La magia de Twitter: una vecina de Sevilla encuentra trabajo tras devolverle el dinero a una pensionista
“Cada uno da lo que recibe, y luego recibe lo que da”, dice una canción de Jorge Drexler. Esta historia, la historia de Estrella, cumple todos los requisitos para ser buen ejemplo del tema del cantante uruguayo. Estrella Yedra, una mujer sevillana madre de dos hijos, uno de ellos con discapacidad, volvía a su casa el pasado martes con uno de sus hijos. Ella empujaba el carrito del pequeño por las calles de Cerro-Amate, uno de los barrios más modestos de España. Eran cerca de las diez de la noche y, cuando atravesaba un parque del barrio, las ruedas del carro arrollaron un trozo de papel algo grueso. Como le llamó la atención se agachó a cogerlo. Era un peculiar envoltorio y dentro había unos 500 euros.
¿De quién podría ser el dinero? En un barrio donde la renta per cápita de los vecinos roza la pobreza en muchas viviendas, estaba claro que alguien a quien le hacía mucha falta lo había perdido. Además, a Estrella no se le pasó la posibilidad de que, por ser precisamente fin de mes y al conocer la costumbre de personas mayores de sacar el dinero de la pensión para tenerlo en efectivo, alguna persona hubiese perdido el importe en el camino entre el banco y la casa.
Y fue exactamente así. Horas antes de que Estrella encontrase el dinero, una mujer de 84 años con movilidad reducida paseaba con su andador por el mismo parque. Sin darse cuenta, el envoltorio con el dinero se le cayó al suelo. Volvió a casa sobre las cinco de la tarde para echarse su siesta diaria, y al despertarse se dio cuenta de que echaba en falta la paga, lo había perdido. Por más que lo buscaba, no aparecía.
Directa a la Policía Local
Desde que a la anciana se le cayó el dinero hasta que Estrella lo encontró, nadie se dio cuenta de aquel envoltorio que contenía todo el mes de una anciana. Estrella tomó la decisión “que tenía que tomar, porque no podría dormir teniendo en mi casa un dinero que no es mío”. Se encaminó a la jefatura de la Policía Local del barrio y comunicó a los agentes lo que había encontrado y donde.
Les dio todos los detalles posibles, y entonces le informaron de que el dinero quedaría depositado varios días en sus instalaciones, para luego pasar a otro punto de la ciudad. Si en un año nadie lo reclamaba, pasaría a ser suyo. Pero a Estrella eso no le interesaba, porque estaba segura de que los casi 500 euros, 490 en concreto, eran de alguien a quien le hacían mucha falta.
La ayuda de las redes sociales
La Policía puso en marcha de forma inmediata el protocolo de búsqueda a través de las redes sociales. Había que hacerlo con cuidado, sin dar pistas a los posibles ladrones, de modo que no reclamase el dinero alguien ajeno. La persona que acudiese a buscarlo tendría que decir la cantidad exacta del dinero del envoltorio, o bien la cantidad de billetes y la distribución de los mismos (de 50 euros, de 20…). Pero, además, los agentes contaban con otro factor: el envoltorio en el que estaba el dinero era peculiar, fácil de describir para quien lo hubiese perdido. De modo que se difundió el siguiente mensaje a través de las redes sociales de Emergencias del Ayuntamiento de Sevilla: “Una vecina de Cerro Amate ha entregado en el Distrito de Policía Local una cantidad importante de dinero en metálico encontrada en un parque infantil de la calle Juan Carvallo. Ha quedado depositado a disposición de quien acredite ser su propietario/a”. Solo quedaba esperar.
Las redes sociales hicieron entonces su magia. Algo que la anciana nunca hubiese visto, pero sí su nieta, que fue la encargada de contarle que una mujer se había presentado en la Policía Local con “una cantidad importante de dinero en metálico”.
Faltaban pocos minutos para las once de la noche cuando la mujer y su nieta se personaron en las dependencias policiales. Solo tuvo que dar algunos datos sobre la descripción del paquete, decir cuánto dinero tenía dentro y quedó claro que era suyo. Su pesadilla había terminado. Cuando la Policía Local la llamó para contárselo, “me harté de llorar”, confiesa.
Sin trabajo ni ella ni su pareja
Cuando Estrella explicó a los medios de comunicación cuál era la situación personal en su casa, quedó de manifiesto que su gesto tenía más valor aún: ni ella ni su pareja tenían trabajo, y como ingresos solo entraba al mes una ayuda social. Además, uno de sus hijos tiene una discapacidad física que le obliga a recibir terapias desde que nació. Con lo justo para vivir dignamente, había renunciado a 490 euros.
Las mismas redes sociales que habían funcionado para encontrar a la anciana, se pusieron en marcha para ayudar a Estrella y a su marido: había que encontrar trabajo para estas personas. Él es oficial de la construcción, carretillero, experto en electricidad…, y ella tiene toda la experiencia del mundo en trabajos relacionados con el hogar o la ayuda a domicilio. El mensaje que se colocó en Twitter para ayudarla había superado a primera hora de este viernes el millón de visualizaciones.
Dinero recuperado y trabajo encontrado
Eso sí, lo primero era saber si la pareja necesitaba ayuda para sacar adelante las terapias del niño, que ahora tiene cuatro años. Esa parte, por ahora, la cubre la Seguridad Social, que garantiza la Atención Infantil Temprana hasta que el menor cumpla los seis años, de modo que hay 24 meses de margen para que eso, por ahora, no sea una urgencia.
Estrella agradeció la ayuda prestada para su hijo, y ni mencionaba lo que ella necesitaba. A regañadientes accedió a entregar su currículo. Solo quedaba esperar.
Aunque el objetivo era encontrar trabajo para la pareja, una de las primeras respuestas no fue, precisamente, para eso. El pianista hispanobritánico James Rhodes, afincado en Madrid desde hace varios años, vio el mensaje y no lo dudó. Aparte de otras cosas, entendió que la joven merecía “recuperar” el dinero que le había entregado a la Policía. Así que localizó su número de teléfono, y antes de hablar con ella, en previsión de la negativa que pudiese plantearle, le mandó 500 euros vía Bizum. Luego, le envió un mensaje de Whatsapp para comunicarle lo que había hecho y darle la enhorabuena por su gesto.
Rhodes destacaba la actitud de la mujer, muy “emocionada y agradecida”, y hacía un llamamiento para que aquella persona que pudiera ofertar un empleo a la pareja que se pusiese en contacto con ella cuanto antes.
Horas después, llegó el empleo que Estrella necesitaba. Se pusieron en contacto con ella responsables de la empresa CLECE, que se dedica, entre otras cosas, a la atención a personas mayores, servicios educativos y servicios sociales, e inmediatamente llegaron a un acuerdo para que se incorporase cuanto antes.
A sus 40 años, Estrella asegura que pocas cosas más emocionantes le han pasado. Pero esto solo acaba de empezar, porque, como dice la canción, cada uno “recibe lo que da” y porque los agentes que patrullan el barrio la han propuesto para la concesión de la Cruz al Mérito de la Policía Local por su gesto solidario.
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