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Un diario belga se niega a publicar la publicidad de Hungría contra la UE: “Ningún Gobierno debe dictar cómo hablamos de amor”
El diario belga De Standaard ha dedicado una página de su publicación a defender los derechos LGTB ante el intento del Gobierno húngaro de Viktor Orbán de difundir campañas publicitarias contra la Unión Europea en prensa. El espacio que hubiese ocupado esa publicidad tiene en su lugar los colores de la bandera LGTB —pero con una variación en el orden para hacer también la bandera de Hungría— y los mensajes “Ningún Gobierno debería dictar cómo hablamos de amor” y “La legislación no debería distinguir amor de amor”, en referencia a la legislación homófoba impulsada por Orbán que impide, entre otras cosas, hablar sobre diversidad sexual en los colegios.
En un artículo, publicado en neerlandés, el redactor jefe Karel Verhoeven defiende la decisión excepcional del periódico porque es demasiado “cínico” vender un “espacio mediático” al líder de un Gobierno que ha restringido la libertad de prensa en su país. “La ley aprobada por el Parlamento húngaro subraya ese cinismo. Prohíbe la información a los jóvenes sobre la homosexualidad y también limita la expresión de la homosexualidad y la transexualidad en el espacio público”, argumenta.
Para Verhoeven, se trata de una violación de los derechos humanos y hace un llamamiento a “contrarrestar” desde las libertades que tenemos actualmente una ley que quiere dictar “qué amor es legítimo” y cómo se puede “hablar de amor”.
Asimismo, la publicación La Libre, también belga, anunció a sus lectores el pasado viernes que no encontrarían entre sus páginas esa campaña por las “libertades” que se toma con respecto a los hechos.
La campaña del Gobierno de Viktor Orbán consiste en una página completa con una serie de propuestas de Hungría sobre la “amenaza de la migración en masa y las pandemias” y donde carga contra el Parlamento Europeo “por representar sus propios intereses”. “En Bruselas quieren construir un superestado para lo cual nadie dio autorización. Decimos no al Imperio Europeo”, se puede leer al comienzo del anuncio.
En España, esa campaña publicitaria se publicó hace unos días en ABC. En ella, además, Hungría defiende que “las decisiones deben estar tomadas por dirigentes elegidos y no por las ONG internacionales”, después de que varias organizaciones hayan alertado del peligro de la ley húngara, que “no tiene precedentes en la UE”. Son organizaciones como la Asociación Háttér, de defensa de los derechos LGTBI, o Budapest Pride, que han recordado que esta legislación es muy parecida a la que Rusia aprobó en 2013 sobre la “propaganda gay” y que conllevó un aumento de la homofobia en ese país.
El diario belga De Standaard ha dedicado una página de su publicación a defender los derechos LGTB ante el intento del Gobierno húngaro de Viktor Orbán de difundir campañas publicitarias contra la Unión Europea en prensa. El espacio que hubiese ocupado esa publicidad tiene en su lugar los colores de la bandera LGTB —pero con una variación en el orden para hacer también la bandera de Hungría— y los mensajes “Ningún Gobierno debería dictar cómo hablamos de amor” y “La legislación no debería distinguir amor de amor”, en referencia a la legislación homófoba impulsada por Orbán que impide, entre otras cosas, hablar sobre diversidad sexual en los colegios.
En un artículo, publicado en neerlandés, el redactor jefe Karel Verhoeven defiende la decisión excepcional del periódico porque es demasiado “cínico” vender un “espacio mediático” al líder de un Gobierno que ha restringido la libertad de prensa en su país. “La ley aprobada por el Parlamento húngaro subraya ese cinismo. Prohíbe la información a los jóvenes sobre la homosexualidad y también limita la expresión de la homosexualidad y la transexualidad en el espacio público”, argumenta.