La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

La Audiencia de Sevilla aplaza a septiembre el juicio de Teresa Rodríguez contra el empresario que se abalanzó sobre ella

Teresa Rodríguez se verá finalmente las caras con Manuel Muñoz, el empresario que simuló besarla en un acto en la Cámara de Comercio de Sevilla el 20 de diciembre de 2016, el próximo 12 de septiembre después de que la Audiencia de Sevilla haya accedido a las peticiones de ambas partes de posponer la celebración del juicio, previsto a priori para dentro de mes y medio.

La líder de Podemos en Andalucía había solicitado, ante la proximidad de su parto, el aplazamiento de la vista oral. El empresario, por su parte, también pidió otra fecha de juicio al tener programada una operación los días previos al día señalado en principio, el 27 de febrero. “No nos eche una mano, quítenos alguna de encima”, dijo durante el debate de investidura este mismo miércoles la propia Rodríguez al nuevo presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, a quien afeó “la ausencia de políticas de igualdad” en su acuerdo de Gobierno con Ciudadanos.

Según ha podido saber este periódico, el juzgado ha accedido a las solicitudes de suspensión de los representantes legales de Rodríguez y Muñoz y el juicio se celebrará el 12 de septiembre de 2019 a partir de las 10:00 horas en la sala de vistas de la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla.

En una providencia fechada este 11 de enero, la Audiencia acuerda la nueva fecha de señalamiento. La Audiencia ya declaró en su momento pertinentes las pruebas propuestas por las partes (interrogatorio del acusado, documental, testifical y visualización de un vídeo), excepto una pericial anticipada propuesta por la acusación particular ya que será objeto de la valoración por parte del tribunal.

“Empujándola hasta hacerla retroceder hacía un rincón”

Muñoz, a quien se le abrió juicio oral en diciembre de 2017, se le juzgará por la presunta comisión de dos delitos: atentado a la autoridad y contra la integridad moral. Tanto la Fiscalía como la propia Teresa Rodríguez piden un año y nueve meses de cárcel para el empresario por unos hechos, ya descritos por la jueza en un auto anterior, en los que el empresario “se abalanzó sobre ella, tapándole la boca con su mano, empujándola hasta hacerla retroceder hacía un rincón, mientras aproximaba su boca a la de ella, y besaba su propia mano, la que cubría la boca de ella, realizando el ademán como si, en realidad, la estuviera besando en los labios, todo ello mientras aproximaba su cuerpo al de la diputada, haciéndole retroceder hasta la pared”.

La acción descrita, como ya dijo la jueza, se corresponde con el relato que efectúa la denunciante / víctima y los testigos, “no considerando que lo acontecido, responda una broma, como pretende el investigado hacer creer, por cuanto ni victima ni investigado se conocían con anterioridad, ni consta hubieran mantenido una conversación dilatada y en tono de familiaridad previo aquél día, que justificara la acción realizada, lo que impide considerar la misma como una broma de mal gusto”. El procesado había recurrido el auto y pedido el archivo del caso alegando que Teresa Rodríguez “no parece una persona timorata ni vulnerable”.