‘Si todas las puertas se cierran’: historias de trata con fines de explotación sexual en el siglo XIX y en el XXI
“Nos prometieron un buen trabajo aquí y era mentira”, lamenta uno de los personajes de 'Si todas las puertas se cierran', la película dirigida por Antonio Cuadri que este viernes 14 de abril se estrenó en Plaza de Armas. El director juega con la elipsis entre dos épocas totalmente diferentes, la España del siglo XIX y la del siglo XXI. Ambos periodos históricos hacen frente a un problema que pervive de entonces a ahora: la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Un problema que lejos de reducirse “se está incrementando cada vez más”, afirma Cuadri. El filme trata de abordar de forma realista la realidad de la prostitución en España: “Esto no es Pretty Woman”. Una realidad que entre los años 2017 y 2021 tuvo 4.420 víctimas de explotación sexual y laboral, de las cuales 36 eran menores, según estima el Ministerio de Interior.
Para la realización de un guión, inspirado en casos reales, han contado con la colaboración de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, cuya labor de ayuda a la reinserción de víctimas de explotación sexual se ha reflejado en la película. Por eso, aparece la figura Antonia María de Oviedo y Schöntal, fundadora de la Congregación de Hermanas Oblatas en el siglo XIX. La joven, de madre Suiza y padre sevillano, quedó huérfana a muy temprana edad y fue enviada a España para trabajar en la Corte como institutriz de las hijas de la reina gobernadora María Cristina de Borbón. En España conoce al padre José María Benito Serra, del que recibe una gran influencia. Antonia María, mujer filósofa, pedagoga y con una gran preocupación social, abandona la lujosa vida de la corte para fundar junto con el padre Serra una casa de acogida para mujeres que ejercían la prostitución.
La actuación de Antonia María, afirma Marisa Cotolí, actriz, coguionista e integrante de las Hermanas Oblatas, no fue más que una respuesta al grito de esas mujeres que estaban en la calle ejerciendo la prostitución y que querían salir de ese mundo. La figura de Antonia María es interpretada por la actriz francesa Alexandra Ansidei.
“Un grito de esperanza”
Otra de las grandes protagonistas es Sharik, una joven nigeriana que es vendida por su familia y que llega a España engañada para terminar ejerciendo el oficio de la prostitución. Sharik es madre de una niña pequeña y tiene una vida muy dura, con muchas puertas cerradas, pero “aguarda en su corazón un grito de esperanza”, afirma Cuadri. Sharik es interpretada por Toyemi, una joven nigeriana y tarifeña cuya familia también ha tenido que lidiar con una situación de pobreza extrema. Detrás de Sharik está Nicolás, un proxeneta, sin duda “uno de los papeles más difíciles de interpretar, pues en ciertos momentos se ha tratado de humanizar a un personaje cuya figura no es positiva”, cuenta el director.
En Sevilla han contado con el apoyo de Odeón Multicines, empresa de Luis Millán encargada de la gestión de los cines de Plaza de Armas; y será allí donde se exhiba la película hasta el 20 de abril. En la misma fecha, estará disponible en el Cine Sur Bahía de Cádiz, en Cines Aqualon de Huelva, en Multicines Rosaleda de Málaga y en Multicines Guadalquivir de Córdoba. Una semana después, se podrá disfrutar del visionado en salas de Jaén y Almería. En la página web de ‘Si todas las puertas se cierran’, se puede consultar la actualización de las distintas salas donde podrá verse la película. Además, aquellos pueblos o centros educativos que deseen proyectar la película podrán contactar a través de la web para solicitarlo.
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