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Otras voces: viaje en EuskoTren

Rubén Avila

Sucedió el sábado 13 de octubre. Esperaba en el andén de la parada de EuskoTren en el centro de Irún (Gipuzkoa). La operación parecía sencilla: llega el tren, abre sus puertas, se acciona la rampa de acceso y así puedo subir. Sin embargo, en lugar de activar la rampa, se marchó y me dejó en tierra con cara de imbécil.

Por lo que me dijeron los trabajadores de la compañía, el motivo era un fallo mecánico, pero en realidad no lo sé. Quizás le caía mal al conductor y decidió no dejarme subir, porque a mí no me dijo nada. Se limitó a cerrar las puertas. Pude montarme en el siguiente tren, al que sí le funcionaba la rampa.

A la vuelta, sin embargo, ya de noche, las rampas volvieron a fallar y tuvieron que ser los guardias de seguridad los que me ayudaran a subir y bajar del tren. La situación se complicó, ya que mientras las puertas se cerraron y la silla de ruedas quedó mitad fuera del tren, mitad dentro de él. Ya me hacía viajando literalmente colgando cuando lograron abrir las puertas lo justo para poder sacarme. Vamos, todo un alarde de accesibilidad, tan cacareada en su web.

A pesar de que los trenes tienen unos cuantos meses de vida no logran solucionar el problema. O quizá es que sencillamente no les sale rentable hacerlo. Al fin y al cabo, somos 4 tarados a los que nos da por viajar, en lugar de quedarnos en casita sin molestar.

Lo curioso es que si se hubieran limitado a colocar el tren a la altura del andén no harían falta rampas inservibles. Pero supongo que eso vende menos, la imagen de las rampas desplegándose es más vistosa, dónde va a parar. Una lástima que la mitad de las veces no funcionen.

Podría decir a los gestores de EuskoTren y de Renfe (éstos tienen dos escalones en cercanías y allá te las apañes) que la accesibilidad del transporte es un derecho, que obligar a una persona a quedarse encerrada en casa es un acto de opresión injustificable... Pero no sé si les importará mucho.

En su día puse la correspondiente reclamación y me respondieron de forma cortés que investigarían el incidente; pero no he vuelto a recibir respuesta. También he escrito a la defensoría del pueblo vasco y me han dicho que estudiarán el caso.

Eso sí, en la página web de Euskotren aseguran a bombo y platillo: “Los nuevos trenes de EuskoTren incorporarán las tecnologías más avanzadas para facilitar la accesibilidad, seguridad y comodidad de toda nuestra clientela”.

Como he dicho, por lo menos en el caso de las rampas, es mucho más útil dejar al tren a la altura del andén. De hecho, eso hicieron con los viejos trenes ¡y funcionaba!

Rubén Ávila, @weinsta

Sucedió el sábado 13 de octubre. Esperaba en el andén de la parada de EuskoTren en el centro de Irún (Gipuzkoa). La operación parecía sencilla: llega el tren, abre sus puertas, se acciona la rampa de acceso y así puedo subir. Sin embargo, en lugar de activar la rampa, se marchó y me dejó en tierra con cara de imbécil.