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Abogados Cristianos emplea el caso de la paciente terminal del Hospital de Alcalá en su campaña contra la eutanasia

Polonia Castellanos, frente a los juzgados de Plaza de Castilla donde ha comparecido.

Belén Remacha

La asociación ultraconservadora Abogados Cristianos, en representación de la familia de María Teresa, la paciente con una enfermedad neurodegenerativa que permanece ingresada en el Hospital de Alcalá de Henares, ha comparecido ante la prensa para “celebrar” que el juez haya ordenado que se le realice una reanimación si entra en parada cardiorespiratoria. La decisión se toma en contra del criterio de los médicos que la atienden. Polonia Castellanos, presidenta de la asociación, considera que el auto “mantiene con vida” a María Teresa.

María Teresa tiene 54 años y padece una ataxia degenerativa desde hace 20. Lleva ingresada en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias de la localidad madrileña una semana. El centro había llevado su caso el pasado 4 de julio al Juzgado de Guardia tras la insistencia de la familia de que, si entra en parada, se empleen para reanimarla técnicas que los sanitarios califican de “encarnizamiento terapéutico”. Días después, la familia y Abogados Cristianos lo elevaron al Juzgado de lo Penal para solicitar las medidas cautelares que obligaran al centro a practicarle esas técnicas. A última hora de la tarde del miércoles, y tras un informe médico forense, el juez estimó esas medidas cautelares.

Polonia Castellanos ha relacionado el caso directamente con la eutanasia: “Si a día de hoy estuviera legalizada, se hubiera acabado con la vida de María Teresa en contra de su voluntad y de su familia”. “Apostamos por defender la vida hasta el último momento, por invertir en cuidados paliativos para que la gente no sufra, pero que pueda seguir viviendo”, ha continuado, añadiendo que “que no haya un testamento vital no significa que haya que liquidarla”. La abogada se ha referido a la regulación de la eutanasia o del suicido asistido como “una ley por el derecho a matar”: “María Teresa podríamos ser cualquiera de nosotros, hijos o hermanos, si se aprueba”.

Según ha explicado Castellanos –la familia no quiere por el momento hacer declaraciones públicas–, la paciente necesita asistencia para todas las tareas básicas y se comunica con gestos y balbuceos. No ha podido expresar su voluntad pero de esa manera entienden “que ella quiere seguir viviendo, es una luchadora”. La familia defiende que se encuentra en un estado de “mejoría”. El Hospital, el martes, describía su situación como “muy compleja”. A la paciente, informan, se le han aplicado “todas las medidas protocolizadas y prescritas”. Los profesionales que la han atendido, de Urgencias, Medicina Interna y Neurología, valoraron o “de forma colegiada y consensuada” “que la aplicación de otras técnicas agresivas e invasivas no beneficiarían a esta paciente”. Las técnicas con las que insisten los familiares las califican de “encarnizamiento terapéutico”.

El auto del juez se produce tras la visita del Médico Forense, que ordenó las maniobras que el personal de planta considera que producirían daño a María Teresa. Castellanos dice fiarse “del especialista encargado por el juzgado”. De los otros “también”, pero le plantea “ciertas dudas que se trate de un hospital en el que hubo una auxiliar condenada por asesinato a una persona mayor”. Se refiere con ello a la condena a 20 años de una auxiliar de enfermería que está inhabilitada por 10, por lo que ya no trabaja en el centro. La abogada también sostiene que “su familia la conoce mejor que los médicos que dicen que no hay que reanimarla”.

Desde el Hospital niegan dos extremos que sostienen Abogados Cristianos: que no se haya informado a la familia de la situación clínica, “se ha hecho en todo momento”, y que se hayan alegado motivos económicos en las decisiones, “la atención prestada ha sido siempre siguiendo criterios asistenciales, no económicos”. También defienden que la atención a María Teresa “no tiene nada que ver con debates como la eutanasia. Se la está atendiendo en las mejores condiciones posibles”. El Hospital tienen 3 días hábiles para recurrir el auto, que no quieren valorar por el momento por encontrarse “estudiándolo”. Para Castellanos, sería “tremendo” que “se obstinasen”.

El Colegio de Médicos de Madrid ha expresado a eldiario.es su total respaldo al Hospital Príncipe de Asturias, que han trasladado al centro. “Está todo dentro del código deontológico. No hay situación de excepcionalidad. No es correcto utilizar el término eutanasia, porque se trata de no prolongar una situación de gravedad de una paciente con medidas de encarnizamiento terapéutico. Dicen que hay mejoría, pero es obvio que, si entra en parada, dejará de haberla. Es una situación habitual en la medicina española, madrileña y mundial: cuando las personas van llegando al final de un proceso degenerativo, se plantea en qué momento se ha de dejar de aplicar medidas que pueden ser excesivas y que suponen ese encarnizamiento”, explica su presidente, Miguel Ángel Sánchez Chillón.

La comparecencia de Abogados Cristianos se produce el mismo día que en Francia ha fallecido Vincent Lambert, tetrapléjico desde hace 11 años. Una batalla judicial que dividió a su familia y al país se saldó con la aplicación del protocolo que le desconectaba de la máquina que le alimentaba. Lambert, como María Teresa, no tenía hecho un testamento vital. También se da en unos meses en los que la posible regulación de la eutanasia, que el PSOE y Unidas Podemos llevaron al Congreso, ha vuelto a entrar en el debate público. Sobre todo, tras el suicidio asistido de la enferma de esclerosis múltiple María José Carrasco por el que fue detenido su marido, Ángel Hernández.

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