Sergio Romero, del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, no quiere “un final lleno de silencio” para la Venta de los Gatos, el ventorrillo protagonista de una de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, actualmente en venta. Pero la consejera de Cultura le ha respondido con una dosis de realidad: “no podemos actuar de ninguna de las maneras”, “la verdad es que no podemos hacer nada” y otras frases semejantes ha pronunciado Rosa Aguilar ante su pregunta con ruego de respuesta oral en comisión parlamentaria.
El diputado había comentado a la consejera la “situación de abandono” del lugar y, en sintonía con la asociación 'Con los Bécquer en Sevilla', la posiblidad de darle un uso cultural a “una de las últimas huellas de Bécquer”, preguntando a la titular de Cultura acerca de qué “sensibilidad” mostraba hacia esta circunstancia y si la Consejería tenía intención de poner en valor el vestigio becqueriano, recordándole además la reciente concentración de ciudadanos en ese sentido.
La consejera ha sido muy directa en su exposición y argumentos y le ha respondido al diputado que “con sensibilidad no se arregla el problema”. Ha asegurado que conoce las circunstancias que envuelven la situación, más aún cuando es una cuestión que demanda la ciudadanía, pero que “ni el Parlamento ni la Consejeria son espacios para resolverlo”, mostrando de cualquier forma “la mayor de las sensibilidades” hacia la situación. “No más que usted pero tampoco menos. Igual”.
“Lo mejor que puede hacer es decirle la verdad a las personas a las que le ha dicho que vendría aquí al Parlamento a plantear este tema”, ha comentado Aguilar: “no hay competencia en el ambito de la Junta para actuar en este caso”. La consejera ha especificado que la antigua Venta de los Gatos es ahora “una propiedad particular”, que no tiene “ningún nivel de proteccion patrimonial” y que, además, no se ha registrado en ninguna sede de la Consejeria ninguna solicitud que pueda iniciar un procedimiento o expediente de protección en ese sentido.
“Para quedar bien, puede traer todo lo que se quiera, pero dígase la verdad”, ha concluido la consejera, que ha afirmado en cualquier caso que “las puertas de la Consejería están abiertas” pero que “no se intente confundir a la ciudadanía”.