Señales luminosas, pasos de peatones con luces LED de aviso a conductores y radar de semáforo conforman el parque de medidas que el Ayuntamiento de Sevilla anunció la semana pasada para reducir los accidentes en la Ronda Urbana Norte, antes de que este sábado se sumara una nueva víctima mortal a la lista negra de siniestros que acumula esta zona, con tres fallecimientos en el último mes y cuatro desde noviembre.
Medidas de seguridad vial que los vecinos han acogido desde el agradecimiento, pero también desde una sensación agridulce porque inicialmente “no se han tenido en cuenta” otras que ellos mismos habían sugerido a las autoridades en reuniones anteriores, como la instalación de radares de tramo o la construcción de un bulevar que pueda garantizar un paso más seguro para los viandantes. Así lo traslada a este periódico Ignacio, un joven de 23 años que ha liderado junto a su pareja Celeste las acciones reivindicativas de la Iniciativa Ciudadana RUN, a las que se han sumado otras entidades vecinales para exigir soluciones ante el incremento de incidentes mortales que se ha producido recientemente en este tramo urbano de la SE-30.
Ambos participaron en la reunión celebrada la semana pasada entre colectivos vecinales y los delegados municipales Juan Carlos Cabrera y Juan Antonio Barrionuevo, donde se dieron a conocer las iniciativas que el Consistorio había determinado emprender y que en ese momento no contemplaba la alternativa del soterramiento de la vía en forma de bulevar. Sin embargo, tras la muerte de la cuarta víctima en menos de tres meses (una joven de 20 años que ha fallecido en una colisión múltiple cerca de Pino Montano), el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha planteado como solución “definitiva” dotar a la Ronda Urbana Norte de un bulevar que, según los vecinos, se lleva demandando desde 2017, año en el que se llevó la propuesta al Pleno del Ayuntamiento hispalense.
“En principio estamos contentos”, apunta Ignacio, agradeciendo que al fin se prevea respuesta a una demanda que los vecinos de la zona tienen desde “hace años” y que hasta ahora no se había abordado con “medidas efectivas que solventaran los problemas de la seguridad vial”. Aun así, su compañera exige que “se aceleren” las soluciones anunciadas a corto plazo, pues “los días pasan y esta vía se sigue cobrando vidas y son cada vez más las personas que temen cruzar”, como apostilla Ignacio al recordar que un vecino le había escrito para pedirle que lograran avances “porque tiene una niña de tres años y le da mucho miedo”.
Ahora que el Gobierno local ha manifestado públicamente su voluntad de llevar a cabo soluciones “definitivas”, este joven que ha crecido presenciando accidentes en la zona espera que la propuesta del bulevar no se quede en una promesa más vertida en un contexto de eminente “campaña política” previo a las elecciones municipales. “Queremos tener fe en las palabras del alcalde, pero pedimos que se demuestre con actos”, señala Ignacio a este respecto.
Más allá del bulevar, los vecinos cuestionan que “quizás la señalización luminosa y un radar de semáforo no sean suficientes para reducir la velocidad” de los conductores, que a menudo rebasan el límite de 50 kilómetros por hora a su paso por este tramo urbano de la SE-30. Por ese motivo, estos dos jóvenes y otros vecinos coinciden en señalar que echan en falta que se hayan tomado en consideración otras iniciativas planteadas y que estiman “convenientes”, como la instalación de radares de tramo para controlar la velocidad, así como temporizadores en los semáforos y la opción de ajustar el tiempo para garantizar que se cumple con la prioridad de los peatones, reservándoles unos segundos para cruzar cuando los vehículos están en rojo y no en ámbar, como sucede en la actualidad.
Si bien entidades vecinales de la zona preguntadas por este periódico han preferido no hacer una valoración oficial, a título individual algunos de sus miembros comparten una opinión similar, aludiendo a que hay otras medidas (entre ellas, el soterramiento de la vía a fin de convertir la Ronda en un bulevar) que trasladaron al delegado de Movilidad y “dijeron que iban a estudiarlas”. En relación con esta cuestión, desde el Ayuntamiento explican que las medidas anunciadas en ese momento respondían a los criterios establecidos precisamente por los técnicos de Movilidad.
En cualquier caso, Ignacio considera que “es un gran paso conseguir cosas que puedan facilitarnos el poder transitar libremente sin miedo a que nos atropellen”. E indica que seguirán prestando su colaboración junto con el resto de colectivos para tratar de aportar mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos del barrio.
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