Tres mujeres han declarado este jueves como imputadas en los juzgados de Sevilla por su presencia en la marcha del Primero de Mayo de 2014 en la que sacaron 'en procesión' el 'Santísimo Coño Insumiso'. Se les imputa a cada una de ellas un delito relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas y un delito contra los sentimientos religiosos, a raíz de una querella de la Asociación Española de Abogados Cristianos. Las tres han reconocido su participacion pero han negado que quiseran mofarse o burlarse de las personas que profesan la religión católica o de la Semana Santa.
Las mujeres han incidido en que el objetivo de haber formado parte de aquella marcha por el centro de Sevilla fue en todo momento reivindicar los derechos laborales de las mujeres con “la vagina como símbolo de la mujer” y denunciar la precariedad laboral de las mujeres con la intención de “exaltar la vagina como símbolo femenino”. Las imputadas han sido llamadas a declarar, después de dos miembros de la CGT lo hicieran el pasado 17 e septiembre.
La red de apoyo a las imputadas ha denunciado recientemente en un blog creado al efecto que su citación obedece a la existencia de “ficheros ideológicos” de la Policía Nacional ya que no fueron identificadas en el momentos de los hechos, como han indicado ante la jueza de Instrucción número 10 que investiga el caso. A las tres se les ha mostrado imágenes de su presencia en la marcha, de fotogramas sacados de los vídeos que se difundieron por Internet a partir de la movilización.
Según han explicado a la salida de las declaraciones las abogadas de las mujeres, Pastora Filigrana y Elena Naranjo, la causa se sigue investigando porque la Fiscalía de Sevilla está actuando de oficio, ya que el delito contra los sentimientos religiosos atenta contra una de las libertades protegidas en la Constitución. Los querellantes, una asociación de abogados cristianos de Valladolid, no han asistido a las declaraciones al no haber abonado los mil euros que se les pide para su personación. Las imputadas no han considerado que portar una vagina de cartón sea un insulto y han manifestado desconocer quiénes organizaron aquella movilización.
Las mujeres han negado escuchar algunas frases denunciadas por la asociación como “la virgen maría también abortaría” u otras contra la iglesia católica, y han dicho que el hecho de que algunas de las manifestantes fueran disfrazadas de nazarenos o con peinetas y mantillas no obedece a burla o mofa de la religión católica sino que entienden que “era una vía de lanzar su mensaje feminista”. Han comentado que el hecho de que durante la marcha se pasara por delante de alguna iglesia era inevitable por el propio recorrido por las calles del centro y la zona de la Macarena.
La jueza, tras escuchar a las mujeres y anteriormente a los miembros de la CGT, debe decidir ahora si continúa adelante abriendo el procedimiento o decreta el archivo provisional del caso. La defensa aportará alguna prueba documental más como el manifiesto que se leyó durante la movilización.