Este viernes, ocho activistas de Femen han irrumpido en Callao, en el centro de Madrid, para denunciar “la idea de amor romántico” que tiene la sociedad. Las participantes han cambiado por unos minutos los planes de los viandantes que ocupaban la plaza –bien transitando hacia otro punto de la ciudad o bien esperando a alguien– para trasladarles su mensaje.
Ataviadas con alas y flechas –emulando a Cupido– y en silencio, tan solo el ruido de sus cuerpos al caer al suelo, han aparecido las activistas. Como pancartas, sus torsos, en los que se podía leer mensajes de protesta como “Machismo mata” o “45 días de 2020: 10 asesinadas”.
Al terminar la performance, se han levantado al grito de “Hoy estamos vivas, mañana bajo tierra” y se han cogido de la mano. También han lanzado mensajes como “Ayer era amor, hoy es femicidio”. Con esta última consigna, han roto la flecha que cada una llevaba como complemento de su disfraz para trasladar la necesidad de “acabar con la idea de Cupido”.
Bajo la consigna 'Cupido ha muerto', han pedido el final de “todas estas ideas que tienen que ver con el control, con la posesión o con los celos”. Lara Alcázar, portavoz de Femen, ha explicado a eldiario.es que “a lo que tenemos que encaminarnos no es a vetos parentales, ni es a seguir alimentando el control sobre nuestras vidas, nuestra sexualidad y nuestro amor como concepto, sino caminar hacia relaciones sanas y, sobre todo, igualitarias”.
“Lo que queremos hacer en un día como el de san Valentín, en el que se capitaliza el amor y se alimenta la idea de amor romántico, que es el que mata, es dar este mensaje y desmitificarlo. Es importante dar la cara real de cómo las mujeres en este país se están muriendo por el hecho de serlo y a nadie le importa”.
Alcázar explica que, al igual que la fecha seleccionada para la protesta no es casualidad, tampoco lo es el lugar. “Estamos en medio de Madrid, en medio de los grandes almacenes: todo el mundo compra rosas, pero nadie se preocupa de promover la lucha contra la violencia machista”.
La acción de Madrid ha sido la segunda que ha protagonizado la asociación en este 14 de febrero. La primera, en París, en el Puente de las Artes. Desde Femen valoran que haya habido público de todas las edades: “Esto tiene que ser intergeneracional. No podemos volver al puertas para adentro, que es lo que quieren algunos partidos. Lo que queremos hacer es ver que es una cuestión de privilegios y de violencia machista”, sentencia su portavoz.