Mario Bermúdez, director de Marcat Dance: “Hoy contar una relación amorosa sencilla, cotidiana y real es un riesgo”
Tras deslumbrar con obras como 'Averno' y 'El bosque', el bailarín y coreógrafo jiennense Mario Bermúdez (Vilches, 1987) tenía ganas de plantearse un nuevo reto. Pero éste no pasaba por tender hacia la grandilocuencia, sino hacia la intimidad. “Nos apetecía crear un dúo. Empezamos por una pieza de siete minutos que de algún modo nos hizo resurgir como compañía, pero nunca nos habíamos atrevido con un montaje largo de este tipo”. El feliz resultado de ese esfuerzo lleva por título 'Afines' y se estrena en el Teatro Central de Sevilla los días 29 y 30 de noviembre.
El plural de Bermúdez incluye a su pareja, Catherine Coury, con la que emprende una exploración poética de la conexión humana, donde dos cuerpos se convierten en un diálogo íntimo a través del movimiento, se entrelazan y se encajan convirtiéndose en uno. “Después de 'Averno', que era un septeto, concebir un dúo era un desafío fuerte a nivel coreográfico por la dinámica de la pieza… Y también personal, por lo que supone trabajar frente a frente con tu mujer, la madre de tu hija. Pero lo pensamos y nos dijimos, ¿por qué no?”
En Afines, los dos cuerpos orbitan uno alrededor del otro, y se atraen y se distancian, afinando al máximo sus conexiones y desarrollando una relación intensa donde también se congelan y se abrazan, se olvidan y se recuerdan, encontrando en la creatividad una opción –la única opción. “Es una historia de relaciones, donde hay un momento de conocerse, de amarse, de estar unidos, de desunión también, de distancia, nos quedamos ciegos, nos obsesionamos… Y todo eso lo llevamos al lenguaje del movimiento nuestro”, apunta Bermúdez.
Dimensión universal
A pesar de que la idea original parte de la propia experiencia, sus artífices han querido darle una dimensión universal. “Tenemos incluso un doble elenco, para que la historia no sea solo nuestra, sino -como en ese caso- de Javier y Alexia”, añade. “Queremos que todo el mundo pueda conectar con ella, y contar que para llegar a esa afinidad a menudo hay que pasar por muchas desafinidades”.
En este sentido, Mario Bermúdez cree que las relaciones amorosas se han venido abordando en la creación desde ópticas más o menos radicales o enrevesadas, de modo que “hoy contar una relación amorosa sencilla, cotidiana y real es un riesgo. Contar algo sencillo se ha vuelto más complejo”, asegura. “Pero me muevo por mis emociones, hago lo que siento y cuento mi historia como quiero contarla, sin que me importe mucho todo lo demás”.
Aunque una obra como 'Afines' también planea complicaciones a nivel técnico: “Mantener la atención durante 55 minutos, con música original de José Pablo Polo acorde con lo que cuenta cada escena, igual que el vestuario y las luces, obliga a ir más allá de la típica historia de ‘te quiero y nos besamos’. Pero ese es mi fuerte, un lugar en el que me siento muy cómodo”.
Entre el ballet y el flamenco
Cabe recordar que, desde su creación en 2016, Marcat Dance ha recorrido importantes escenarios y festivales de Oriente Medio, Europa, Asia y América, cosechando todo tipo de galardones, desde premios Lorca, Talía y Max al premio Ojo Crítico que obtuvo Bermúdez en 2023. Y todo ello habiendo regresado a su pueblo, Vilches, donde ha instalado su laboratorio de creación descartando la posibilidad de hacerlo en cualquier otro lugar del mundo. “No es fácil estar en un pueblo, claro que se echa de menos estar rodeado de cultura, teatros, museos… Pero hay algo precioso, que es el tiempo. En las ciudades el tiempo va muy rápido, aquí va como tiene que ir. A la hora de preparar tu pieza, es necesario ir a la velocidad que tiene que llevar, para que lo que haces tenga un corazón más grande”.
En cuanto a las ayudas institucionales, a pesar de tener una ayuda a la creación de la Junta de Andalucía, lamenta que “siga siendo muy precario todo. En la danza contemporánea seguimos en la misma riada de lodo, remando en el barro. Y no veo que éste se vaya a diluir. Las ayudas apenas dan para respirar”, asevera.
“Defiendo que hay que apostar por la cultura de la danza contemporánea, que cada vez se nos olvida más”, prosigue. “Frente al flamenco o el ballet, la danza contemporánea sigue siendo la hermana pequeñita. Necesitamos que en las programaciones haya variedad”.
Asimismo, subraya que “la danza contemporánea no tiene los mismos presupuestos que el flamenco, ni los cachés son los mismos. Y además, tenemos menos trabajo. Vamos a pensar en nuestros públicos, porque si no los nutrimos con una oferta variada, vamos a morir”.
Cuando se le pregunta si no se ha planteado nunca hibridar su danza con el flamenco, como hacen ahora tantos creadores, Bermúdez se sonríe. “No he estudiado flamenco. Es evidente que en mis creaciones, en mi forma de moverme, hay una influencia, soy andaluz y eso está en mi lenguaje, pero no llevo la música dentro, no sé zapatear. Justo ayer la dramaturga de 'Afines', Isabel Vázquez, decía que el próximo proyecto deberíamos plantearlo como un espectáculo flamenco, con los músicos atrás… A lo mejor lo hacemos así. En todo caso, estoy seguro de que mi código no va a cambiar”.
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