Gran parte de la derecha mediática, que había dado alas y amplificado el discurso de la extrema derecha durante los últimos meses, se ha vuelto de espaldas a Vox por tensar las negociaciones con PP y Ciudadanos en Madrid y Murcia. La postura rupturista con estas dos formaciones defendida tras las elecciones del 26M ha sido criticada por algunos de los comunicadores que se erigieron en defensores de este partido, como Federico Jiménez Losantos o Alfonso Ussía. La actitud de la formación se ha ido suavizando poco a poco y en Murcia ya han apoyado un Gobierno de coalición. Pero los palos a Abascal y compañía continúan.
No solo estos articulistas criticaban la apuesta negociadora del partido de extrema derecha. También se han recogido reproches en las páginas de opinión de El Mundo y del ABC. En el periódico de Unidad Editorial acusaban en un editorial a Vox de “irresponsabilidad y amateurismo” por “sabotear” el primer intento de investidura de Fernando López Miras en Murcia. Por su parte, en el de Vocento también recibía críticas en un artículo firmado por Luis Herrero que reseñaba que los miembros de este partido “ya son más de lo mismo y hacen lo que todos los demás”.
“Ya son más de lo mismo”
Jiménez Losantos no ha sido el único articulista afín a la formación que se ha desmarcado de Vox en los últimos días, pero sí ha sido el más duro. De las alabanzas en campaña ha pasado a insultar gravemente a algunos de sus principales portavoces y a asegurar, en todo caso, que les gusta ser “la herramienta del PSOE, de Podemos y de la ETA contra las derechas”.
Con un tono algo más aséptico, Fernando Sánchez Dragó dejaba constancia en una columna en El Mundo de su descontento con la política nacional, y entre los protagonistas de esos hechos incluía a Vox. El escritor, que había sido uno de los referentes más volcados con el partido, llegó a publicar un libro -Santiago Abascal. España vertebrada (editorial Planeta)- dos semanas antes del inicio de la campaña de las elecciones generales, centrado en la transcripción de una extensa charla con el presidente de Vox. En esa publicación, el político avanzó alguna de las claves de su programa.
En esas páginas, que defienden el fin de los impuestos y la intervención militar en Catalunya, Sánchez Dragó también llegó a confesar que votaría a Vox el 28A. No era la primera vez que apoyaba a esta formación en público, en 2016 ya pidió el apoyo para Abascal. Casi tres meses después de que por primera vez su apuesta política obtuviese representación nacional, el escritor asegura que está harto del enconamiento político.
“Cuatro consultas en cuatro semanas, con sus respectivos pasacalles mitineros y las sórdidas negociaciones posteriores, es uno de esos aludes de oclocracia y demagogia que tumban al más pintado”, opinaba sobre las últimas semanas de actualidad, tanto a nivel nacional como en Madrid y en Murcia, en este último caso protagonizadas por el partido que alabó previamente.
El columnista de La Razón Alfonso Ussía también ha mostrado su descontento este mes en un artículo titulado Rocío, usted, la primera. En él aseguraba que con la postura mantenida por Monasterio con PP y Ciudadanos, esta formación parecía estar dispuesta “a entregar el Gobierno de Madrid al PSOE y los errejones”.
“Usted -en alusión a la candidata autonómica del partido de extrema derecha- es la que no respeta a sus votantes, y no creo que sea la única responsable. Se le ha subido Andalucía a la cabeza, y en pocos meses han perdido muchas simpatías”, explicaba el pasado sábado en el periódico del grupo Planeta. Ussía conserva el patrón mantenido por los dos anteriores articulistas: también había hecho pública su simpatía por el partido de Abascal. En este caso, aseguró a través de su cuenta de Twitter que también les apoyaría. “El voto a Vox no es un voto perdido. Es un voto de dignidad. El mío, ya lo tiene”, incidía.
Aunque el protagonista de los reproches más duros a Vox durante las semanas de bloqueo negociador con Ciudadanos y PP ha sido Jiménez Losantos. El idilio entre este partido y el locutor estrella de esRadio ha terminado en cuanto la formación de extrema derecha ha amenazado con poner en peligro la continuidad de gobiernos autonómicos de derechas, liderados por el PP.
Durante los años en los que este partido no tuvo relevancia electoral, esta emisora dio espacio a Santiago Abascal y al resto de líderes nacionales en antena. De hecho, el director de Es La Mañana de Federico se ha jactado de que su medio ha sido el “que más les ha defendido”, en alusión al partido que acaba de entrar en el Congreso.
Tras el acto del Palacio de Vistalegre (Madrid), donde consiguieron desbordar el aforo de 10.000 personas, Jiménez Losantos llegó a asegurar que “cada día” le estaba “costando más no votar a Vox”. Esa opinión se ha ido endureciendo conforme Abascal, Iván Espinosa de los Monteros y Monasterio han ido tensando la cuerda en las negociaciones autonómicas. En los últimos meses, ha pasado de plantear en una entrevista en El Confidencial que comparte “el 90% de las ideas de Vox” a llegar asegurar que a este partido le gusta ser “la herramienta del PSOE, de Podemos y de la ETA contra las derechas”. En sus soflamas mañaneras, el locutor dice cosas como estas sobre el matrimonio Espinosa de los Monteros-Monasterio: “El pequeño Nicolás que tiene Rocío en casa”. Del sí de Monasterio depende la formación del gobierno de la Comunidad de Madrid, que se dispone a presidir Isabel Díaz Ayuso, si logra poner de acuerdo a las tres derechas.
El locutor no solo dirige el programa matinal de esRadio, también es el presidente de Libertad Digital. Este grupo fue uno de los grandes beneficiados de la publicidad institucional con gobiernos del PP, tal y como ha publicado eldiario.es. Durante el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2015, esta plataforma fue el segundo medio nativo digital que más publicidad recibió, solo superado por El Confidencial, a pesar de que este último medio era líder de audiencia y el de Jiménez Losantos ocupaba el sexto puesto entre los medios nativos digitales -no son versiones web de un medio en papel- y el 13º contando a todos los medios online, según el medidor Comscore.
Libertad Digital y la publicidad institucional
La relación de este columnista y el PP ha sido estrecha. Por ejemplo, tras el lanzamiento de una ampliación de capital en 2004 para intentar conseguir 5,34 millones de euros, Jiménez Losantos se reunió con Ángel Acebes, entonces secretario general del PP, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, como explicó en 2009 el director de eldiario.es, Ignacio Escolar. Ambos políticos le dieron su apoyo, pero la exlideresa popular argumentó que sería más eficaz si la petición de respaldo salía del PP en Génova, y no del Gobierno de Madrid. Acebes se ocupó de la tarea y gracias a la ayuda del partido solventaron esa operación.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, no sorprende que un día después de que la presidenta autonómica de Vox, Rocío Monasterio, anunciase que cortaba “toda relación con el PP” en la Comunidad de Madrid, el locutor cargase contra ellos: “¿Qué es Vox sin el PP y sin Ciudadanos? Nada, nada. El autobús de Hazte Oír”.
“Son unos niñatos malcriados que no han estado nunca en política, que tienen 40 o 50 años, que tienen dinero y se creen que van a venir a mandar. No mandan un carajo”, continuó planteando esa jornada, enfadado porque los líderes de este partido aparecían en medios de líneas editoriales alejadas de su emisora: “Se nota que son aficionados y han cogido un gusto a La Sexta y la SER, que se han vuelto tarumbas. Se han olvidado para lo que nacieron, igual que Ciudadanos”.
En las últimas semanas, el locutor ha cargado especialmente contra el tándem formado por Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros, portavoz parlamentario en el Congreso. A ellos, sin citarlos expresamente en algunos casos, se ha referido como “domingueros” de la política, los “Ceausescu”, “aristócratas del fango” de Vox, “feliz matrimonio cisterciense” o “la pareja de los Aristogatos”. En las largas alocuciones que realiza a primera hora de la mañana, también ha lamentado que en el partido de extrema derecha haya una “parte meapilas, carca, yunquera, ultracatólica y sectaria”.
Con Espinosa de los Monteros ha sido especialmente ofensivo asegurando que es un “niñato”, “el hijo pequeño, no el brillante precisamente, de Carlos Espinosa de los Monteros”, “tuitonto” o “el marquesito de Vox”. Ante estas descalificaciones, el portavoz parlamentario en el Congreso no se ha quedado callado. En su perfil de Twitter ha lamentado que el locutor le haya lanzado alguna “lindeza al nivel” de “la extrema izquierda” y haya realizado “bromas” sobre su “hombría”. “Nada como que me invite a su programa, y me lo diga a la cara. Si su hombría se lo permite”, sentenció.
La conexión entre Libertad Digital y Vox no se ha limitado a una plataforma mediática. Esta empresa ha sido una cantera de fichajes para Abascal. El partido de extrema derecha se ha valido de este medio de comunicación para confeccionar sus listas. Algunos de sus cabezas de lista han sido colaboradores de la empresa dirigida por Jiménez Losantos. Entre ellos, el eurodiputado de esta formación, Hermann Tertsch; el cabeza de lista al Senado por Madrid y número dos de la lista autonómica, José María Marco, que dimitió de su escaño autonómico “por motivos de salud”; Iván Vélez, el cabeza de lista del partido por Cuenca o Pedro Fernández Barbadillo, candidato al Senado por Valladolid.
Esta redacción ha tratado de recabar la opinión de Vox sobre las críticas recibidas, sin haber recibido respuesta por el momento.