Francisco Javier Álvarez Beret, conocido simplemente como Beret en el mundo musical, hará este viernes un verdadero viaje en el tiempo cuando suba al escenario de la Plaza de España de Sevilla, su ciudad, para actuar en el Icónica Fest. Un espacio monumental en el que, como todos sus paisanos, atesora muchos recuerdos, y en el que no duda de que disfrutará como pocas veces.
“Actuar en la Plaza de España, para mí, es hacerlo en un sitio que significa mucho en mi vida”, comenta. “Desde pequeño he vivido allí muchas circunstancias, y estoy seguro de que todos los sevillanos que vengan al concierto van a recordar también sus propias vivencias. En mi caso, me veo de chaval haciendo botellón y rapeando con un colega, también haciendo allí la primera quedada con mis fans en el Monte Gurgugú, llevando a alguna novia a dar una vuelta con las barquitas… Todo eso va a venirme a la cabeza, seguro, mientras esté actuando”.
Aunque empezó a componer e interpretar música desde muy joven, fue su fichaje en 2019 por la multinacional Warner Music Group lo que disparó su carrera al estrellato. “Empecé en la música sin mucha premeditación, hasta que fiché por Warner. Más que un equipo, me he encontrado una familia”, subraya. “Gracias a ellos he podido delegar muchísimas cosas, concentrarme en mi música, ganar claridad de ideas y abrirla para que se expanda”.
Presión ineludible
Solo cuatro años y una sucesión de éxitos, el mayor de los cuales es hasta la fecha su tema Lo siento, que le abrió las puertas del mercado latinoamericano. Ahora siente que, en efecto, las cosas han ocurrido muy rápido. “Comencé con 17 años y parece que fue ayer cuando me planté en mi primer concierto, en la sala Trinchera de Málaga. Esa velocidad puede ser contraproducente, a veces no te deja ver bien por dónde vas, o valorar las cosas como es debido. Ahora estoy tratando de compaginar mi vida con mi carrera y darme pausas para saber dónde estoy”.
El artista sevillano que reconoció públicamente que sufría ansiedad por la presión del negocio musical intenta así conjurar los males propios de la profesión. “Es algo que nos sucede continuamente, los comentarios de las redes, las críticas, que si has cogido peso, que si esto, que si lo otro… A veces, en lo que respecta a los cánones, parece que lo que menos hace un cantante es cantar, mientras que debe cuidar la línea, ir siempre a la moda y tantas cosas más. Es una pena, porque irónicamente en otro tipo de profesiones artísticas todo esto no se ve. A quien pinta cuadros nadie le exige todas esas cosas, nadie se fija en el físico de un escritor. Hay que recordar una y otra vez que los cantantes cantan, y ya: todo lo que no tenga que ver con eso es gratuito”.
Beret reflexiona sobre el hecho de que incluso una superestrella en la cima como Alejandro Sanz haya compartido con sus seguidores en redes sus propios problemas de ánimo y salud mental. “Es que de esto no se libra nadie”, confirma Beret. “Hay un momento que te preguntas muchas cosas. Yo tengo la seguridad de que la gente se queda en mis canciones por mis letras y no por mi aspecto físico, o por si bailo mejor o peor, si peso más o menos. Pero muchos compañeros cantantes son juzgados por cien cosas distintas, y no todos pueden llevarlo bien”.
En cuanto a sus colegas de escenario, Beret ha colaborado con muchos de ellos y de los estilos más diversos, desde los raperos SFDK a Sebastián Yatra, Pablo Alborán, Vanessa Martín y un largo etcétera. “Tengo cariño a todos, he pasado con todos momentos preciosos”, recalca. “Si tuviera que elegir a uno, me quedaría con Melendi, con quien he establecido una relación muy especial. He estado un mes con él grabando en La Voz y es un gran amigo”. Por su parte, cuando se le pregunta con quién le gustaría grabar algún día, no duda un instante en responder: “¡Ed Sheeran!”
Sin etiquetas
Ahora, Beret calienta motores para enfrentarse a los fans de Sevilla. Un público que, asegura, ha ido cambiando con el tiempo. “Antes, cuando empezaba, la mayoría era gente muy joven. Ahora en cambio hay absolutamente de todo, un 60 por ciento de adultos, luego gente de veintitantos, de cuarenta y tantos, de 12… Tengo un espectro super variado. Y no hay una sola categoría musical, vienen raperos y madres de familia”.
A propósito de esa diversidad, Beret cree que las etiquetas ya no son tan importantes como antaño. “Ya no es tan importante definirse, aunque queda un poquito aún de todo eso. Hace años, cuando rapeaba, si hubiera metido algo de reguetón me habría caído la de dios. Ya no se da tanto, si quieres colaborar con alguien que en principio no es de tu estilo, adelante. Mira a Justin Bieber con Luis Fonsi, a Alejandro Sanz con mucha gente… Hay que hacer lo que te nazca y punto”.
Por último, sevillaelDiario.es le pregunta a Beret cómo se ve a sí mismo dentro de otros diez años. “Ojalá siga aquí, y que la gente siga disfrutando de mis canciones y mis letras, y poder seguir extendiendo mi mensaje por más sitios. A Latinoamérica llevo ya siete años yendo, el año pasado hice Nueva York y Miami, y me gustaría seguir abriéndome camino en EEUU”.