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Después de un año más bien convulso, la Feria del Libro de Sevilla ha sacado a concurso su dirección técnica y de programación mientras se plantea distintas reflexiones y posibles cambios para su futuro. La decisión de abrir una convocatoria pública para el puesto que ha desempeñado Rafael Jurado durante los tres últimos años queda reflejada en una nota de la Asociación Feria del Libro de Sevilla (AFLS), entidad organizadora del evento, publicada este lunes, que señala el próximo 20 de diciembre como fecha límite para la presentación de candidaturas.
“Podrán optar a este proceso las personas individuales o empresas con acreditada experiencia en la gestión cultural y en el sector del libro, que deseen dar continuidad a las líneas programáticas desarrolladas por la AFLS, así como introducir mejoras”, explica el comunicado. “Una comisión formada a tal efecto, por miembros de la Asociación Feria del Libro de Sevilla y de su Junta Directiva, evaluará los proyectos y candidaturas, realizando una preselección, y será la Junta Directiva la que realice una entrevista personal, del 10 al 17 de enero, de cara a que cada candidato/a pueda presentar y defender su proyecto”.
Los proyectos, que se presentarán mediante documento impreso o digitalizado, que contenga los proyectos realizados a modo de currículum, propuestas de contenidos y actividades para la FLS24, con mejoras; la formación de un equipo técnico interdisciplinar; oferta económica, diferenciando las diferentes partidas (Dirección, Equipo Técnico, Coordinación, Comunicación, Programación…); coordinación con coproductores y patrocinadores públicos y privados.
Una dirección compartida
Por otro lado, y siguiendo con el contenido de la nota, se valorará la “viabilidad, calidad e impacto del proyecto presentado; oferta económica; capacidad de interlocución con las empresas del sector del libro y con las distintas administraciones; mejoras aportadas a las líneas programáticas de la FLS y su difusión; búsqueda de patrocinios privados; formación de un equipo técnico interdisciplinar y ajustado a las necesidades de la FLS; experiencia acreditada en el sector del libro y en eventos de estas características; experiencia en proyectos asociativos”. Las personas interesadas deberán contactar con la Secretaría de la AFLS (feriadellibrodesevilla@gmail.com) manifestando su interés en optar al proceso de selección, tras el que recibirán la información que necesiten para el desarrollo del proyecto.
Cabe recordar que la Feria se convirtió en el eje de una fuerte polémica el pasado mes de agosto, cuando el recién estrenado alcalde de la capital hispalense, José Luis Sanz (PP), en medio de la controversia sobre el posible aplazamiento del Festival de Cine de Sevilla (Seff) arremetió inexplicablemente contra la FLS calificándola de feria “de tercera división” y asegurando que bajo su mandato adquirirá la categoría que merece. El asunto llegó al extremo de poner en peligro la celebración de la edición de este año, si bien finalmente se anunció que sí se haría y se confirmó que se mantendría la subvención municipal nominativa de 150.000 euros anunciada por el alcalde socialista, Antonio Muñoz.
La noticia vino de la mano de Jaime Maciá Montes, exdirector de comunicación del Ayuntamiento de Tomares, hombre de confianza de Sanz y considerado responsable del éxito de la Feria del Libro de dicha localidad, que de manera inesperada pasaba a asumir “la dirección compartida” de la FLS, sin que se concretara claramente cuáles iban a ser sus competencias respecto al evento.
Emplazamiento y fechas
Con todo, la delegada de Cultura, Minerva Salas, subrayó que “este año se va a dar un primer impulso en todo lo que se ha podido como la comunicación, difusión, imagen y programación, a partir del año próximo se le dará un apoyo decidido para que edición tras edición vaya creciendo”.
De momento, y quizá como vacuna ante eventuales injerencias externas, la Asociación Feria del Libro ha querido apostar por la transparencia y poner al frente de una cita que recibió en 2010 el Premio Nacional al Fomento de la Lectura concedido por el Ministerio de Cultura y la Medalla de Oro de Sevilla en 2011 al ganador de una convocatoria abierta, justo cuando anunciaba su dimisión el último responsable de programación del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (Icas), Ruperto Merino: la segunda deserción de ese puesto en cinco meses.
Más allá de este dato, en el seno del sector sevillano del libro han empezado a discutirse aspectos que tienen que ver directamente con su futuro, y que van desde su emplazamiento–entre quienes defienden la idoneidad de la Plaza Nueva y la necesidad de buscar nuevos espacios, como alguna zona más próxima al río– y su ubicación en el calendario, pues no faltan las voces que proponen su regreso a los meses primaverales, e incluso quienes se sienten perjudicados por las actuales fechas otoñales, como los responsables de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión.
En lo que parecen coincidir todos los implicados en el evento es en la necesidad de recuperar la normalidad tras demasiados meses de sobresaltos, y en celebrar el balance de la última edición, calificada como “histórica” por la Asociación Feria del Libro de Sevilla, que tuvo lugar del 26 de octubre al 5 de noviembre, y cuyas 136 actividades atrajeron a casi 15.000 visitantes.