“Mi madre tiene Alzhéimer y no podemos cumplir la promesa que le hicimos porque aún no hay ley de eutanasia”
“Si lo que me queda de vida va a dificultar la vuestra, no deseo seguir viviendo. Viviría una eternidad amándonos y amándoos. Os quiero. Sí, me olvido de todo. Pero de amaros no me olvidaré nunca; lo juro”. Así termina la carta que Maribel Tellaetxe escribió a su marido Txema y a sus tres hijos en 2006. Le habían detectado Alzhéimer, la misma enfermedad que se había llevado a su madre años atrás y no quería que los suyos sufriesen lo que ella había sufrido.
Hoy, Maribel, de 75 años, no puede escribir. Tampoco vestirse sola, ni comer. Tampoco sabe dónde está su casa ni quién cuida de ella. “Apenas nos reconoce. De vez en cuando parece que sonríe o que te da una pequeña caricia… Pero ya no es ella. Cuidamos su cuerpo, pero hace mucho que nos dejó”, dice su hijo Danel por teléfono desde casa de sus padres en Portugalete.
Antes de que la enfermedad le hiciese olvidar quien era, Maribel y su marido Txema firmaron un certificado de últimas voluntades. “Cuando todavía estaba bien firmamos un testamento vital para que se nos aplicase la eutanasia a ambos cuando fuese legalmente posible”, cuenta Txema. Durante 12 años, los miembros de esta familia de Portugalete, como miles de familias de nuestro país, han sido testigos de los estragos de una enfermedad incurable y degenerativa que se llevaba poco a poco a “una mujer fuerte y luchadora. Defensora de su marido, de sus hijos, de su familia y amigos, de su pueblo y de su tierra. Monógama, pero madre de todos”, la describe su hijo Danel.
Sus tres hijos, Danel, Ruth y David, y su marido quieren ayudarla a marchar. “Sentimos una frustración e impotencia inmensas porque no podemos cumplir la promesa que le hicimos”, dice Danel. “También mucha rabia”, añade su padre. “Sabemos que está en una situación que ella quería haber evitado, pero por una ley injusta no es posible”. Su caso está adquiriendo una repercusión que no esperaban. Iniciaron una recogida de firmas en la plataforma Change.org hace dos meses, y ya suman más de 160.000 apoyos. Cuentan que no fue fácil hacer pública la historia de su amatxu.“Es duro porque no somos muy partidarios de las redes sociales y estamos usándolas para contar a todo el mundo nuestros momentos más duros, en lugar de los más alegres”, dice Danel. Su objetivo: cumplir con el deseo de su amatxu, sí, pero hacer que nadie pase por lo mismo. Reclaman la aprobación de una Ley de Eutanasia como la que se prevé que se debata en el Congreso y la despenalización del artículo 143.4 del código penal, que impone penas de hasta 10 años a quien ayudase a morir a otra persona.
La familia ha rodado un documental dirigido por el pequeño de los tres hijos, Danel, que cuenta un día en la enfermedad de su madre. Quieren presentarlo a varios festivales de cine documental nacionales e internacionales y tenerlo listo para el 24 de febrero. Se encuentran en fase de postproducción, un proceso que se le está haciendo duro. “Cuando estás con ella apenas te das cuenta, pero al verla en una pantalla, eres consciente del grado de deterioro de una persona que quieres”. Su padre es el encargado de grabar la banda sonora que ha tocado al piano y que es “parte del hilo conductor de la historia”
El caso de Maribel se está haciendo cada vez más mediático. “Nunca imaginamos que íbamos a conseguir tanto apoyo. Varias entrevistas en radios y en periódicos locales y reuniones con diferentes representantes políticos de la ciudad. Incluso el Portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso de los diputados, Jesús María Fernández, se reunió con ellos para transmitirles su apoyo en la lucha.
El PSOE presentó un proyecto de Ley de Eutanasia en el Congreso que está actualmente bloqueado por PP y Ciudadanos en la mesa de la cámara. La familia de Maribel espera que ambas formaciones reconsideren su postura y permitan la aprobación de la norma. “Están bloqueando una ley que afecta directamente a la integridad y a la dignidad del ser humano. Espero que sean conscientes”.
