La lista de espera de personas que necesitan pasar por una intervención quirúrgica en la sanidad pública no ha crecido pero se estanca en cifras máximas. En junio de 2024 había 848.340 pacientes pendientes de entrar a un quirófano, unas 1.000 menos que seis meses antes, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, que ofrece cifras dos veces al año.
El número sigue siendo muy alto, pero es la primera vez en tres años que la lista no ha seguido abultándose. Además, el tiempo medio de espera desde que el médico prescribe la operación hasta que se realiza ha bajado siete días (de 128 a 121). Sin embargo, todavía uno de cada cinco pacientes (20,4%) debe esperar más de seis meses.
Las mayores demoras se concentran en Cirugía Plástica (236 días), Neurocirugía (189) y Angiología y Cirugía Vascular (148) mientras las especialidades de Cirugía Cardiaca, Dermatología y Oftalmología registran los tiempos más cortos con 63, 65 y 84 días respectivamente. Existen una serie de procedimientos para los que el Ministerio marca un tope de espera. Pero para las prótesis de rodilla, de cadera o las cataratas, estos plazos no se están cumpliendo en todos los pacientes.
Un grupo de trabajo pendiente
Sanidad audita no solo las esperas para cirugías, sino también el tiempo que pasa hasta que un paciente es visto por un especialista. En junio de 2024, había casi 84 de cada 1.000 personas en España en esta lista, dos puntos más que en diciembre del año pasado. Más de la mitad (54,6%) tienen que aguardar más de sesenta días y la media de espera alcanza los 94. Las especialidades con más tapón son Neurología (125 días), Dermatología (118) y Traumatología (101). En el lado opuesto de la escala están Cirugía General (48), Ginecología (58) y Cardiología (68).
Las cifras, aunque no han empeorado, están lejos de los compromisos del Gobierno. Los dos partidos que forman la coalición, PSOE y Sumar, se marcaron limitar los tiempos de demora para el especialista a los 60 días –ahora menos de la mitad cumple ese plazo– y a 120 como máximo en el caso de operación quirúrgica.
El Ministerio creó en abril un grupo de trabajo para diagnosticar la situación de las listas de espera, reducirlas y “hacer que no sean un problema de acceso al Sistema Nacional de Salud”. La ministra del ramo, Mónica García, defendió que había que “arrojar luz” sobre los datos porque hay “unas fotos fijas que muchas veces no concuerdan con la percepción de espera de los ciudadanos”.
El sistema de medición actual tiene 20 años y los expertos llevan tiempo alertando de que no permiten retratar correctamente la situación. Por ejemplo, no se ofrecen datos sobre cuánto se tarda en acudir a una primera consulta en psicología, psiquiatría u oncología. El Ministerio tampoco publica cuánto hay que esperar para hacerse una radiografía, una ecografía o tun TAC. No hay información homogénea sobre las pruebas diagnósticas.
Los datos publicados dos veces al año desglosan también las demoras en cada comunidad autónoma. Aragón (122 días), Andalucía (118) y Catalunya (117) ocupan los peores puestos. Asturias y Cantabria, por su parte, son la región que tenía una tasa más alta de ciudadanos aguardando una operación en junio.
Gráficos de Victòria Oliveres.