2% de los votantes del PP creen que su partido hizo bien al rechazar la reforma laboral; un 40,1% responde, sin embargo, que desaprueba ese voto en contra.
Solo tres puntos separan ambas sensibilidades dentro del electorado de los populares. El PP afrontó un fuerte debate sobre qué posición debía tomar ante la norma, que derogaba algunos aspectos de la aprobada por Rajoy pero que dejaba otros intactos, como la rebaja de las indemnizaciones por despido. Algunos líderes territoriales del partido incidieron en que no había muchos cambios y sugirieron que la mejor postura era la abstención. La patronal presionó para que se sumaran al acuerdo y hasta FAEs avaló el texto.
Esas tensiones internas y externas que el PP vivió durante más de un mes, y que finalmente desembocaron en el 'no', han polarizado a su electorado hasta casi igualar a los partidarios del 'sí' y a los del 'no'. Su electorado es, sin duda, el más dividido en esta cuestión.
Apoyo a sus partidos del resto de encuestados
Hay pocas fisuras en el resto de partidos, como como el PSOE. El 88,5% de quienes metieron la papeleta de los socialistas en las elecciones generales respalda la posición del partido con la aprobación de la reforma, y tan solo un 5,4% de sus electores desaprueba su labor. En su socio de coalición tampoco hay fisuras, pero su electorado es menos entusiasta. El porcentaje de votantes que apoya la reforma baja al 77%, y el rechazo se sitúa en un 7,2%.
Vox también muestra un férreo respaldo de su electorado a su rechazo a la norma. Un 81,4% de sus electores creen que el partido acertó posicionándose contra la reforma laboral; solo un 8,8% la rechaza.
El único partido que no tiene porcentajes tan abrumadores de apoyo a su postura es Ciudadanos. La formación que dirige Inés Arrimadas se comprometió desde un inicio a facilitar la aprobación de la reforma laboral si no se tocaba una coma del real decreto. La formación quería presentarse como el aliado del PSOE frente a las exigencias de sus socios habituales –también de Unidas Podemos– que, decían, llevarían la reforma a posiciones más “radicales”.
Una parte de su electorado ha entendido el movimiento, pero ese porcentaje no alcanza el 50%. Solo un 41,5% de sus votantes de 2019 han visto con buenos ojos el 'sí'. Por contra, un 17,5% cree que el partido no debería haber facilitado la aprobación del real decreto y pone en duda la estrategia del partido de Arrimadas.
Censura generalizada a los que votaron 'no'
La encuesta realizada por Simple Lógica muestra que los encuestados, más allá de su ideología, muestran un rechazo generalizado a los partidos que el pasado 3 de febrero se opusieron a la reforma laboral. Quien se lleva una mayor crítica es el PP: el 50,8% de los encuestados rechaza su posición, frente al 12,3% que la avala, datos similares a los que presenta Vox.
Pero no solo la oposición ve como los encuestados critican su decisión sobre la reforma laboral, también los aliados habituales del Gobierno, el llamado bloque de la investidura, ve como la encuesta revela una censura a su rechazo, que va del 32,9% de Bildu al 40,8% en el caso de preguntar por ERC. El Ejecutivo de coalición estuvo hasta el último momento negociando con los republicanos para atraer su apoyo, pero finalmente se descolgaron y votaron en contra.
También UPN ve como su posición es criticada por los votantes. Sus dos diputados apretaron el 'no' en la votación, a pesar de que su partido había llegado a un acuerdo con el PSOE para apoyar la reforma. Un 32,9% desaprueba lo que hicieron Sergio Sayas y Carlos García Adanero; solo un 10,8% lo respaldan.
Entre quienes si apoyaron la reforma, el respaldo a su decisión es mayoritario, aunque varía dependiendo de sobre qué partido se pregunte: desde el 44,3% del PSOE a solo un 21,9% en el caso de Más País.
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