El paso adelante que dará en su momento el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, para liderar al PSOE andaluz provocará una reacción en cadena que tendrá su primer movimiento en la designación de la persona que le sucederá en la Alcaldía, la ciudad más grande que gobiernan ahora los socialistas. Y en esta cuestión, el PSOE tiene claras dos cuestiones: el sustituto será el candidato socialista en las municipales de 2023 y en su elección tendrá mucho peso la decisión del propio Espadas.
El relevo en el sillón de mando municipal no está ni mucho menos cerrado, pero con esta decisión del PSOE sí se acota mucho el círculo de aspirantes. Por lo pronto, se descarta una de las opciones que se había estado barajando, la de poner a un alcalde transitorio mientras de manera externa se preparaba a un candidato para lanzarlo como cabeza de cartel en 2023. Esto, por cierto, se hizo en su momento con Juan Espadas, nombrado candidato en 2010 (el PSOE andaluz ya había adelantado que Alfredo Sánchez Monteseirín no repetiría) para presentarse a las municipales de 2011.
Operación con demasiados riesgos
Desde el PSOE federal se considera que esta operación sería rocambolesca y confusa para la ciudadanía, ya que por un lado habría un candidato externo a la Junta (el propio Espadas) que haría el rodaje fuera del Parlamento andaluz, a lo que se uniría un alcalde transitorio en el Consistorio (con la interinidad que eso conlleva) mientras se prepara a otro aspirante también externo para la Alcaldía. Si ya de por sí la operación de Espadas conlleva riesgos, con este escenario se multiplicarían y se comprometerían aún más las opciones de seguir gobernando en Sevilla.
El movimiento de elegir al futuro alcalde (o alcaldesa) entre los actuales concejales socialistas supondría que se cierra la puerta a opciones como la del vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que había aparecido en las quinielas como posible candidato externo. El también secretario de Relaciones Institucionales y Administraciones Públicas del PSOE federal habría desechado dar ese paso, poco convencido de esta carambola a tres bandas.
Madrid no impondrá al sustituto
En esta línea, y aunque el PSOE federal dará su opinión al respecto, se considera que la decisión sobre la persona que le sustituya debe recaer básicamente en el propio Juan Espadas. Esto, además, aparcaría uno de los principales temores en su equipo: que el sustituto viniese impuesto desde Madrid. Aunque se admite que este relevo no está ni mucho menos cerrado, desde el entorno del actual regidor no se descartaba que la decisión viniese cocinada desde las alturas del partido.
Lo que está por ver es la cuestión de los tiempos. Espadas quiere marcar su propia hoja de ruta, sin precipitaciones, con una triple intención: sondear sus respaldos en otras provincias, desprenderse de la imagen de que es un candidato oficialista impuesto por Ferraz y no transmitir la sensación de que, en plena pandemia, está más ocupado en cuestiones orgánicas que institucionales. Eso, considera, ni lo entendería ni probablemente lo perdonaría la ciudadanía.
Elogio del perfil de Antonio Muñoz
Así que dando por hecho que finalmente Espadas dará el paso de ser el líder de los socialistas andaluces y de que se impondría en unas hipotéticas primarias, en paralelo habría que nombrar a su sustituto. En este sentido, no pueden obviarse los halagos que precisamente Gómez de Celis dedicaba este martes al delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, en la misma línea por cierto de los que viene dirigiendo a Juan Espadas.
Para el vicepresidente primero del Congreso, Muñoz “es un magnífico representante público y mejor persona”, agradeciéndole muy especialmente “traer un aire de modernidad profunda y muy consistente a la ciudad de Sevilla vinculada al ámbito cultural y a todo lo que significa el desarrollo de grandes eventos culturales”. Es una persona, en definitiva, “a la que considero, respeto y admiro”.
La carrera por la sucesión
¿Significa esto que Muñoz sería el mejor situado en la carrera por suceder a Espadas? No según el propio Gómez de Celis, que se niega a “especular con el liderazgo en el Ayuntamiento de Sevilla a partir de diciembre en el supuesto de que se diese”, por no hablar de que Espadas “tiene detrás un equipo muy amplio”. El propio Muñoz intentaba sacudirse esta imagen como posible relevo subrayando que está centrado en la gestión de la ciudad y que “los tiempos son los que son e irán marcando el ritmo de la toma de decisiones”.
Así que sólo se ve como teniente de alcalde y delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, pero incluyendo el matiz relevante de que ésta es su visión “en este momento y aquí y ahora”. Y esa, precisamente, no es una manera muy rotunda de cerrar puertas y descartarse de las quinielas si es que es eso lo que se pretende.