El futuro político de Yolanda Díaz continúa en el aire, o por lo menos eso defiende ella cuando se le pregunta en público o en privado sobre su previsible candidatura a las generales. “Si pensase que me voy a presentar a las elecciones, lo diría. No estoy en eso”. Estas son las declaraciones que repite desde hace meses la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo sobre su papel en la reconstrucción del espacio político a la izquierda del PSOE. La contestación tipo desde que heredó el cargo de Pablo Iglesias al frente de Unidas Podemos. Aquella mañana de otoño en que el politólogo de la Complutense anunció su salida de la política hizo dos encargos a su amiga vicepresidenta: quedarse al frente de la coalición y ser cabeza de cartel en las próximas elecciones. A lo primero dijo sí y se puso manos a la obra. Sobre lo segundo, sigue dando largas muchos meses después. Desde su equipo lo más que admiten es que trabaja “en un proyecto de país para la próxima década” que está todavía en una frase preliminar. Busca trascender los límites tradicionales de la izquierda y los partidos no deben estar en el centro, repite una y otra vez la vicepresidenta segunda, que durante estos meses ha tanteado a mucha gente.
Y en ese contexto el acto político del próximo sábado, donde Díaz subirá al escenario con la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la líder de Más Madrid, Mónica García, y Fátima Hamed Hossain, diputada autonómica de Ceuta y portavoz del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, está en la mirada de todos. Se ha bautizado como ‘Otras Políticas’ y se celebrará en el teatro Olympia. “Es una oportunidad de encontrarnos y compartir experiencias entre diferentes”, ha destacado la ministra de Trabajo en redes sociales, tras anunciar todas las participantes la fecha del encuentro .
En el cuadro de intervinientes no estará ninguna representante de Podemos, ni la nueva líder, Ione Belarra, ni tampoco la ministra de Igualdad, Irene Montero. El entorno de la vicepresidenta se limita a plantear que este acto está organizado por Iniciativa del País Valencià, una pata de Compromís, y que Díaz únicamente acude como invitada. Desde Podemos optan por guardar silencio y los organizadores esquivan la respuesta, aunque el primer anuncio de la vicepresidenta fue visto con reticencias por algunos integrantes de la formación.
El equipo de Díaz desvincula el acto de Valencia de su proyecto
Fuentes de la formación de Mónica Oltra sostienen que con las invitadas confirmadas buscan reivindicar con voces femeninas que “hay otra manera de hacer política” y que no busca ningún objetivo electoral.
“Es un acto sin siglas que se comenzó a organizar antes de que Yolanda Díaz fuese vicepresidenta”, apuntan desde Compromís, y en él han reunido a “mujeres potentes que hacen política”. ¿Por qué no se ha invitado a nadie de Podemos? Ahí las respuestas son vagas. “Tampoco se cuenta con Díaz Ayuso”, “no vamos a llenar el [estadio de fútbol de] Mestalla”, son algunas de las explicaciones que aporta la formación valenciana.
El equipo de la vicepresidenta segunda del Gobierno trata de defender que el evento “está totalmente desvinculado” del proyecto en el que trabaja y descarta que en Valencia vaya a lanzarse ninguna plataforma electoral. Desde Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía manifiestan la misma idea: se trata de un acto “distendido” sin la intención de que trascienda al sistema partidista. Y en Compromís se asume como “una especulación” hablar sobre su futuro ligado al frente amplio de la ministra de Trabajo.
Sea como fuere, la presencia de todas esas mujeres que trabajan en el espacio de izquierda, que han reivindicado muchas veces la política sin testosterona, alimenta todo tipo de conjeturas en el espacio político a la izquierda del PSOE.
Entretanto, el proyecto de país en el que está trabajando Díaz echará a andar con una primera etapa que tanto ella como su equipo denominan “proceso de escucha”. En julio la líder de Unidas Podemos reveló que estaba manteniendo conversaciones con “voces diferentes” para “ver qué opinan sobre la conformación de un espacio que pueda cambiar la vida de la gente de nuestro país”. Fuentes cercanas a Díaz reconocen en privado que la vicepresidenta trabaja desde hace unos meses con su equipo de máxima confianza y otros “colaboradores externos” en este proyecto aunque insisten en que está en una etapa preliminar y sitúan los avances “más de cara al 2022”.
El futuro político de Díaz “tiene mucho que ver con la experiencia de la pandemia” y la respuesta que la sociedad española dio a la emergencia sanitaria. “Ahora se trata de transformar esa fraternidad en políticas públicas para proteger a la ciudadanía y el papel del trabajo, reconstruir los servicios públicos e impulsar una transición verde y justa”, indican desde su equipo. Además, la vicepresidenta segunda pretende “trascender los límites tradicionales de la izquierda”. “¿Blindar la sanidad pública es de izquierda o de derechas? ¿Transformar nuestra economía en clave verde, sostenible o ecologista es solo de izquierdas?”, indican desde el entorno de la vicepresidenta.
Con la derogación de la reforma laboral en el horizonte, que tiene que estar aprobada antes del 31 de diciembre, Díaz tiene por delante en las próximas semanas una apretada agenda ministerial. Aún así, fuentes cercanas a la ministra de Trabajo reconocen que para su futuro proyecto sí se cuenta con un “armazón”.
El proyecto comenzará a tomar forma cuando su equipo organice una serie de “actos independientes con la sociedad civil”. “El protagonismo es para la ciudadanía y para la gente profesional que quiera participar en este proceso de escucha”, indican desde su entorno. Como ya planteó la vicepresidenta segunda, su objetivo es que la sociedad civil – sindicatos, ONG, colegios profesionales, asociaciones– sea la protagonista y las formaciones políticas pasen a segundo plano. “Hay partidos con los que se tiene relación, pero no creemos que sea su estructura la base sobre la que construir”, añaden las fuentes consultadas, aunque sí destacan que las organizaciones políticas “son estructuras imprescindibles”.
Un proyecto sin ruido ni egos
La vicepresidenta segunda, que afronta este proceso sin el paraguas de ninguna formación política (no milita ya en Izquierda Unida y tampoco lo hizo nunca en Podemos), ya ha lanzado varios avisos a sus compañeros de viaje. “Si hay ruido o luchas de egos, es probable que me vaya”, apuntó en una entrevista en la Cadena Ser a finales de septiembre, en la que también avisó de que su futuro político no pasa por “una suma de partidos”. Aún así reconoció que las formaciones políticas “son muy importantes” y “tienen que estar”, “no deben ser los protagonistas”.
Conscientes en Podemos de que Díaz es el mayor activo del grupo confederal, continúa siendo la integrante mejor valorada del Gobierno, públicamente la dirección del partido ha optado por cerrar filas y apoyar a la vicepresidenta segunda. Belarra reivindicó hace unas semanas en la clausura de la ‘Universidad de Otoño’ – unas jornadas de debate sobre el futuro de la agenda del partido – que deben “trabajar por un espacio político que crezca” bajo el liderazgo de Díaz.
En ese mismo acto, Iglesias también animó a sus compañeros a “acompañar” a la vicepresidenta segunda en la construcción de “un frente amplio”. Internamente respetan los tiempos de Díaz y reivindican la importancia de sus cuadros autonómicos cuando se necesite tener presencia en cada una de las provincias del país, señalan fuentes cercanas a la dirección de la formación.
Más Madrid e Íñigo Errejón
Lo que más expectación ha generado es la posible alianza con Más Madrid y Más País en ese futuro proyecto de Díaz. La abrupta salida de Íñigo Errejón de Podemos y su enemistad declarada con los dirigentes de Podemos es lo que más reticencias está provocando en la formación liderada por Belarra. Desde el entorno de la vicepresidenta segunda aseguran que no ha habido conversaciones con el diputado de Más País sobre el futuro proyecto aunque sí reconocen que la sintonía entre ambos es “muy buena”, sobre todo desde las últimas semanas en las que han hablado mucho acerca de la reforma laboral en marcha y otros proyectos del gobierno.
A diferencia de las posturas combativas que había venido manteniendo Errejón contra el Gobierno, el diputado de Más País ha reiterado su apoyo público a Yolanda Díaz tras su enfrentamiento con la vicepresidenta primera Nadia Calviño por la reforma laboral. “Ambos hablan mucho sobre cuestiones relacionadas con el Gobierno y la relación es buena y fluida”, aseguran fuentes del entorno de la vicepresidenta. Y es esa cercanía la que suscita malestar en un sector de Podemos.
Errejón no estará el próximo sábado en Valencia pero sí la líder de Más Madrid, Mónica García, cuya presencia ha generado mucho ruido por esta posible alianza con los que un día rompieron con Podemos. García también niega que su participación en el acto tenga algo que ver con el lanzamiento de una plataforma e insiste que tampoco supone “el germen” de ninguna alianza, asegura en conversación con esta redacción. La líder de la oposición en la Comunidad de Madrid recuerda que su ambición es autonómica y que los comicios que tiene en mente son los próximos de mayo de 2023, aunque reconoce que eso podría cambiar en el hipotético caso de un adelanto electoral que Pedro Sánchez no se cansa de negar.
“El acto es un encuentro entre mujeres que juegan un papel importante en estos momentos en diferentes territorios a nivel autonómico y municipal, para poner el común la capacidad transformadora que tiene la política”, explica García, que insiste: “Nuestra aspiración no va más allá”. García reivindica el papel puramente madrileño de Más Madrid que, considera, ha sido uno de los motivos de éxito en los comicios del 4M cuando logró superar al PSOE y ser segunda fuerza en la región. Sobre el papel que pueda jugar Errejón como representante nacional de la formación, García reconoce que a ese nivel no hay que cerrar ninguna puerta pero defiende que la vocación de Más País es la de articular una candidatura con empuje transformador centrada en la transición ecológica. “Como ya ha dicho Íñigo, el trabajo de ahora es el trabajo de ahora”, asegura.
Otro de los nombres que ha resonado desde que Díaz pusiera sobre la mesa el proyecto es el de la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena. El Confidencial publicó recientemente que la magistrada se había ofrecido para sumarse a la iniciativa, algo que la exalcaldesa niega. En conversación con elDiario.es, Carmena asegura que el proyecto le parece “interesante e ilusionante” y afirma que las cuatro participantes que lideran el acto de Valencia “le gustan mucho”, aunque subraya que en ningún momento se ha ofrecido a colaborar con ellas y no tiene ninguna intención de volver a la vida pública activa. Aún así, si finalmente sale adelante un proyecto en el que todas estén integradas y la invitan a sus actos, acudiría “como una ciudadana más”, señala.
Izquierda Unida y más
Otro de los actores importantes de este espacio que quiere encabezar Yolanda Díaz es Izquierda Unida. La formación que lidera Alberto Garzón viene reclamando desde hace un tiempo un espacio amplio de cara a los futuros procesos electorales para hacer frente al auge de la extrema derecha. Uno de los dirigentes de IU que no se han escondido a la hora de defender esta vía es el exedil de Ahora Madrid Carlos Sánchez Mato, que ha defendido públicamente una alianza amplia en la que no haya líneas rojas. Sánchez Mato se ha incorporado recientemente como asesor en el ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero, una incorporación que se explicó como parte de la construcción de ese “frente amplio”.
Garzón daba un paso al frente este jueves en apoyo de Díaz y afirmaba que si la vicepresidenta segunda “está dispuesta a dar el paso, será la mejor candidata posible para representar un espacio que es heterogéneo, plural”, donde “están Podemos, IU, los comunes”, y donde “puede caber mucha más gente que no está ahora mismo con nosotros trabajando en las instituciones, pero que probablemente tengamos mucho más en común que lo que nos separa”. IU no estará el próximo sábado en Valencia.
También se ha pronunciado en las últimas horas Teresa Rodríguez. La portavoz de Adelante Andalucía ha apuntado que cualquiera que promueva “un grupo andaluz propio en el Congreso” – y que se encuentra en su “espectro ideológico” – “podrá hablar” con ellos “de tú a tú”. “Tendrá en nosotros un aliado, por lo menos, una mesa donde sentarse y hablar”, ha destacado en una entrevista publicada por Público. Algunas voces han visto el mensaje de Rodríguez un ofrecimiento para la iniciativa de Díaz. De momento, la vicepesidenta que ha estado muy activa en redes a lo largo del día guarda silencio sobre esta cuestión.
A nivel nacional, desde Anticapitalistas, organización a la que pertenece Rodríguez, apuntan importantes diferencias con el proyecto de Yolanda Díaz y del resto de participantes del acto de Valencia. Lamentan el modelo personalista, la “política supeditada a las orientaciones del PSOE” y una apuesta por la paz social, en lugar de una “fuerte contestación social en la calle”. Aún así, su portavoz estatal, Raúl Camargo, sí defiende que Adelante Andalucía “es una organización soberana que toma sus propias decisiones”.
Si no hay adelanto electoral, el proyecto de Díaz se edifica pensando en las elecciones en 2023. De momento parte como la líder política mejor valorada, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). A eso atribuye su entorno parte de los choques que ha tenido con sus socios del PSOE durante las últimas semanas.