¿Puedes ser celíaco y no saberlo? Según cuenta Carmen Becerra, presidenta de la Asociación Provincial de Celíacos de Sevilla, el 75% de la población celíaca está aún sin diagnosticar. “Los celiacos no son solo las personas que presentan síntomas intestinales, los hay también que presentan síntomas extraintestinales. Hay muchos infradiagnósticos y esto a la larga puede ser perjudicial”.
Por ello, defienden que “la detección precoz de la enfermedad es fundamental” y que esto, “ayudaría a que las personas que la padezcan puedan tomar las medidas convenientes para llevar una vida lo más sana y normal posible, sin tener que pasar por diagnósticos equivocados”. El doctor Argüelles Martín comenta que estos infradiagnósticos han llevado a que en la actualidad haya mucha gente a la que le detectan la enfermedad pasados los 40, después de llevar años con síntomas compatibles con la celiaquía y sin obtener información al respecto. “Como anécdota, os comento la de un paciente de casi sesenta años al que después de incluso haberle quitado la vesícula biliar por un supuesto colón irritable, se le hacen las pruebas oportunas para determinar si es celiaco, y efectivamente lo era. No habría hecho falta llegar a ese punto si hubiera obtenido a tiempo su diagnóstico y hubiera podido seguir la dieta correcta y oportuna”, cuenta el doctor, experto en este tipo de casos.
En defensa de esa detección precoz de la enfermedad, han organizado en la Setas de Sevilla un cribado masivo con pruebas rápidas y gratuitas para la población. También, en el mismo espacio y con motivo del Día Internacional de la Enfermedad Celiaca, han contado con diferentes ponencias de expertos en la enfermedad que han estado resolviendo las dudas de todo aquel que quisiera acercarse.
“La aparición de un celiaco en la familia distorsiona radicalmente su dinámica”
“Un celiaco es celiaco para toda la vida. Eso de que tu hijo era celiaco y ha dejado de serlo es un mito; el primer paso para tratar la celiaquía desde la importancia que tiene es el de aceptar que es una enfermedad crónica, para toda la vida”, dictamina Argüelles.
Además, según cuenta una de las asistentes a la ponencia del doctor, “es una enfermedad que distorsiona radicalmente la dinámica de la familia en donde aparece”. Esta mujer, madre de un niño de cuatro años diagnosticado como celiaco, comenta cómo ahora “todo se ha puesto patas arriba”: ya no tarda 10 minutos en hacer la compra, porque tiene que mirar con exhaustividad todas las etiquetas, y tampoco tiene la tranquilidad de cocinar lo que quiera y donde quiera, porque las precauciones deben ser altas para cuidarse de la contaminación cruzada (es decir, de los alimentos que hayan podido estar en contacto con otros que sí contenían gluten).
Desde la asociación, también alzan la voz por la escasez de ayudas para el colectivo celiaco que actualmente existen en España. Las personas celiacas soportan una media de 538,98 más en su cesta de la compra, y muchas personas no pueden permitírselo. Denuncian que este es un problema muy grave porque esta forma de tratamiento es la única existente para una enfermedad que no tiene cura. Por ello, instan a visibilizar el problema y seguir insistiendo a las administraciones públicas a que brinde su apoyo para mejorar así la calidad de vida de estas personas.