El grupo municipal Adelante Sevilla votará contra el documento sobre las bases reguladoras del uso de los terrenos de Altadis que presentó hace una semana el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y la directora jurídica de la empresa, Rocío Ingelmo. La letra pequeña de este documento dista mucho, según la interpretación de Adelante, del anuncio público que realizó el regidor el pasado martes cuando presentó el proyecto como un ‘efecto Guggenheim’ para la ciudad. El uso y las modificaciones de edificabilidad que prevé el convenio en el edificio central conocido como El Cubo son “inaceptables” para el grupo que lidera Susana Serrano.
El mismo día del anuncio del esperado acuerdo entre el Ayuntamiento y la tabacalera, tanto el grupo de Ciudadanos como el del PP confirmaron su respaldo al mismo. Adelante valoró entonces el avance en la negociación, pero optó por la cautela y prefirió esperar a leer con detenimiento las bases del convenio que les fue remitido varios días después. Este martes han comparecido en rueda de prensa la portavoz, Susana Serrano, acompañada del arquitecto y experto en patrimonio industrial Julián Sobrino para anunciar su oposición, que ratificarán en la próxima reunión de la Comisión de la Gerencia de Urbanismo que se celebra este viernes, y posteriormente en el pleno municipal previsto el jueves día 20 de este mes.
La formación rechaza el aumento de la edificabilidad del edificio central, El Cubo, que, según lo establecido en el convenio, puede pasar de los 14.000 metros cuadrados actuales, a 26.000. Según estos cálculos, frente a la promesa del regidor relativa a que el 85% del suelo iba a ser público, la formación asegura que este proyecto prevé que un 75% de la superficie edificada quedará en manos privadas. Una operación que se va a llevar a cabo en “los terrenos más valiosos de toda Sevilla y de su área metropolitana”.
Este incremento en la edificabilidad del inmueble implicaría además, sostiene Adelante, cubrir los patios interiores o aumentar las alturas del edificio. Serrano cree que “un lugar tan emblemático y valioso requiere de un auténtico proceso de participación e incluso de un concurso internacional de ideas”. Y ha advertido que tal y como está redactado el convenio, existe la posibilidad de que se privatice esa zona del río.
La otra crítica principal consiste en el uso que se le dará a este edificio que, como anunciaron en su momento el alcalde, Juan Espadas, y la responsable de la empresa, será calificado de uso terciario. Esta calificación engloba equipamientos SIPS (Servicios de Interés Público Social) en todas sus modalidades (socio cultural, deportivo, salud o de economía social. También incluye la posibilidad de albergar pequeño y mediano comercio, usos hoteleros, oficinas, usos recreativos y de espectáculos públicos, según detallan desde el Ayuntamiento.
“Abren la puerta de una manera evidente a que el uso de este edificio emblemático se convierta en un hotel”, ha denunciado el arquitecto Julián Sobrino. “No se puede mentir a la ciudadanía diciéndole que aquí va a haber un Guggenheim, porque un hotel o un Mercadona no es un Guggenheim”, añadió.
Oportunidad perdida ante el “monocultivo” del turismo
La portavoz de la formación, Susana Serrano, ha lamentado lo que en su opinión, es una apuesta por la construcción de un nuevo hotel “como tantos otros que se han ido anunciando, en ese monocultivo del turismo que no da respuestas a las necesidades de nuestra ciudad”, ha criticado. La edil de Adelante ha lamentado que el Gobierno municipal no haya seguido los ejemplos de otras ciudades “como San Sebastián, Málaga o Gijón para transformar esas fábricas tabaqueras en espacios de innovación”.
Por su parte, Sobrino ha advertido de “la pérdida de diversidad productiva que sufre Sevilla en la que el sector secundario ha ido desapareciendo paulatinamente” “Con Altadis nos encontramos con el final de este proceso”, ha dicho. Asimismo, considera que el acuerdo no cumple con los objetivos de desarrollo sostenible que el documento de la ONU 2030 tiene en cuenta respecto a la energía, la movilidad, la resiliencia, la participación, la Igualdad y los trabajos justos y equitativos.
El experto en patrimonio industrial también ha recordado que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico reservaba un espacio para un museo sobre la historia y la fabricación del tabaco. Sin embargo, ha asegurado que ese proyecto no se contempla en las actuales bases “pese a que Sevilla fue la primera ciudad en el mundo en tener una fábrica de tabacos, que en el siglo XVII se estableció en la antigua Plaza de San Pedro”, ha explicado.
Adelante también ha criticado que con usos previstos en las casas de ingenieros como equipamiento de barrio, la singularidad arquitectónica de estas viviendas desaparecería al transformarse en “un centro cívico”.