Los casos de acoso que sufren las personas LGTBIQ o, al menos, su autorreconocimiento se han disparado en los últimos años. El informe anual de la Comisión Europea sobre la implementación de la estrategia de igualdad para el periodo 2020-2025 detecta un “aumento considerable del acoso motivado por el odio contra las personas LGTBIQ”, que pasa del 37% en 2019 al 55% el pasado año, es decir, un incremento de 18 puntos en cuatro años.
Las agresiones afectan especialmente a las personas trans, no binarias, de género diverso e intersexuales, según el documento publicado por la Comisión Europea, que se basa en buena medida en los datos recabados a través de la encuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA). La mayoría de las personas LGTBIQ (63%) se ha encontrado con frecuencia declaraciones de odio en Internet. Otro de los datos preocupantes es que ha aumentado el bullying en los colegios a los niños LGTBIQ desde el 46% al 67%. También ha habido un ligero aumento de la discriminación de las personas intersexuales que buscan empleo (31% frente al 27% de hace cuatro años).
“El odio LGBTIQ-fóbico se ve agravado por el aumento de las narrativas anti-género y anti-LGBTIQ”, afirma el gobierno comunitario, que apunta al discurso que utiliza referencias a la “propaganda LGTBIQ” o a la “ideología de género” como causante de un caldo de cultivo adverso contra ese colectivo. El incremento del acoso ha coincidido con el auge de las fuerzas de extrema derecha que precisamente utilizan esos mensajes contra las políticas de igualdad.
Budapest restringió el acceso a contenido que promueve la llamada “divergencia de la identidad propia correspondiente al sexo al nacer, cambio de sexo u homosexualidad” para personas menores de 18 años y un descargo de responsabilidad –disclaimer– en libros para niños con contenido LGTBIQ
Esas son las alarmas que detecta la Comisión Europea, aunque recoge al mismo tiempo algunas mejoras, como un leve descenso del porcentaje de personas que siente discriminación por su orientación sexual (ha pasado del 42% al 36%). También han aumentado sustancialmente los países que reconocen el matrimonio homosexual (21 frente a los 13 de hace cuatro años) o el impulso a leyes para el reconocimiento de la autodeterminación de género, vigentes en once estados miembros mientras que sólo existían en cuatro en 2019.
Eso permite al gobierno comunitario asegurar que la aplicación de la estrategia de igualdad está teniendo un “impacto positivo”. “Ayuda a integrar la igualdad LGTBIQ en diferentes ámbitos políticos, con una perspectiva interseccional”, señala el informe, que destaca la colaboración con los estados miembros. Sólo 12 de los 27 han desarrollado una estrategia nacional de este tipo.
Los avances son “frágiles”
Como punto positivo para España, apunta a la preparación de dos estrategias diferenciadas: una estrategia nacional para la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBIQ y otra para la inclusión social de las personas trans. De hecho, España ha ascendido al cuarto puesto en el ranking de países con más derechos LGTBI desde la aprobación de la ley trans.
Por el contrario, uno de los países que más preocupa en Bruselas es Hungría, al que la Comisión Europea ha llevado ante la justicia por sus leyes homófobas. En concreto, Budapest restringió el acceso a contenido que promueve la llamada “divergencia de la identidad propia correspondiente al sexo al nacer, cambio de sexo u homosexualidad” para personas menores de 18 años y un descargo de responsabilidad –disclaimer– en libros para niños con contenido LGTBIQ. En el mismo paquete, Bruselas abrió un expediente sancionador a Polonia por imponer “zonas libres de ideología LGTBI”, aunque la salida del poder de los ultranacionalistas de Ley y Justicia ha revertido la situación.
Los avances hacia la igualdad LGTBIQ son frágiles y no irreversibles, advierte Bruselas
En términos generales, Bruselas defiende, no obstante, los avances de la estrategia de igualdad. “Aunque la UE y sus estados miembros han realizado progresos significativos en el avance hacia una Unión de la Igualdad, aún queda mucho camino por recorrer para construir una sociedad acogedora e igualitaria para todos”, recoge el informe, que advierte de que “los avances hacia la igualdad LGTBIQ son frágiles y no irreversibles”.
Entre las principales amenazas señala a la “polarización” en la que han profundizado la crisis de la pandemia y la guerra en Ucrania. “Esta polarización amenaza con socavar los avances conseguidos con tanto esfuerzo. Es crucial que la UE se mantenga alerta y siga colaborando con los Estados miembros, también en su política exterior, para proteger los derechos de las personas LGTBIQ”, apuntala el texto.