“Aviso: No volveremos a los armarios”. En ocasiones unas palabras pintadas en un cartón son suficientes. Si aún así todavía quedan dudas hay más declaraciones garabateadas: “El silencio te hace cómplice”.“Homofobia y fascismo son lo mismo”. “España es LGTB”. Estos son algunos de los mensajes que se han leído en las pancartas de los asistentes a la concentración en Sevilla “en repulsa por el asesinato” del joven Samuel la pasada noche del sábado.
El termómetro acariciaba los 35 grados y poco antes de las 8 de la tarde de este lunes los primeros asistentes comenzaban a llegar a las puertas del Ayuntamiento de Sevilla, lugar elegido para pedir justicia por el joven coruñés Samuel Luiz. A la concentración, que ha durado una hora, han asistido diversos colectivos como La Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera, la Asociación DeFrente o la Fundación Triángulo. Pese a que el padre de Samuel pidiese silencio, la cita se ha desarrollado entre misivas y proclamas aleatorias. Los aplausos, sobre todo al principio, han sido infinitos. “La lucha” por los derechos y la integración de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales no ha podido contenerse. La rabia también ha estado presente: “No hacemos daño para que nos maten”, se ha escuchado. Y los cantos: “Samuel no ha muerto, ha sido asesinado”. El matiz es lo que da sentido a la concentración.
No ha habido manifestaciones políticas, pero el Ayuntamiento hispalense se ha sumado al encuentro desde las escalinatas del edificio consistorial. Con el Alcalde de Sevilla, Juan Espadas, al frente, se ha desplegado una pancarta con el mensaje: “Las palabras de odio preceden a los delitos de odio. La LGTBIfobia mata”. No ha habido ninguna otra intervención institucional.
Víctor, Carlos y Pablo son tres jóvenes que sienten “dolor y pena” por el asesinato de Samuel. “Es una situación sin freno de la que se hace oídos sordos”, ha dicho Víctor. Su amigo Carlos condena “tajantemente” lo sucedido al tiempo que pide “educación e información” por los derechos del colectivo. “Y por todas las letras, no sólo por la de los gays”, ha resaltado Pablo, que cree “que hacen falta campañas de sensibilización para que se naturalice la situación”.
“No salimos del armario para que nos metan bajo tierra”, se ha visto en otra pancarta. Y en otra: “No quiero que mi familia viva con miedo cuando salgo a la calle”. Samuel fue víctima de una paliza cuyas heridas le provocaron la muerte. En un primer momento se pensó en que la discusión se produjo debido al uso de un teléfono móvil, pero en la mañana de este lunes el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, no descartaba que fuese un crimen homófobo. Algunos de los testigos han relatado que uno de los agresores gritó “maricón” a Samuel. Por el momento, hay 13 personas detenidas en relación con la agresión que se produjo en el paseo marítimo de A Coruña.
Mientras se esclarece si la motivación del crimen fue homófoba, en muchas plazas de Españas se ha pedido que se pare el señalamiento y la discriminación para el colectivo LGTBI+. “El discurso de odio de muchos medios de comunicación se ve reflejado en las calles. Desgraciadamente esta vez se ha cobrado una vida, pero esto es así un día sí y otro también”, ha apuntado Maribel, de DeFrente. El sábado fue Samuel, pero “me podía haber pasado mí”, decía otra joven. Porque no volverán a los armarios. Porque como se leía en inglés en una de las camisetas de uno de los manifestantes: “Hay gente que es gay. Supéralo”.