El hijo de Antonio Luis Baena Tocón, secretario del consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández, logró en junio que la Universidad de Alicante (UA) borrase el nombre de su padre de dos artículos, amparándose en la ley de protección de datos. Más tarde, en julio, la UA se retractó, tras un informe de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Paralelamente, el mismo familiar había interpuesto una reclamación a la misma AEPD para que también se retirasen las referencias de Google. En una resolución que ha adelantado Público y que se puede consultar en su web, la entidad pública anuncia que la desestima.
La AEPD constata que se encuentran “ante unos documentos publicados en la página web de una institución pública, que con motivo de mantener informada a la sociedad y dar una máxima difusión de los asuntos gestionados por esa institución, utiliza los motores de búsqueda”. También que “no procede desindexar” esas referencias de webs institucionales dado que “puede existir un interés legítimo o colectivo” y “se quebraría el orden jurídico y se lesionaría el interés público”.
“No se produce una injerencia en el derecho fundamental al respecto de la vida privada de la parte reclamante”, se lee también, citando el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD). Sobre la resolución cabe recurso de reposición, y, agotada esta vía administrativa, la judicial. La petición del hijo de Baena Tocón para que sus “datos personales” no se asociaran a las búsquedas en Google afectaba en total a 18 urls.
El informe de la AEPD en el que se apoyó la UA para rectificar la decisión del borrado, y que adelantó en su momento El País, se daban argumentos parecidos. La agencia constataba que las webs que el hijo de Baena Tocón señalaba tenían “fines de investigación científica o histórica”. También, que su figura debe ser considerada como “autoridad pública”, puesto que su puesto era de funcionario público en el consejo de guerra que condenó al poeta; y que “los metadatos utilizados en los buscadores forman parte de la investigación”. “La publicación de datos personales no es contraria al derecho de la protección de datos”, decían ya entonces.
El borrado de Baena Tocón de los documentos de la web de la UA generó una gran polémica entre historiadores y académicos. Afectaba a varios artículos firmados por el catedrático de lengua española Juan Antonio Ríos Carratalá. “Desde hoy [Baena Tocón] disfruta del 'olvido digital' en mis trabajos publicados en la web de la UA. Estoy triste y muy dolido, pero seguiré reivindicando el derecho a la memoria histórica”, declaró él. Otros colegas lo respaldaron. El catedrático de la Universidad de Valencia y presidente de la Asociación de Historia Contemporánea Ismael Saz le parecía “censura académica, un caso especialmente grave” y que “atentaba contra la libertad del investigador”.