El problema de los parques infantiles en Sevilla: cerrados pero en uso

La vuelta a la nueva normalidad no ha llegado a todos los espacios. Las zonas dedicadas a la infancia están trayendo complicaciones a los Ayuntamientos para mantener las medidas de prevención y el control del contagio. No es solo la vuelta a los colegios, también es el caso de los parques infantiles. En la ciudad de Sevilla hay 357 áreas de juego que permanecen oficialmente cerradas desde que se estableció el Estado de Alarma en España en marzo de 2020. Sin embargo, extraoficialmente, los parques infantiles de Sevilla se están usando, los precintos se están rompiendo y los niños y niñas están jugando en sus instalaciones. 

Desde el Ayuntamiento de Sevilla, ya en junio se hizo una estimación para afrontar la apertura de estas áreas de forma segura y viable, pero sin recibir unas directrices oficiales por parte de la Junta de Andalucía, afirman fuentes municipales. No ha sido hasta septiembre que el Gobierno andaluz ha publicado un protocolo para abrir los parques infantiles mediante el que establece un control de aforo de una persona por cada cuatro metros cuadrados y medidas de limpieza y de desinfección diarias de las áreas de contacto. Conocidas estas medidas, fuentes oficiales del Consistorio aseguran a eldiario.es Andalucía que “no hay recursos suficientes para abrir los parques cumpliendo el protocolo de la Junta”, por lo que “se mantienen cerrados para evitar que sean una zona de riesgo”.

Sin embargo, Luisa, Carmen y Lucía (nombres ficticios) consideran que “es más peligroso tener a los niños encerrados en casa que exponerlos, con cuidado, atención y con medidas de higiene”. Las tres mujeres van al mismo parque todos los días, sus hijos e hijas se relacionan siempre entre ellos y las madres aseguran que tienen su propia grupo burbuja de relaciones. Las tres saben que los parques están cerrados de forma oficial y confirman que “cada día” encuentran el parque precintado, pero añaden que “la solución no es tenerlos cerrados, sino limpiarlos diariamente”. Además, Luisa lanza una pregunta: “¿Dónde se supone que tenemos que meterlos? ¿En los bares?”.

Abrirlos pero “aumentar la vigilancia”

Álvaro Pimentel, portavoz de Ciudadanos en la capital hispalense, ha reclamado que el mismo hecho de que “algunos parques estén abiertos de facto sin estar permitido” puede llevar a que “se conviertan en zona de contagio por la falta de control”. El grupo municipal de Ciudadanos ya había reclamado al Gobierno de Juan Espadas la aportación de un calendario de plazos que garantizara la apertura segura de estos espacios, siguiendo las directrices de la Junta. Para ello, ofrecieron su apoyo para hacer algún tipo de modificación presupuestaria y aumentar la partida de parques infantiles.

Fuentes socialistas aseguran que “ninguna ciudad andaluza puede garantizar la apertura segura de los parques infantiles” y que, cuando aparecen los precintos rotos en algún área de Sevilla, “se vuelven a colocar en la mayor brevedad posible”. En contraposición, desde el propio partido naranja creen que “sí es posible su apertura siguiendo el protocolo” y, aunque reconocen la labor del Ayuntamiento precintando los parques infantiles en uso, lo consideran una medida “insuficiente”.  Pimentel mantiene que “en el caso de que no puedan abrirse los parques infantiles, debería aumentarse la vigilancia para evitar su uso y señalizar debidamente su cierre, con cartelería o campañas ciudadanas”. 

Pero quien vaya a los parques y pregunte a las madres y padres, podrá encontrar carteles colgados de los balancines y de los castillos de juego. Según Carmen, madre de una niña con autismo, asegura que ella va a seguir trayendo cada día a su hija al parque, a pesar de las cintas y de los carteles. “No puedo dejarla encerrada en casa, ella necesita relacionarse, como cualquier niño” y considera que, durante el proceso de desescalada, “los políticos se han olvidado de la infancia”.

Este periódico se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Sevilla para recabar su parecer y sus próximas acciones sobre este capítulo sin obtener respuesta. Mientras tanto, cada día, los toboganes y columpios de algunos parques de Sevilla siguen cerrados pero en uso.