172 'síes'. Son los apoyos de los que podrá presumir el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cuando acuda este martes por la tarde al Palacio de la Zarzuela para cerrar la ronda de contactos del jefe del Estado con los representantes de los grupos con representación parlamentaria. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha acudido esta mañana a la cita y le ha comunicado al rey que sus 33 diputados respaldarán al candidato de la derecha si Felipe VI lo propone para la investidura, pese a que el PP les dejó la semana pasada fuera de la Mesa del Congreso y sin que haya trascendido que el PP acepte las contraprestaciones exigidas en los últimos días por la extrema derecha. Fuentes de la dirección de PP han asegurado a elDiario.es que no ha habido ningún contacto entre ambos partidos.
Así lo ha anunciado Abascal en una declaración ante los periodistas en la sala de prensa del Congreso. “He trasladado a su majestad el rey nuestra disposición a apoyar investidura de Feijóo condicionada a que el PP no colabore de ninguna forma, ni por acción ni por omisión, con en el cordón sanitario que se pretende levantar alrededor de Vox”, ha asegurado.
Abascal no ha respondido a las preguntas de los periodistas y se ha limitado a justificar su apoyo gratis a Feijóo en el peligro de un Gobierno de Pedro Sánchez. “He trasladado [al rey] la preocupación porque los herederos del terrorismo y un prófugo pretendan condicionar el futuro de España chantajeando al futuro Gobierno”, ha dicho. “Es la mayor amenaza”, ha sostenido.
El líder de la extrema derecha ha planteado que una reelección de Sánchez “supone la posibilidad cada vez más clara de que el golpe de Estado [como se refiere a los hechos del 1 de octubre de 2017] quede impune y el relevo se tome desde el Palacio de la Moncloa si Pedro Sánchez logra la investidura”, ha añadido.
“Ante unas amenazas tan graves”, ha continuado, Abascal ha “trasladado a su majestad el rey nuestra disposición a apoyar la investidura de Alberto Núñez Feijóo, condicionada a que el PP no colabore de ninguna forma ni por acción ni por omisión en el cordón sanitario que se pretende levantar alrededor de Vox”.
Estas supuestas condiciones serían, en primer lugar, una “muestra inequívoca de respeto a nuestros votantes” que, ha dicho, “no entienden que la tercera fuerza, con 33 escaños, haya sido excluida de la Mesa”. “Segundo, que se ponga en valor públicamente los acuerdos entre el PP y Vox en cinco Autonomías y más de 100 ayuntamientos desautorizando a quienes los atacan”, ha añadido. “Tercero, recuperar la neutralidad de instituciones y la normalidad democrática”, una forma de reclamar un asiento precisamente en la Mesa del Congreso. “Y cuarto, un compromiso de acabar con las pretensiones de las minorías de imponer un apartheid a tres millones de españoles y tercera fuerza”, ha concluido.
Con todo, no está en manos del PP dar a Vox un asiento en la Mesa del Congreso ya que si uno de sus miembros dimitiera, esa plaza se sometería al Pleno, donde la mayoría estuvo hace una semana en el bloque progresista, que logró 178 votos.
Camino despejado para Feijóo
La decisión de Vox despeja así el camino para que el rey designe candidato a Feijóo. De las dos posibles opciones, el líder del PP puede presentarse ante el jefe del Estado con más apoyos 'a priori': sus 137 diputados, los 33 de la extrema derecha, y los dos de UPN y Coalición Canaria.
Con todo, Feijóo no tiene garantizada la investidura. De momento, tiene más votos en contra (178) que a favor. Y de los que hoy por hoy están en el 'no', el PP solo ha mostrado su disposición de intentar atraer al PSOE y al PNV. El partido de Pedro Sánchez ya ha dicho que no tiene ninguna intención de facilitar la llegada de Feijóo a la Moncloa. En cuanto a los nacionalistas vascos, todas sus declaraciones públicas han ido en el sentido de alejarse de cualquier escenario que suponga votar lo mismo que Vox.
Los 172 votos que ha atado Feijóo son los que el PP debió lucir el pasado jueves en la votación para elegir la Presidencia del Congreso. Pero su candidata, Cuca Gamarra, solo obtuvo 139. Los de Vox se votaron a sí mismos después de que se desvelara el acuerdo del PSOE con ERC y Junts (que le garantizaron 178 votos a Francina Armengol, por encima de la mayoría absoluta) y de que el PP comunicara a los de Abascal que no pensaban cederle ningún voto para permitirles tener un representante en el órgano de gobierno de la Cámara Baja.
Abascal reaccionó con enfado, “perplejo”. Y anunció que dejaba en suspenso el apoyo que días antes había asegurado a Feijóo en una supuesta sesión de investidura si el PP no daba “explicaciones”. También dijo que sus votos ya no serían gratis. Pero esas amenazas han quedado en nada y Vox votará 'sí' a Feijóo si el rey le designa para una investidura.
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